martes, 21 de noviembre de 2017

Tan joven y tan miserable



Vas a tener razón, a los antifascistas nos gusta mucho recordar la historia, y hasta nos gustaría enterrar dignamente a nuestros muertos. 


Y es que somos gente muy rara, que además no ha perdido una guerra sino miles, y todo porque tenemos la particularidad de odiar la violencia por principios y por norma solo nos hemos defendido durante toda esa historia a la que tú y los tuyos sí acudís cuando de amenazar se trata. 


Y hablando de amenazar, esa es otra diferencia entre la gente normal y los fachas. Las personas sensatas no suelen amenazar a nadie ni tampoco acostumbran a justificar las amenazas ajenas.


Tan perdido en tu transtorno te encuentras que hasta confundes una apreciación o una definición con un insulto, y una reivindicación justa con una afrenta. Y no, para tu información no son lo mismo.


 Pero ya nos dirás qué apelativo merece quien se dirige a las víctimas de la guerra y de la posterior dictadura con un: “todo el día pensando en la guerra del abuelo y en la fosa de no sé quién”. Quizá a lo de miserable habría que añadir mezquino y canalla. Y además precoz, porque es inusual encontrar a alguien tan joven con tanto veneno dentro.



 Pablo Casado compara las amenazas a Carmena con la protesta de Rita Maestre...




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 En cualquier caso, ojo con los consejos, Pablito, que proyectas.


 Porque si para mostrar tu rechazo a unas gravísimas amenazas (y lo que es peor, por parte de policías) tienes que recurrir a reducirlas a insultos y añadiendo el “y tú más”, el que necesita que se lo miren, pero que muy bien, eres tú.


 Ya de paso, si es que decides hacértelo mirar, invita a todos los tuyos a una sesión de diván, que peor ya no podéis acabar ni aunque el psiquiatra fuera como Antonio Vallejo-Nágera, y con suerte hasta os arreglan un poco.


 Pepito Grillo






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