Desde el pasado día 2 de septiembre circula por internet y por los grandes medios corporativos tradicionales, un vídeo
protagonizado por el conocido cantautor Joan Manuel Serrat. Este vídeo
trata de sensibilizar a los ciudadanos españoles y europeos sobre el
drama de los refugiados, y denuncia las miles de muertes que cada año se
producen en el mar Mediterráneo. La fecha elegida para lanzar esta
campaña a favor de los refugiados no es casual, ya que coincide con el
aniversario de la muerte del niño sirio Aylan Kurdi,
aparecido en una playa griega y cuya fotografía fue ampliamente
difundida y manipulada por los medios occidentales para tratar de
justificar una intervención de la OTAN en Siria que todavía hoy están
intentando.
La iniciativa no es nada original, ya que en multitud de
ocasiones los artistas o intelectuales occidentales han prestado su
imagen para, supuestamente, defender los Derechos Humanos, las
libertades o la paz en diferentes partes del mundo, demostrando una
hipocresía y un doble rasero escandaloso, como en el caso de sus
campañas contra el gobierno de Venezuela y sus "olvidos" cuando se trata de defender los DD.HH. en Honduras, México o Colombia por ejemplo.
¿Cuál es el problema entonces de esta iniciativa sobre los refugiados?
¿Quién puede criticar tan noble causa? El problema radica en que los
promotores y patrocinadores de estas grandes campañas de propaganda son
los principales responsables de las guerras, las muertes y el
sufrimiento que se denuncia en estas mismas campañas. Los gobiernos de
la OTAN y las grandes corporaciones occidentales que llevan a cabo las
guerras imperialistas en África y Oriente Medio, y que imponen un modelo
neocolonial a los países del Sur que les hunde en la pobreza, son los
mismos que están detrás de estas "campañas humanitarias" que pretenden
conmovernos.
Estos artistas, intelectuales, periodistas, grandes ONGs,
etc. que se prestan a estas campañas de propaganda corporativa son meros
instrumentos utilizados para justificar las "guerras humanitarias"
y ocultar, tras su reconocida imagen, los verdaderos
intereses económicos que se esconden detrás de estas intervenciones de
la OTAN y los crímenes que cometen para lograr sus objetivos.
Una orquesta da un concierto sorpresa en un parque. Poco a poco muchas
personas se acercan atraídas por una melodía conocida por todos; el
'Mediterráneo' de Serrat.
*
El vídeo en cuestión al que me refiero al inicio protagonizado en esta
ocasión por Joan Manuel Serrat, forma parte de una iniciativa de la
Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR),
organismo dependiente del gobierno de España, un Estado miembro de la
OTAN que apoyó y participó en todas y cada una de las guerras
imperialistas desde el 30 de mayo de 1982, cuando se incorporó
a esta organización criminal que es el brazo armado de las grandes
corporaciones occidentales por el mundo.
Por ejemplo, en el año 2011,
bajo un gobierno "socialista" encabezado por el neoliberal Rodríguez
Zapatero y al que el propio cantante Joan Manuel Serrat apoyó
públicamente, España participó en la invasión y destrucción de Libia, el
país más próspero de África, lo que provocó decenas de miles de muertes
inocentes y está provocando actualmente una ola de refugiados libios
hacia Europa, muchos de ellos mueren en el mar Mediterráneo antes de
tocar tierras europeas.
La CEAR también recibe financiación de
la Unión Europea. Algunos de sus países miembros, principalmente Reino
Unido y Francia, están detrás de las guerras de invasión contra Libia y
Siria (como denunció el ex-ministro de Asuntos Exteriores francés Roland Dumas),
lo que está provocando, como decía antes, la muerte de miles de
inocentes que tratan de huir hacia a Europa escapando de la guerra que
han provocado precisamente las potencias europeas junto a EE.UU. y sus
regímenes aliados en Oriente Medio (Arabia Saudí, Catar, Israel,
Turquía, Jordania, principalmente).
