La web de BBC Arts recoge un articulo de uno de sus periodistas, William Cook, en el que se analiza la influencia del Museo Guggenheim Bilbao (MGB) en la realidad de Bilbao y de todo el país.
Tenemos que reconocer que nos ha gustado mucho, porque se aleja de la imagen que la mayoría de los medios proyectan acerca del “efecto Bilbao“, que se limita a dar la impresión de que incorporar un “edificio icónico” a la trama urbana (a ser posible, muy caro) es capaz de producir un milagro económico y de proyección internacional.
Acabamos de hablar en nuestro blog de la inauguración en Hamburgo de un nuevo edificio: la Filarmónica del Elba. Inaugurado con casi 7 años de retraso y con un presupuesto final 10 veces superior al previsto inicialmente. Los responsables de turismo de la ciudad alemana, afirmaban en la información que recogíamos, que esperaban que este proyecto tuviese un efecto similar en Hamburgo al que el MGB ha tenido en la ciudad vasca.
Sería bueno que leyesen este artículo de William Cook, para entender que el innegable (y extraordinario) efecto de proyección global del museo vasco, sólo puede entenderse dentro de un plan mucho más amplio, e inmensamente ambicioso, que ha permitido que Bilbao, su area metropolitana y toda la Comunidad Autónoma Vasca hayan cambiado, a mejor, de una forma radical en los últimos 40 años.
Es importante tener en cuenta, cuando se estudia lo ocurrido, que los 130 millones que costó el edificio y su primera colección permanente (acabado en plazo y presupuesto), es parte de un proyecto que lleva ya invertidos en el Bilbao Metropolitano más de 7.500 millones de euros. Un profundo proyecto de transformación urbana, social y económica que se ha convertido, como decimos muchas veces, en un “caso de estudio” a nivel internacional.
Si no se entiende esto, es imposible explicar lo ocurrido. Por suerte, en la BBC han contado las cosas como han sido. Incluyendo la dura oposición política, social, e intelectual que hubo al proyecto (aunque nadie se quiera reconocer ahora como parte de aquel “grupo opositor”).
Lo mismo que hubo una gran oposición a la construcción de Metro Bilbao o del Puerto Exterior. Lo mismo que se aseguraba que el dinero invertido en el sistema de Saneamiento Integral del Bilbao Metropolitano era un derroche injustificado que no iba a servir para nada.
Eso sí, parece que algunos no aprenden y se empeñan en formar parte de la oposición a todo lo que se se pone en marcha. Puede que alguna vez acierten, es cuestión de estadística, y entonces por fin, por una vez, podrán decir aquello de “ya lo decía yo”. Aunque, de mientras, y por decenios, sólo han ayudado a entorpecer la marcha de nuestra sociedad.
BBC Arts – 12/1/2017 – Gran Bretaña
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