Repasamos 10 momentos del
periodo de Juan Ignacio Zoido como alcalde de Sevilla (2011-2015)
que apuntalan el perfil conservador, al estilo de Jorge Fernández Díaz,
por el que ha apostado Mariano Rajoy para el Ministerio del Interior.
Relajado con la Ley de Memoria Histórica. Tras la denuncia en 2015 del abogado especializado en Derechos Humanos Eduardo Ranz contra 38 alcaldes, entre ellos el de Sevilla, por
un supuesto delito de desobediencia que habrían cometido al vulnerar la
Ley de Memoria Histórica, Juan Ignacio Zoido rechazó que hubiera
símbolos franquistas en la ciudad: “¡Que me digan dónde hay uno!”,
exclamó ignorando los vestigios que todavía hay en el edificios y calles
de la capital hispalense. De hecho, casi ocho años después de aprobarse en pleno cambios en 46 calles durante el mandato del PSOE e IU, el proceso ha empezado en 2016.
Obsesionado con las calles para vírgenes.
No es el único problema que ha tenido con el nomenclátor. En poco
tiempo cambió el nombre de dos calles para dárselas a sendas vírgenes:
Viriato pasó a ser Madre María de la Purísima y Pilar Bardem se
denominaría Nuestra Señora de las Mercedes. El amor de Juan Ignacio
Zoido, reconocido cofrade, por estos símbolos quedó de manifiesto
también cuando censuró el uso que la revista Mongolia hizo de la Virgen
Macarena.
Contra el fomento del uso de la bicicleta. El
carril bici y el fomento del transporte sostenible se convirtió en una
de las apuestas estrella del equipo de gobierno conformado por el PSOE e
IU, y poner su sello contrario fue una de las primeras decisiones del
entonces alcalde: suprimió tanto la Oficina de la Bicicleta como el Observatorio de la Sostenibilidad Urbanística,
igual que derogó el Plan Centro, que limitaba la circulación de
vehículos a motor por el casco antiguo. El PSOE lo ha recuperado este
año, cuando Sevilla había perdido ya el liderazgo en el ranking de las mejores ciudades para moverse en bicicleta.
Empeñado en las farolas fernandinas.
Se empeñó en colocar en el centro este alumbrado público cuyo coste
rondaba los 250.000 euros y para sustituir una farolas nuevas que se
habían puesto en el mandato previo, lo que originó muchas críticas. Él
respondió que era un compromiso electoral que iba a cumplir por muy
nuevas que estuvieran las farolas que eliminó para llevarlas a otro
barrio.
Empecinado con un costoso retrato de Felipe VI. Polémico fue también el encargo de un retrato del recién coronado Felipe VI para colocarlo
en el salón Colón del consistorio, pintado por Juan Valdés y que costó
16.500 euros a las arcas públicas. Su realización se adjudicó sin
concurso público, con el argumento de que era una donación, pero en
realidad obligó a suscribir un crédito para ello.
Y también, en gastar en un bando sobre la coronación. Pero el gozo de Juan Ignacio Zoido por la coronación de Felipe VI era incontenible, como lo probó que también se gastara 22.113,3 euros en publicar un bando para felicitarle en varios medios de comunicación. De este modo, en 2014, en el que era su primer
bando en tres años de mandato, hacía un llamamiento a los ciudadanos
para “festejar” el “histórico y gran acontecimiento”.
Contra los que rebuscan en la basura. La ordenanza de la limpieza pública y gestión de residuos que se aprobó en su mandato
tenía entre sus novedades más llamativas la elevación de las sanciones
por rebuscar en la basura depositada en los contenedores. Estableció
multas de hasta 750 euros para acabar con esta práctica que se ha
extendido en las principales ciudades con la crisis.
Y también, contra el ruido del dominó, pero no el de los campanarios.Otra norma con su sello: la ordenanza contra la contaminación acústica. Entre sus
perlas, prohibía el juego del dominó en las terrazas, por el elevado
ruido de las fichas, si bien no entraba a cuestionar el jaleo que montan
cada hora, como mínimo, los campanarios en la ciudad. Otras
contradicciones son la prohibición de cantar por la calle o hablar alto
en los veladores, mientras se permite montar un bar de karaoke
colindante con viviendas.
Poco acertado con el colectivo LGTBI.
Fue un desliz del exalcalde en Twitter, cuando escribió “yo soy
homófobo” en respuesta a las críticas por su negativa a izar en la casa
consistorial la bandera arcoiris, símbolo del colectivo LGTBI, como se
había hecho en la era del PSOE e IU. Evidentemente había olvidado poner
el “no”, como se apresuró en corregir, pero el error dio rienda suelta a
las burlas de sus detractores.
En 2015, por si cabía duda, compró una bandera arcoiris gigante para izarla en Día del Orgullo del Sur.
Dispuesto a cambiar la historia desde 1492. Otro patinazo lo tuvo en un mitin en 2014 cuando puso a Andalucía “en el kilómetro cero de la España y Europa Moderna”, algo que comparó a cuando “en la Edad moderna salieron de Sevilla las naves para descubrir América”, para
sorpresa de Palos de la Frontera (Huelva), desde donde zarpó Cristóbal
Colón. Juan Ignacio Zoido se excusó diciendo que lo había dicho en clave
en clave de “humor”, pero por si acaso, se disculpó por carta con los
regidores de Palos de la Frontera y Huelva, después de que éstos
respondiera a su “broma” enviándole fandangos y libros de historia.
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