Sin
duda alguna resulta sorprendente la escasa voluntad de algunos de
hacerse comprender la realidad de las cosas. Sobre todo aquellos que se
dan golpes de pecho en defensa de la Constitución (en mayúsculas,
negrita y subrayado) olvidando aquellos artículos que más les molestan
(como el 9, el 10, el 92, el 150, la adicional primera, la transitoria
segunda y cuarta o la derogatoria segunda).
El sistema de Concierto y
Convenio, Aportación y Cupo están en la Constitución, la suya, la “de
todos”, como un hecho de esa foralidad que ampara y respeta.
Es un hecho
que existe, y que, además, es fácilmente explicable. No hay más que ir,
si se quiere leer, a la página web de El Concierto Económico y bajarse
el libro de la extensión que se quiera (hay 3 modelos, yo sugiero la de
3122 páginas, que es como leer el periódico de dos meses, no es más) o
buscar las conferencias que hay en Youtube sobre el tema de Pedro Luis
Uriarte. Honestamente, información veráz, la hay, pero vamos a intentar
explicar una serie de conceptos, si es posible.
Que es el Cupo Vasco? El Cupo es el residuo del
sistema. Es la cáusa y origen, pero ahora ha devenido en consecuencia.
Ya habrá tiempo de aclarar eso. No, no depende de acuerdos de feedback,
no ha sido contrapropuesto ni por unos presupuestos ni por nada que se
le parezca. Cuando toca, toca, salvo que una de las partes se niegue a
negociar. Porque así son los acuerdos bilaterales.
Uno no negocia si el
otro no quiere. Y no hay acuerdo salvo que los dos estén de acuerdo.
Unilateralidades fuera, diálogo, acuerdo y negociación. Así está
establecido. Ya pocos parecen recordar que en 2001, cara a 2002, no
había precísamente un acuerdo favorable con el PP, y se llegó a un
acuerdo, porque se tenía que llegar. Y eso mismo pasa cuando toca
renovar las leyes quinquenales de Cupo.
Que son las leyes quinquenales de cupo? Pues
sencillamente una actualización de la factura que hay que pagar,
anualmente al estado, no ya por los servicios que presta en el País
Vasco, que tendría cierta lógica, sino por aquellas competencias no
transferidas al País Vasco, con independencia de donde se ejecuten.
Es
pintoresco oír hablar del reembolso por el ramal gipuzkoano, adelantado
con fondos vascos, como privilegio, cuando a través del 6’24% hemos
pagado a los españoles el 6’24% de todas las instalaciones de Alta
Velocidad en España. Y sin tener un sólo Km en activo aquí, así que el
TAV lo hemos pagado, pero más que de sobra.
Esa parte de la ecuación no
la ven. Al igual que se hace un pronóstico de lo que pueden ser ingresos
y gastos, pero luego, año a año, se evalúa, y es así que las leyes
quinquenales que no se pudieron aprobar (2007-2011 y 2012-2017) han
revelado que se pagó de más, y eso hay que reembolsarlo a quien pagó de
más.
Es decir, en la liquidación final. Pero es que esto también pasa
con un presupuesto. En un año hay 3 presupuestos activos. Uno, el que se
está elaborando, dos, el que se está ejecutando, y tres, el que se está
liquidando. El del año próximo, el del año en curso y el del pasado
ejercicio. Sería de sentido común.
Porqué Leyes Quinquenales de cupo? Porque así está
establecido. El sistema de concierto, desde 2002 es indefinido. Y por
simbiosis, el Convenio y Aportación siguen el mismo camino (cuando se
apruebe las nuevas leyes de Cupo y Concierto, se firmará su equivalente
con el Gobierno de Navarra, que, dicho sea de paso, cuando uno firma un
acuerdo bilateral, como cuando uno acuerda una hipoteca con el banco, lo
que menos quiere es que un tercero meta la cuchara, de ahí que el
sistema de aprobación en el congreso sea el mismo que un tratado
internacional).
El sistema es como se ordena la recaudación y la gestión
de la Hacienda. El marco relacional. Pero todo aquello que no está
asumido, quizás un alquiler al estado por sus servicios, se debe
actualizar, pero en un término medio, en un plazo ni muy corto ni
demasiado largo. Y se acuerda con independencia de los ciclos políticos.
Eso sí, debería estar claro que, para tener credibilidad, alguien que
tiene temas tan gordos como este pendientes, deberá resolver estos
primero, antes de abordar otras cosas. Y así se hizo. Primero este
asunto, luego los PGE de 2017. Coincidencia temporal, nada de causa y
efecto.
