La viruela mató, a lo largo de los siglos, más personas que todas las demás enfermedades juntas.
La viruela mató entre 300 y 500 millones de personas sólo en el siglo veinte.
La mayoría niños, dejando con secuelas permanentes a cientos de millones de personas más (desfiguraciones, horribles y profundas cicatrices en el mejor de los casos, daños cerebrales en algunas ocasiones, ceguera en un tercio de los supervivientes, etc)
La viruela era tan frecuente y tan mortal que en la India no se ponía nombre a los niños hasta que no pasaban la edad en que la enfermedad era más probable. Era tremendamente contagiosa y morían, según las condiciones y la clase de viruela, entre el 20 y más del 60% de los afectados. En algunas cepas, como la hemorrágica y la maligna, la mortalidad era prácticamente del 100%.
Hoy la viruela es la única enfermedad erradicada completamente del mundo por los humanos. ¿Cómo se hizo?.
A finales de los años 50 los comunistas de la URSS tuvieron un sueño que nadie antes había tenido. Acabar con una enfermedad en todo el mundo salvando de ella a la humanidad. Acabar con la viruela para que los niños del futuro, las generaciones venideras, nunca más la sufriesen y solo la conociesen por las fotos.
Los comunistas mandaron a su Viceministro de Sanidad, Viktor Zhdanov, a plantear su plan ante la OMS en su 11ª Asamblea, el año 1958.
El plan de los comunistas tenía unas proporciones gigantescas,nunca vistas. Pretendía hacer una campaña obligatoria de vacunación en todos los países del mundo sin tener en cuenta si sus gobiernos eran amigos o enemigos, aunque hubiera guerras, aunque en muchos no había ningún sistema sanitario.
Habría que llegar hasta los más recónditos lugares del planeta. Los países ricos proporcionaran las vacunas a los pobres.
El plan original pretendía acabar con la enfermedad en 5 años, pero hubo de ser modificado como se verá.
Muy pocos en la OMS creían que fuera posible. Demasiado dinero, los países más afectados eran los pobres que no tenían sanidad ni vacunas, demasiada "utopía"...
Los comunistas no dieron marcha atrás.
Si la OMS no aceptaba, ellos solos, los países comunistas de la tierra, lo harían tardasen lo que tardasen.
La URSS ya tenía preparadas 25 millones de vacunas para comenzar, Cuba había preparado 2 millones de dosis...
Tras discusiones y acuerdos, con algunas modificaciones al plan original y sin mucha confianza en el resultado, los miembros de la OMS aceptaron por solo 2 votos de diferencia.
En 1959 comenzaba el sueño a hacerse realidad.
En 1967 todavía morían 2 millones de personas/año en el mundo pero ya se había salvado la vida y los ojos y el cuerpo de muchos más millones de niños de los que nadie ha salvado jamás en la historia humana.
En 1972 se produjo el último brote de viruela en Europa. Por suerte para los europeos ocurrió en la Yugoslavia socialista del mariscal Tito, donde la salud pública era gratuita y el Estado la consideraba el mantenerla como una obligación y una responsabilidad propia.
En Yugoslavia la enfermedad ya se había extinguido tiempo atrás pero un albanocosovar musulmán se fue de peregrinaje a alguna ciudad santa islámica y volvió con una peligrosísima "viruela mayor" (en aquella época era ya también rara en los países árabes).
El caso es que a su regreso contagió rápidamente a un total de 175 personas, lo que produjo 35 defunciones.
La respuesta del gobierno yugoslavo fue instantánea y radical. En cuanto tuvieron conocimiento del problema, entraron en contacto con la Organización Mundial de la Salud para comunicarlo; declararon la ley marcial y la cuarentena allá donde aparecía un caso ; re-vacunaron rápidamente al 100% de la población por prevención, empezando por los colegios y centros de trabajo pero terminando por todo el mundo.
En poco más de siete semanas la viruela había desaparecido otra vez de Yugoslavia y de Europa. En esta ocasión para no volver.
En 1974 hubo un revés en la India, un brote epidémico de grandes dimensiones que hizo pensar a algunos en el fracaso, Nada más lejos de la realidad, se aprovechó para redoblar esfuerzos y hubo una concienciación de lo que significaba no acabar con esa terrible enfermedad.
En octubre de 1975, una niña bangladeshí de 2 años de edad llamada Rahima Banu se convertía en la última víctima natural de viruela mayor en el mundo (y sobrevivió).
En 1977, uno de los muchos vacunadores temporales africanos llamado Ali Maow Maalin se contagió de viruela menor durante un viaje a una aldea remota donde le habían dicho que había dos niños con la enfermedad, pero sobrevivió también.
En 1978, la fotógrafa médica Janet Parker se infectó con una muestra en la Universidad de Birmingham, pereciendo poco después; el médico responsable, el profesor Henry Bedson, se suicidó a continuación.
Y nunca más. Se acabó. La viruela había sido erradicada de la faz de la Tierra.
Probablemente en cada una de nuestras familias, hay alguna persona que hubiera tenido viruela de no haberse hecho realidad el sueño comunista.
Lamentablemente, aunque hay algunas enfermedades en retroceso, nunca se ha dado otro éxito igual en la historia humana. ¿A quién le importa ya lo que pase en el tercer mundo en el que no hay dinero para vacunas?.
Al fin y al cabo, ya no existe la URSS... y dicen algunos, sin demostrar nada, que dar comida, sanidad, trabajo, vivienda, alimento, estudios, vacaciones, ocio, cultura y vida al 100% de la población fue un "fracaso económico"
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