Tendremos a Urdangarin
en la cárcel. Cuñado de rey, yerno de rey, en prisión. El juez
instructor del caso dice que es una “sentencia de saldo”, que la Infanta
ha tenido “trato de favor de la Fiscalía” y que a Juan Carlos I le ha
protegido su “inviolabilidad”.
Lo cierto es que, sin su real enchufe,
Iñaki no habría disfrutado del trato de favor que le dispensaron varios
organismos públicos.
Ahora, va a la cárcel y veremos por cuánto tiempo
de esos 5 años y 10 meses de condena.
¿Se recuperará el dinero? En Valencia se preguntan por
qué la Generalitat y el Ayuntamiento no han recuperado nada de los casi
cuatro millones de euros que ambas instituciones inyectaron en la
fundación de Urdangarin “sin ánimo de lucro”.
En Baleares, Iñaki y
compañía deben devolver 619.000 euros, aunque en un primer momento se
les pedían los 2,6 millones que abonó el Gobierno de Jaume Matas.
Conviene recordar que sólo se juzgó una parte mínima del
dinero que ganó el Instituto Nóos.
El lucro no solo se produjo con el
dinero público recibido, sino que también varias empresas destinaron
fondos a los “trabajos” de Iñaki. Trabajar es mucho decir, porque los
investigadores señalaron que no había ningún trabajo real, sino que se
le daba “por ser vos quien sois”.
Nadie denunció esta “generosidad”
privada y no se juzgó. Seguro que fue a cambio de nada…
La Infanta compartía al 50% la sociedad a la que desviaron los fondos,
pero prácticamente se libra.
Ha costado, pero lo han conseguido.
Cristina fue imputada por fraude fiscal y blanqueo de capitales, en
contra del criterio del fiscal. La Audiencia de Mallorca desestimó el
blanqueo y mantuvo el delito de fraude para el juicio, del que fue
finalmente absuelta en febrero del año pasado.
Ahora, se le ha quitado
la responsabilidad a título lucrativo de ese mismo delito cometido por
su marido.
Finalmente, le sale a pagar 136.950 euros como responsable
civil a título lucrativo de los delitos de malversación de caudales
públicos y de fraude a la Administración por los que fue condenado su
esposo.
Se anula su responsabilidad por los delitos fiscales.
Los inspectores de Hacienda que comenzaron a investigar el caso
recuerdan que se renunció a la pericia tributaria acusatoria del delito
fiscal de la Infanta en la fase de juicio oral, que prescribieron
penalmente los ejercicios 2004 y 2005, en los que el delito fiscal
hubiera sido más importante y que la hija y hermana de Rey era clave
para entender lo ocurrido.
Urdangarin se come el marrón por “la
situación de privilegio que disfrutaba como consecuencia de su
matrimonio con una hija de quien entonces era Jefe del Estado, a través
de la cual consiguió mover voluntades para obtener contratos”.
Es inédito ver a alguien tan destacado de la familia de un rey entrar
en la cárcel en España, pero no olvidemos que está condenado por
corrupto: por prevaricación, malversación, tráfico de influencias,
fraude y dos delitos fiscales.
Esta ronda la paga Iñaki y habrá que
estar atentos al tiempo que pasa entre rejas.
Y sería bueno recuperar el
dinero que fue de las arcas públicas a sus manos, no precisamente por
haber sido deportista de éxito o por apellidarse Urdangarin.
Esto no lo
verán tus ojos.
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