sábado, 9 de julio de 2016

España es uno de los tres países desarrollados que paga pensiones vitalicias a expresidentes y exministros

España es uno de los tres países desarrollados que paga pensiones vitalicias a expresidentes y exministros

 

España es uno de los únicos tres países del mundo desarrollado que paga a sus expresidentes y exministros después de dejar su cargo. Las pensiones a políticos son poco comunes en Europa. Sólo algunos países compensan a sus políticos tras abandonar los cargos durante los años que están obligados a permanecer lejos de los puestos directivos de la empresa privada.




Felipe González fue presidente del Gobierno del año 82 al 96. José María Aznar tuvo el mismo cargo entre el 96 y el 2004 y fue sustituido por José Luis Rodríguez Zapatero hasta 2011. Al margen de su cargo de presidente durante unos años, todos ellos tienen algo más en común. Como apunta el abogado Victor de Gregorio Alcaide, se asemejan también en que "por el simple hecho de haber sido presidentes tienen derecho a cobrar una pensión vitalicia, a tener chófer, escolta, oficina y más privilegios".


En España la pensión vitalicia para cada expresidente es de unos 75.000€ euros. Una medida que, según algunos partidos, debería ser incompatible con otros ingresos privados. Según el diputado y portavoz adjunto de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, "tiene que ser una dedicación pero no una especie de entrada a unos privilegios interminables e inalcanzables".


Pero hay más. Una vez que abandonan el puesto, pueden entrar en el Consejo de Estado. Otros 100.000€ con carácter vitalicio pero, ahora sí, incompatibles con la empresa privada. Algo similar ocurre con los exministros durante dos años tras su cese. De Gregorio explica que "si ha estado durante cuatro años, tiene derecho a dos años. Si han estado solo un tiempo determinado, no los cuatro años, es el 50% del tiempo que han sido ministros".


¿Qué ocurre con los altos cargos en las Comunidades Autónomas? En Cataluña, por ejemplo, a la figura del expresident le corresponde una pensión durante cuatro años después de su cese y, a partir de su jubilación, una pensión vitalicia de 100.000€ anuales.  En el País Vasco, el lehendakari cobra unos 8.000 euros y el 40% de su sueldo durante un año y, tras su jubilación y de forma vitalicia, la mitad de su sueldo. En comunidades como Galicia, Castilla y León, Valencia o Asturias, los expresidentes pueden entrar a formar parte de los Consejos Consultivos para quienes también se asigna un sueldo tras abandonar su cargo.









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