Las mujeres somos desde hace muchos
años ya las que más sufrimos una gran desigualdad en el mundo laboral,
siendo siempre las peores pagadas con trabajos precarios o sin
remunerar.
Lo que no tiene en cuenta la sociedad para abordar esta realidad necesariamente urgente a erradicar es que eliminar la desigualdad no solo ayuda a las mujeres, sino al mundo entero a ser mejor.
Somos las primeras afectadas cuando los servicios públicos no son financiados debidamente, sobre todo en el caso de las mujeres que cuidan a sus familiares y pareja, como consecuencia del papel de los cuidados asignado a las mujeres.
Por tanto la falta de fondos y la distribución
injusta de estos agravan la desigualdad.
Por si esto fuera poco, las diferentes leyes y convenciones sociales en el mundo limitan nuestra capacidad de organizarnos para luchar por nuestros derechos y cuando lo hacemos somos rápidamente reducidas por las malas o sutilmente por las buenas.
Es por ello que el incremento de la desigualdad extrema económica es un gran golpe contra la lucha de la desigualdad de género y una amenaza a los derechos de las mujeres.
El informe de Oxfam “Las mujeres y el 1%” lo deja claro: el empoderamiento económico de las mujeres tiene un gran potencial de transformar la vida de muchas mujeres para bien y ayudar al crecimiento económico del país.
Actualmente las mujeres somos la mitad de la población mundial pero sólo generamos un 37% del producto interior bruto global. Pero el informe ha calculado que si la desigualdad de género en la economía fuese erradicada, se añadirían un total de 12 trillones de dólares al PIB global para 2025.
La desigualdad laboral en la India
India es un caso extremo de desigualdad laboral: ocupa el puesto 132 de 152 países en un nuevo índice que mide el compromiso de un país por reducir la desigualdad. Se trata de un puesto muy inquietante debido a la situación de la India; 1,2 mil millones de personas viven en extrema pobreza.
El estudio de Oxfam calcula que si India redujese un tercio su desigualdad, más de 170 millones de personas de población no serían pobres.
La pobreza, telaraña del sistema de la que es imposible escapar
La pobreza, según la Organización mundial de la Salud (OMS) es la “enfermedad más mortal del planeta”.
Esta teje su particular telaraña de desigualdad influenciada por el sistema capitalista, el patriarcado y el etnocentrismo.
Las víctimas más vulnerables, las que se encuentra en el centro de esta telaraña de opresiones, son las mujeres racializadas sin recursos.
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