Según la compañía de ferrocarril, SNCF, este miércoles participaron en el paro un 29,7 por ciento de los empleados, algo menos que el 33,9 por ciento del día anterior.
Tuvieron que suspenderse seis de cada siete trayectos de alta velocidad y sólo funcionó una de cada cinco conexiones regionales. En la región de París se formó un atasco de vehículos de más de 400 kilómetros, mucho más de lo habitual.
Los sindicatos ferroviarios se oponen a los planes del Gobierno para reformar la compañía estatal, SNCF, de cara a un aumento de la competencia privada que permite la legislación europea.
El Gobierno quiere rebajar los costes para que la compañía sea más competitiva, entre otras cosas eliminando ventajas para los futuros empleados. Actualmente la mayoría de los trabajadores de SNCF tiene garantizado el trabajo de por vida, así como aumentos de salario regulares y una edad de jubilación de entre 52 y 57 años.
Los sindicatos alegan que esas condiciones son la contrapartida por trabajos muy cualificados y largas jornadas laborales y que los salarios apenas están por encima de la media nacional.
El conflicto laboral es una importante prueba para el presidente Emmanuel Macron. El Gobierno llevará adelante la reforma “con gran firmeza”, afirmó su portavoz, Benjamin Griveaux.
La huelga se mantendrá hasta junio: los sindicatos tienen previsto parar dos días y trabajar tres a partir de ahora y hasta entonces.
Así, este jueves, viernes y sábado no habrá paros, pero estos se reanudarán el domingo y lunes.
(Con información de DPA)
No hay comentarios:
Publicar un comentario