Pero, porqué si el Concierto es indefinido se ha
tenido que re evaluar en 2014 y ahora en 2017? Porque el sistema de
concierto y convenio es un sistema por el que se gestionan todos los
impuestos en Araba, Bizkaia, Nafarroa y Gipuzkoa. Y la mitad de ellos se
rigen con normativa estatal y la otra mitad con capacidad normativa en
las instituciones vascas. A veces ocurre que hay impuestos nuevos.
La
sociedad evoluciona. Y esos nuevos impuestos hay que incorporarlos al
sistema concertado, para que sean las haciendas vascas quienes ordenen y
recauden esos impuestos. Y eso precísamente es lo que sucedió en 2014 y
2017. Lamentablemente y por la falta de deseo de explicar lo que es el
concierto y el cupo, simplemente un sistema distinto, una administración
distinta, se usa la parte por el todo, y en vez de ir a lo concreto, se
pone encima de la mesa el conjunto del sistema como algo discutible y
discutido.
Obviamente no se habla del sistema de régimen común, bajo el
que rije más del 92% de la población española, y que, a diferencia del
Concierto y Convenio, que sigue con la misma metodología, exitosa, desde
1981, ha visto fracasar casi una decena de metodologías, y lleva más de
3 años de prórroga inexplicable en el modelo actual.
Que es el Concierto? Hasta 1878 el País Vasco “no
pagaba impuestos”. Si, aquello de las provincias exentas. Bueno, pues
eso es una mentira como San Mamés de grande. Claro que los vascos
pagábamos impuestos. La cuestión es que la Hacienda del Rey, la del
Estado, no se enteraba de nada, ni tenía información alguna de los
contribuyentes vascos. Y es que, además, unos y otros manejaban unas
plantillas impositivas diferentes.
Era el hecho foral en toda su
plenitud, aún a pesar de la ley abolitoria de 1839, que fue remachada
por la de 1876. Por cierto, ambas leyes abolitorias están
definitivamente derogadas por la Constitución Española de 1978, por lo
que eso abre la puerta a lo que se conoce como restauración foral plena,
es decir, el estatus previo al siglo XIX. Aún por abordar, aunque
igual, tal vez, algún día …
Sería interesante encontrar un caso de un país en el
que, tras haber perdido 3 guerras carlistas, es decir, 3 guerras civiles
(con ribetes de internacionales), 2 sobre suelo vasco, se imponga por
la fuerza de las armas, con más de 40 mil soldados como fuerza de
ocupación, las garantías constitucionales suspendidas, se dé un regalo
de las proporciones del Concierto, y encima, se le considere un
privilegio entregado graciosamente al vencido, al humillado, al que se
le ha procurado despojar sus fueros, es decir, su marco constitucional
de funcionamiento.
Está claro que en un origen no era lo que es ahora,
pero como diría Francesc Pi i Margall, quitando derechos a los vascos se
les hacía mejores y más entusiastas españoles? Claro que no. Fueron
diputaciones transigentes, elegidas a dedo por Madrid las que en la
primera renovación del Concierto, en 1886, y con el apoyo de la reina
Maria Cristina, se negaron a abandonar ese sistema provisional que se ha
consolidado con el tiempo en diferentes marcos, como fue, incluso, la
dictadura de Primo de Rivera, con un tal Leopoldo Calvo Sotelo de
ministro de Hacienda, haciendo excelsas loas al sistema concertado.
Ha
sido la nobleza de los dirigentes vascos de todas las épocas y todos los
colores los que han defendido este sistema secular que hoy goza de
buena salud, también en Navarra.
Entonces, porqué los vascos tienen este sistema y
otros no? Sencillamente porque así ha sido la historia. Y la voluntad de
cada cual. Es una herramienta, nada más. Se requiere de fuerte
compromiso fiscal institucional y social, unas administraciones saneadas
… y que no siempre ha sido favorable.
Pero el amor por la tierra y sus
gentes, y la confianza en que, aún siendo un sistema de riesgo
unilateral (en el que hay que pagar con independencia a los ingresos que
se puedan generar, si es que los hay), se apostó siempre por mantener
las haciendas aquí, en proximidad, algo que ahora, en el marco de la UE,
se conoce como subsidiariedad, y podría ser el espejo en el que mirarse
la relación de la UE con los estados miembros.
Catalunya pudo tener un
sistema parecido, porque hasta la segunda mitad de la década de los 80
no se limitó el alcance de la disposición adicional primera, foral, a
los territorios de País Vasco y Navarra. Ese 1980, poco antes de la
aprobación de la LOFCA, se le ofreció a Catalunya, que lo rechazó.