Y, como es de suponer, no sólo recibe dinero público. La CEAR está financiada por organizaciones privadas como la omnipresente Open Society Foundations
del magnate George Soros, quien como ya sabemos está detrás de todas
las "revoluciones de colores" que se han producido en Europa del Este o
de las "primaveras árabes" en el norte de África. La organización de
este criminal millonario está prohibida en Rusia, con muy buen criterio
por parte de Vladimir Putin, y debería ser prohibida en todos aquellos
países que quieran preservar su soberanía y su estabilidad política y
social.
Recientemente hemos conocido en detalle, gracias a unas
filtraciones publicadas por DC Leaks ,
cómo los tentáculos de esta organización criminal alcanzan también a
España, donde tiene cooptada a buena parte de la "izquierda alternativa"
y "progresista" del país (incluidos miembros del partido Podemos, o medios "progresistas" como eldiario.es, cuyo subdirector Juan Luis Sánchez es miembro del Consejo Asesor Europeo de la Open Society Foundation).
Son múltiples las entidades públicas y privadas que patrocinan a la
CEAR, pero quisiera destacar una más: el European Council on Refugees
and Exiles (ECRE). Este Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados está financiado a su vez, entre otros muchos lobbies y think tanks corporativos, por el U.S. Mission to the Europen Union,
un organismo dependiente del Departamento de Estado de EE.UU., es
decir, dependiente de la potencia imperialista que creó a Al Qaeda y
sigue utilizando a sus herederos actuales para ejecutar sus "cambios de
régimen" en Medio Oriente y norte de África, cuyos resultados, además de
muerte y destrucción dentro de esos países, son las oleadas de
refugiados cuyos cadáveres flotan en el Mediterráneo.
ECRE también recibe el patrocinio, por citar otro ejemplo, de la Fundación Sigrid Rausing Trust,
con sede en Reino Unido, presidida por la editora y filántropa Sigrid
Maria Elisabet Rausing, hija de un multimillonario sueco afincado en
Londres; está considerada una de las mujeres más poderosas de Reino
Unido; es miembro del consejo consultivo de la Coalición por la Corte Penal Internacional; miembro honorario de la Escuela de Economía de Londres; también es miembro emérito de la dirección de Human Rights Watch (una
ONG cuyo director ejecutivo Kenneth Roth incitaba a Obama en 2013 a
bombardear "humanitariamente" a Siria). Esta Fundación presume de haber
invertido cientos de millones en organizaciones para promocionar la
democracia y los Derechos Humanos - al estilo de la NED y la USAID
estadounidenses -, especialmente en el norte de África y Oriente Medio
mediante el Fondo Estratégico MENA a través del cual apoyaron y financiaron las "primaveras árabes" en Libia, Siria, Egipto, Túnez, Yemen y Bharéin.
En resumen, gobiernos occidentales, grandes corporaciones, escuelas de
negocios, altos funcionarios y tecnócratas a sueldo del capital
financiero, aristocracia europea, diversas y bien pagadas ONGs... Como
se puede comprobar, los principales culpables del "drama de los
refugiados" están ejerciendo al mismo tiempo de solidarios salvadores de
sus propias víctimas. ¿Cabe mayor hipocresía?
Joan Manuel Serrat llora por los refugiados, pero no emite ni una sola
palabra de condena contra los responsables de las guerras que provocan
la huida masiva de esas personas. Lo mismo podemos decir de todos esos
artistas, periodistas, activistas, políticos, etc. que se movilizan
públicamente para pedir ayuda para las personas desesperadas que llegan a
Europa, sin señalar las causas del problema. Muy bien, ayudemos a los
desplazados. Pero... ¿no tienen nada que decir contra el imperialismo
occidental que provoca esa oleada de refugiados y de muertes? ¿Quieren
explicarnos porqué colaboran directa o indirectamente con los gobiernos
de la OTAN y las grandes corporaciones que financian y patrocinan la
guerra y el terrorismo yihadista internacional?
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