Además de estar o haber
estado en los negocios de la construcción, alimentos (Kraft en Venezuela),
comunicación (antigua Cadena Capriles) y entretenimiento (Cinex), ahora los
Capriles incursionan en una aventura inmobiliaria en los barrios más pudientes
de Madrid.
"El corazón en
Caracas y algo de su dinero en Madrid", reza el sumario de una nota publicada por el medio ultraderechista español El
Confidencial sobre los nuevos negocios de la familia Capriles al otro lado
del charco.
Y es que el clan Capriles,
de abolengo industrial y de origen esclavista, ha decidido invertir parte de su
capital en los sectores inmobiliario y financiero, no de Venezuela –como
coherente burguesía venezolana que se precie– sino de España. Porque las
crisis, bien lo sabemos, sirven sobre todo a aquellos que pueden sacarle alguna
tajada monetaria.
Es el caso de Miguel
Ángel Capriles López, primo del actual gobernador del estado Miranda, que en
2014 fue nombrado consejero de NCG Banco (con sede en Galicia), posteriormente
renombrada Abanca, que
tiene inversiones sobre todo en las lucrativas áreas de finanzas y seguros, y
que además pertenece desde 2013 a Juan Carlos Escotet, banquero dueño
de Banesco en Venezuela.
Todo esto lo cuenta El
Confidencial, cuya nota también agrega que el primo de Henrique Capriles
Radonski "desde hace más de una década (1998) es el máximo responsable de
Inversiones Capriles, la oficina patrimonial que gestiona la fortuna familiar
en inmobiliario y activos financieros, dos campos en los que poco a poco ha
empezado a adentrarse en España con sus últimos movimientos, siempre bajo la
mayor discreción, sin hacer ruido".
Así, de la mano de
Escotet, la familia Capriles ha podido expandir sus inversiones en un país
ajeno al suyo, mientras el gobernador de Miranda intenta lucrarse políticamente
de la situación política y económica de Venezuela.
Capriles siempre tendrá
Madrid
Dice la citada nota de
El Confidencial: "Durante los últimos meses (2014), el nuevo consejero de
NCG (ahora Abanca) ha comprado varios edificios singulares, uno en pleno centro
de Madrid, ubicado en la cotizada Calle Barquillo, y otro en Barcelona, sin que
hayan trascendido los importes de sus inversiones, de varias decenas de
millones, según fuentes del sector".
Calle Barquillo |
Y añade que "el
deterioro de la situación política y económica en Venezuela han hecho que el
joven millonario (Capriles) traslade parte de sus inversiones a España,
convertida en referente por sus precios de saldo en riesgo euro".
Esas inversiones
inmobiliarias poco a poco han dado sus frutos. En otro reportaje de El Confidencial, publicado el 15 de junio
de este año, se afirma que los Capriles "compraron a destajo más de una
decena de inmuebles en el centro de Madrid para rehabilitarlos y poner en el
mercado viviendas de superlujo".
Los parientes de
Henrique Capriles han invertido en 10 proyectos residenciales bajo la
coordinación de la empresa familiar Gran Roque, y "están ubicados en los barrios más
exclusivos de Madrid y suman más de un centenar de viviendas, de las cuales la
mitad ya ha sido vendida a compatriotas venezolanos, pero también a compradores
nacionales". Es decir, que venezolanos adinerados han podido adquirir las
millonarias propiedades de los Capriles en las zonas más pudientes de las
ciudades españolas. ¿No se supone que tanto para pobres como ricos se ha hecho
imposible la crisis en Venezuela?
Uno de esos proyectos
fue en Barquillo Doze,
donde se localizan viviendas de lujo en el centro histórico de Madrid; otro se
encuentra ubicado en Serrano Anguita, además de encontrarse uno más en la calle
Fernando VI.
Otro de los proyectos
más mediáticos de los Capriles en Madrid se encuentra en El Viso, una de las zonas más ricas de
Madrid, a pocos metros del "búnker" de Florentino Pérez, el
presidente del famoso y pudiente Real Madrid Club de Fútbol.
Pablo Aranda 3, en El Viso, Madrid |
Sin embargo, el negocio inmobiliario no sólo está compuesto de rehabilitaciones y ventas de viviendas de superlujo, sino que tiene más de 20 compañías dedicadas a la promoción inmobiliaria, la compraventa y alquiler de inmuebles, algunas en asociación con terceros, lo que ha ayudado a expandir el lucro. Todas las compañías de la familia Capriles "suman unos activos totales de 125 millones de euros", una cantidad para nada deleznable en tiempos de contracción financiera.
No es un secreto que
gracias a la fortuna de su familia, el dirigente de Primero Justicia ha logrado
ascender a su actual puesto político debido a su apellido y capital. En estos
momentos, mientras el clan gana millones en euros gracias a la inversión histórica
del Estado venezolano en sus negocios, Henrique Capriles busca una salida
violenta a la crisis política en Venezuela.
Todo esto, siempre, en
nombre de la democracia. Siempre, también, desde lejos. En contante y sonante.
Los Capriles: destrucción en Venezuela, lujos en el exterior:
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