Y en
1996 surgió la inquietud en una parte de CIU para que el pacto del
Majestic incluyera algo de esto. Y Pujol no quiso. Hubo que esperar a
2012 a un intento de Pacto Fiscal, que a Madrid no le convenía. Conviene
recordar que el año 2000 una prestigiosa revista económica española
preguntó a los 15 consejeros de las CCAA de régimen común si querían un
sistema concertado.
Dijeron que nones. El catalán se llamaba … Artur Más
i Gabarró.
Como funciona entonces el Concierto y Cupo respecto a
las CCAA de régimen común? De ninguna manera. Son dos sistemas sin
vasos comunicantes de ningún tipo. País Vasco y Navarra recaudan sus
impuestos, en base a su capacidad, y sus normas.
Y el Estado recauda en
el resto de CCAA. Catalunya, por ejemplo, recaudaba, antes del inicio
del procés, 5 euros de cada 100 que se generaban en personas físicas y
jurídicas. Teniendo en cuenta las inversiones del Estado, el retorno a
Catalunya era de 45 euros. 55 se quedaban en Madrid.
Si, Madrid es el
verdadero paraíso fiscal en España, y una aspiradora económica que no ha
parado de crecer, a costa de nacionalidades y regiones. Si, también a
costa de las concertadas. El Cupo se paga religiosamente, pero luego el
estado hace lo que considera.
No es un pago finalista. Así es evidente
que lo aportado por el cupo es mucho más elevado que toda intervención
del estado en territorio vasco. Y aún así, no ha habido queja, pues es
un aporte a la solidaridad.
Ah, pero, un momento, el sistema de Concierto incluye
la solidaridad interterritorial? Pues claro. El 6’24% del mismo fondo
lo pagamos los vascos. Con mucho gusto. Que es poca solidaridad?
Bueno,eso es fácil de resolver. No hay que tocar una sóla coma.
Que el
estado eleve la cuantía de ese fondo, y los vascos tendremos que pagar
más en base a ese índice del 6’24% (que es el porcentaje de impacto de
la economía vasca en la española, aunque en los últimos tiempos ronda
más bien en el 6’20%, pero bueno, no merece la pena entrar en ese
debate, como el que seamos, por población el 4’5% … un criterio usado en
el sistema de financiación de régimen común).
Obviamente la solidaridad
no debe ser ilimitada, y tener un reflejo en datos, como la de Irlanda
tras casi 40 años de fondos europeos, tras su adhesión a las entonces
comunidades europeas. No es la misma Irlanda, un test que tal vez no
quisieran hacer para sí algunas CCAA de régimen común.
Sin ir mucho más alla, y sin ganas de aburrir,
resulta chistoso las dos acusaciones principales del partido Ciudadanos,
una, la “evidente opacidad”, cuando el sistema no puede ser más
transparente y cualquier escolar puede hacer y entender el cálculo del
cupo a pagar por la CAV, siempre que haya ganas de entenderlo, y dos, un
“exceso de complejidad” en la ley, como diciendo a los españoles que
son demasiado tontos como para comprender las cosas complejas, y ese
fuera un defecto.
Excusas ideológicas de quien confunde unidad con
uniformidad y centralismo, y aún hoy cree que sólo puede haber uno de
cada (una ley, una administración, una hacienda, una sóla lengua … un
rey, un gobierno, un pueblo, un estado, una sóla nación). Si hay
indicadores sociales mejores que otras CCAA, eso es por una mejor
gestión de las instituciones vascas de los escasos recursos.
Y cualquier
ataque, en consecuencia, tanto al Cupo como al Concierto, supone atacar
a aquellos que son perceptores del 75% de los recursos en los
presupuestos vascos, como son Sanidad, Educación y Servicios Sociales,
como son aquellas capas de la población más vulnerables, y que el
sistema concertado permite.
Permite, hacerlo ha sido obra colectiva de
mucha gente, pero, hay que reconocerlo, a impulso político e ideológico
del Partido Nacionalista Vasco.
Esa es la apuesta de Euzkadi,de las 4
hermanas forales. Somos un sistema propio y aparte, ni mejor ni peor. Si
otro lo quiere, tendrá nuestra bendición y apoyo morál, político y
técnico, estoy seguro. El problema surge de aquellos que para afirmarse
ellos, necesitan negar derechos a los demás.
Y por ese lado no hay
opción. Seguiremos adelante, defendiendo, explicando, el Concierto, el
Convenio, la aportación y el cupo como derecho del pueblo, de cada una y
cada uno de los ciudadanos del país de los vascos, pues en ello se
juegan su futuro, y como dijo Shakespeare, ese es el país desconocido en
el que pasaremos el resto de nuestra vida.
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