El máximo órgano judicial
turco ha suspendido de sus funciones a 2.745 jueces, según informan
medios locales como Hurriyet y la agencia Reuters. Según las primeras
informaciones, la razón es esgrimida es su conexión con los golpistas.
Además, cinco de los máximos responsables de este Consejo Superior de
Jueces y Fiscales han sido apartados para proceder a nuevos
nombramientos.
Por otro lado, nueve miembros del Consejo de Estado y un
miembro del Tribunal Constitucional han sido detenidos.
El primer ministro Yildirim,
la primer voz oficial del gobierno en salir al paso del golpe durante
la noche del viernes, ha añadido que el ejecutivo está estudiando
reformar la ley para facilitar las condenas a penas de muerte.
Esta situación excepcional
es especialmente delicada tras la detención de unos tres mil militares
que participaron en las operaciones del golpe de Estado que finalmente
fue repelido en la calle.
Erdogan
prepara su respuesta y ya anunció mano dura a pocas horas de iniciarse
el golpe. El primer ministro turco tiene un largo historial de políticas
autoritarias y ha expresado su deseo de que los golpistas “paguen el
precio más alto” por sus acciones.
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