sábado, 3 de febrero de 2018

“Ya nos sabemos esta película de memoria”

 
Era el cumple de Felipito y la gran mayoría de medios dejaron claro que llevan la cortesanía en las venas. Se aplicaron para contar todos los detalles chorra de los actos de adoración del líder y su prole. 


No faltó ese regustillo mamporrero que dejaría el NODO a la altura de un trabajo de investigación digno de premio importante.

El departamento de propaganda de la Casa Real proporcionó a los medios unos vídeos hagiografícos que TVE anunció como imágenes “nunca vistas” de la borbundia en su hábitat y que todos difundieron cumpliendo con su misión de canuto complaciente.

Las empresacas también pusieron rodilla en tierra para dejarse sus buenos duros arrendando páginas en los diarios en un gesto de pleitesía.

Finalmente, se apresuraron para extender una larga alfombra de babas e informar al país de que la nena, princesa por la gracia del ADN, recibía un cadenón muy guapo de manos de su padre, un tipo muy alto, apuesto e instruido, que además había salvado a España del golpe de octubre.

Los que empezamos a ser más viejos que el abuelo del dueño del solar del Stonhenge ya nos sabemos esta película de memoria.

Cuando murió el del culo blanco, yo apenas levantaba unos centímetros del hule de la mesa del comedor, pero no por falta de edad. Es que nunca fui muy alto. 


Por entonces, no sabía que más de 40 años después repetirían la misma función rancia para perpetuar el apalanque de la borbonía.


 




No hay comentarios: