domingo, 30 de junio de 2019

Desolador informe: Caminamos a la extinción y «de la manera más dramática posible»




La única manera de evitar los riesgos de este escenario es lo que el informe describe como un compromiso «similar en escala a la movilización de emergencia de la Segunda Guerra Mundial».


Pero esta vez, centrada en construir rápidamente un sistema industrial de emisiones cero para poner en marcha la restauración de un clima seguro.



«Una amenaza existencial a corto y medio plazo para la civilización humana». Es lo que enfrenta el planeta según un nuevo análisis científico, realizado por David Spratt e Ian Dunlop, publicado por el Breakthrough National Centre for Climate Restoration, un centro de investigación en Melbourne, Australia. 


Los expertos establecen un escenario plausible sobre cómo podría ser el futuro en los próximos 30 años.

Según esas evidencias científicas, el informe de la ONU para la elaboración de políticas gubernamentales sobre el cambio climático -cuyos hallazgos ya fueron ampliamente reconocidos como «devastadores»- era de hecho incluso demasiado optimista.

Tal y como evoluciona, «el sistema planetario y humano está llegando a un ‘punto de no retorno’ que se producirá a mediados de siglo, en el que la perspectiva de una Tierra en gran medida inhabitable puede conducir a la desintegración de las naciones y del orden internacional», sostiene el informe.


La posible cronología de la crisis climática

Entre el 2020 y el 2030. El informe sostiene que la aplicación de las medidas adoptadas en el Acuerdo de París serán insuficientes y que la temperatura del planeta subirá 1,6 °C. 


 La consecuencia directa de este aumento, según datos obtenidos por estudios previos, será el incremento de los niveles de dióxido de carbono hasta la cantidad de 437 partes por millón, cifra no experimentada en el planeta desde hace 20 millones de años (en 2015 se sobrepasó por vez primera el umbral simbólico de las 400 ppm).


 Al quedar “fuera de la experiencia humana de los últimos mil años» las amenazas a la seguridad relacionadas con el clima son casi imposibles de cuantificar.

Entre el 2030 y el 2050. Si bien la potencial gravedad será evidente, habrá una inevitable mayor concienciación por parte de organizaciones y naciones. La retroalimentación continua del ciclo del carbono y el uso de combustibles fósiles desencadenará un mayor calentamiento global. 


Esto supondría un aumento en la temperatura planetaria de 3 °C para el año 2050. Se produciría así el colapso acelerado de ecosistemas clave «incluyendo los sistemas de arrecifes de coral, la selva amazónica y el Ártico».


 Resultados devastadores


Tras tres décadas la Tierra se podrían convertir en un invernadero en el cual, a pesar de poder tener la capacidad de detener de golpe todas las emisiones contaminantes, la escalada de de temperatura no cesaría, si no que volvería a aumentar 1°C más.


El 55% de la población mundial se encontraría expuesta a más de 20 días al año de un calor mortal. El continente africano sería, con 100 días al año de temperaturas letales, el más afectado.


Los resultados globales serían devastadores. Alrededor de 1.000 millones de personas se verían obligadas a intentar desplazarse de lugares inhabitables, y 2.000 millones se enfrentarían a la escasez de agua. 


La agricultura colapsaría en los subtrópicos y la producción de alimentos se vería dramáticamente afectada en todo el mundo.


 Se erosionaría la cohesión interna de los Estados-nación como los EE.UU. o China y aumentarían los conflictos armados. 


De hecho, los analistas sospechan que se darían todos los ingredientes para un posible conflicto global generalizado: ¿Una 3ª guerra mundial?.


Los políticos reciben informes demasiado “blandos”


En el prólogo del informe, Chris Barrie, del Instituto de Cambio Climático de la Universidad Nacional de Australia, destaca el documento por poner al descubierto «la pura verdad sobre la desesperada situación en la que se encuentran los seres humanos y nuestro planeta, al mostrar un retrato sobre la inquietante posibilidad de que la vida humana en la Tierra se encuentre en camino a la extinción de la manera más dramática posible».


Los autores enfatizan que los modelos convencionales de riesgos tienden a minimizar los peores escenarios a pesar de su factibilidad. En declaraciones sobre el informe, David Spratt comenta para Motherboard que una de las principales razones por las que no se entienden los riesgos es que «muchos de los datos que se elaboran para los responsables de la formulación de políticas son demasiado moderados». 


Y añade, “como ahora los peligros son evidentes, se requiere un nuevo enfoque de la evaluación de riesgos climáticos y de seguridad en el que se utilice el análisis de los posibles escenarios».



La posible solución


El escenario de Spratt y Dunlop para 2050 ilustra lo fácil que podría ser acabar con un escenario climático acelerado y desbocado que nos llevaría a un planeta en gran medida inhabitable en tan sólo unas décadas.


La única manera de evitar los riesgos de este escenario es lo que el informe describe como un compromiso «similar en escala a la movilización de emergencia de la Segunda Guerra Mundial». 


Pero esta vez, centrada en construir rápidamente un sistema industrial de emisiones cero para poner en marcha la restauración de un clima seguro.


«Un panorama hipotético, de gran alcance, para 2050 muestra un mundo en crisis social y caos absoluto», declaró Spratt.  


«Pero existe una pequeña oportunidad para una movilización mundial de recursos de emergencia”. Una pequeña oportunidad que, ¿estamos dispuestos a aprovechar?









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