La Fundación Montemadrid (Caja Madrid) se negó bajo la dirección de
Guirao a personarse en el caso de las tarjetas 'black' y reclamar los 12
millones que le podrían haber correspondido
El nuevo ministro de Cultura, José Guirao, tuvo una polémica intervención en uno de los juicios más mediáticos de los últimos años: el de las tarjetas 'black' de Caja Madrid.
El sucesor de Máxim Huerta
era director general de la Fundación Montemadrid (Caja Madrid) en el
momento en el que estalló el escándalo de los plásticos opacos,
destapado por Bankia sin apenas colaboración por parte de la Fundación,
según fuentes financieras consultadas por este medio.
Más allá de la ayuda en la investigación original, la
Fundación dirigida por Guirao fue cuestionada durante la instrucción y
el juicio por la decisión de no personarse y no reclamar los 12 millones
que fueron defraudados durante los años previos a la fusión con Bankia.
Algo que hizo incluso peligrar el proceso.
El
propio Guirao acudió al juicio de las 'black' a declarar como testigo y
explicó que la Fundación que él dirigía tomó esta decisión a raíz de
cuatro informes. Contó con una pericial de la auditora Grant Thornton y tres opiniones jurídicas, de Pérez-Llorca, Baker & McKenzie y el penalista Enrique Bacigalupo, entonces en la firma A25.
El abogado de Moral Santín
Como publicó este medio, cuando la Fundación Montemadrid contrató a Bacigalupo éste era abogado de José Antonio Moral Santín:
exvicepresidente de Caja Madrid, expatrono de la Fundación y uno de los
que más gastó con las tarjetas 'black' -más de 450.000 euros-, condenado por ello a cuatro años de cárcel.
Bacigalupo
tuvo la labor de determinar si el uso de las tarjetas 'black' era
delito. Concluyó que no. Este abogado rompió meses más tarde con Moral
Santín, pero siguió defendiendo por las tarjetas a otros imputados como Carmen Cafranga, expresidenta de la Fundación Montemadrid que dimitó a raíz del caso.
Desde la Fundación y su entorno
explicaron entonces que el informe penal de Bacigalupo no fue clave para
que no se personaran en el caso de las tarjetas 'black', lo fue el de
Pérez-Llorca. Y, añadían entonces, el abogado actuó con independencia al
margen de que trabajara para Moral Santín en el caso Bankia.
Con
los cuatro informes sobre la mesa, la Fundación dirigida por Guirao
concluyó que no estaba perjudicada por las tarjetas 'black', ya que sólo
heredó la obra social de Caja Madrid. Mientras, todo lo referente al
negocio bancario -incluidas tarjetas irregulares- quedó en Bankia.
Los acusados de las 'black' usaron la ausencia de la Fundación Montemadrid en el juicio como argumento para ser absueltos
La ausencia de la Fundación Montemadrid en el juicio de
la Audiencia fue usada como argumento por los acusados.
Defendieron que
la única perjudicada era precisamente la Fundación, y que al no estar
personada debían ser absueltos. El tribunal no compró este argumento de
los ya condenados y sí el de la Fundación diciendo que los 12 millones
de indemnización del caso debían ir a parar a las arcas de Bankia.
Éste
fue uno de los pocos episodios vinculado al mundo financiero y judicial
de Guirao al frente de la antigua Fundación Caja Madrid. Su llegada al
Ministerio fue aplaudido en el mundo de la cultura por su trabajo en las últimas décadas.
Entre otros logros, se le considera salvador del Reina Sofía.
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