Otra vez Paris se convirtió en un campo de batalla. Decenas
de muertos, cientos de heridos y las mismas consignas de respuesta del
gobierno francés frente al ataque yihadista que ya se han escuchado en
Estados Unidos y España cuando acciones similares generaron idénticas
masacres. Frente al horror se quiere responder con más horror, se
habla en los titulares de los principales medios con total ligereza, de
que “ahora sí empezó la guerra”, o se alimenta la idea (en forma directa
o solapada) de que el mundo árabe y musulmán atenta contra la
sacrosanta democracia francesa. A sabiendas que la casi totalidad de esa
colectividad repudia al ISIS y sus protectores.
Tiene muchísima razón el presidente sirio Bachar Al Assad
cuando, después de condolerse por las víctimas de los atentados,
recuerda que “Francia conoció ayer lo que vivimos en Siria desde hace
cinco años”. Y lo dice precisamente quien en innumerables ocasiones ha
intentado -como antes lo había hecho el líder libio Gadaffi- convencer a
los gobernantes franceses que no armaran, equiparan logísticamente y
costearan con millones de dólares a los ejércitos mercenarios que han
sembrado el terror, la muerte y el desesperado destierro de cientos de
miles de sirios e iraquíes. En cada ocasión que este mensaje resonaba en
los foros internacionales, la posición francesa siempre fue la misma:
ratificar su creencia de que exportando la guerra, alineándose con la
OTAN y subordinándose ante el mandato imperial monitoreado desde
Washington, “el problema sirio”, es decir el tan buscado derrocamiento
de Al Assad, iba a ser resuelto.
Está claro que como le ocurriera a los gobernantes
derechistas españoles el 11M del 2004, el tiro les salió por la culata.
En esa ocasión, el yihadismo, al que España y su alianza con la OTAN
habían querido combatir mediante su presencia en Iraq y Afganistán,
decidió responder con la misma medicina, y como en París ahora, los que
pagan los errores de los poderosos siempre son los ciudadanos de a pie,
cuya única culpabilidad, si es que la tuvieran, quizás sea votar y
catapultar a la presidencia, a esos asesinos seriales que luego los
condenan a la muerte.
Ahora, como ocurriera en el mismo escenario con la masacre
de Charlie Hebdo, vuelven a sentirse las tan repetidas consideraciones
hipócritas. Todos a la vez, los mandamases europeos prometen más
medidas represivas, más censura, más fabricación de armamento para
alimentar intervenciones bélicas. Juran que “hoy somos Francia”, en vez
de prometer ante las víctimas: “Nos iremos de la OTAN”. Con esas y
otras actitudes similares dejan al descubierto que junto con los
asesinos de un yihadismo que no representa de ninguna manera al Islam,
ellos -los Hollande, Sarkozy, Rajoy, Merkel y quienes los auspician
desde el Pentágono, son los principales responsables de estas acciones
bárbaras. Las han alimentado persiguiendo hasta el cansancio a los
musulmanes de la periferia de Paris y las diversas ciudades francesas,
negándole el uso de recintos para hacer sus oraciones o generando
allanamientos en las mezquitas donde era común practicar pacíficamente
su derecho al rezo. Allí están como ejemplo esas leyes que prohiben
desde 2011 el uso del velo y también la pollera islámica y la burka en
los espacios públicos, no obligando de la misma manera a ciudadanos
franceses que comulgan con el judaísmo. Segregando al mundo islámico y
exibiéndolo ante la sociedad francesa como “el enemigo”, de la misma
manera que Israel hace con los palestinos desde hace más de seis
décadas.
No es misterio para nadie y menos para los devaluados
Servicios de Inteligencia francesa, que muchos de los humillados,
desempleados y perseguidos por leyes draconianas y racistas que
habitaban en la “Banlieue” parisina, fueron cooptados primero por el
Frente Al Nusra y luego directamente por el ISIS para que sean parte de
la experiencia de sembrar el terror en Siria e Iraq y lo más paradójico
es que salieron desde el territorio francés en numerosas ocasiones con
el visto bueno de un gobierno que los sintió como sus “soldados de
avanzada”. En ese momento, las masacres que esos mercenarios producían
en Mossul, Raqqa, Aleppo,Homs o en Palmira, no preocupaban a Sarkozy ni
tampoco a Hollande. Eran “daños colaterales” lejos de la comodidad
parisina que hasta ese momento parecía blindada, inviolable.
Tampoco dijeron nada importante del atentado sangriento cometido esta
semana en El Líbano y seguramente muy festejado en Tel Aviv o en la Casa
Blanca, ya que en esa ocasión la matanza ocurría en un barrio
controlado por Hezbolah. En este caso, los muertos eran tan árabes como
los palestinos asesinados en estos días en Cisjordania o en Gaza, cuyos
nombres no cuentan para los grandes medios, como tampoco el dolor de sus
familiares o las imágenes dantescas de sus viviendas arrasadas.
Eso no tiene más que un nombre: doble rasero, praxis mentirosa, odio al diferente.
Lo que ahora a ocurrido en París tiene también otra
explicación no menos importante. En los últimos meses en el escenario
sirio ha ocurrido un hecho que cambió la relación de fuerzas. Rusia
decidió intervenir, al rescate de un gobierno y un pueblo asediados por
el terror, y lo hizo a su manera, logrando éxitos inmediatos en la lucha
contra el ISIS y demostrando que todas las acciones anteriores,
propagandizadas por la OTAN y Estados Unidos, habían sido una farsa
gigantesca.
Golpeado en sus bases principales, destruidos muchos de sus
almacenes de armamento y sintiéndose traicionados por quienes los
arroparon desde Arabia Saudí, Turquia y los países occidentales, muchos
de los mercenarios optaron por retornar a sus sitios de origen, entre
ellos los europeos. Tanto es así, que ese “retorno” fue anticipado por
algunos analistas franceses, quienes aseguraban que “ahora el peligro
puede estallar a nuestros propios pies”.
De eso se trata precisamente
esta repudiable venganza yihadista, que más allá del falso llanto de
quienes los gobiernan, debería ser un llamado urgente para que la
sociedad francesa, como otras del continente europeo, se decidan a
interpelarlos, y exigirles que abandonen sus ideas expansionistas,
injerencistas y autoritarias. Que cesen los comportamientos xenófobos,
como los que a pocas horas de ocurrir estos atentados, ya han generado
el incendio de un campo de inmigrantes refugiados en Calais. Que miren a
quienes huyen de las guerras provocadas por la OTAN, como hermanos y
no como enemigos. Que se vuelquen a comportamientos humanitarios y no
busquen excusas donde sólo hay hombres y mujeres que quieren ser
tratados como tales y no como ciudadanos de segunda clase.
Quizás, estas circunstancias marcadas por el dolor, puedan
servir de punto de inflexión para buscar un punto de inicio diferente.
Si esto no ocurriera, como parece probable visto lo visto, nadie,
absolutamente nadie tendrá derecho a preguntarse, cuando el horror se
repita: “¿Por qué a nosotros…?
- El peor de los ataques ocurrió en la sala de conciertos de Bataclan, donde murieron al menos 82 personas durante una toma de rehenes de casi tres horas. En el lugar, con capacidad para 1,500 personas, había una presentación en vivo de la banda de rock estadounidense Eagles of Death Metal. Medios franceses informaron que al menos cuatro terroristas dispararon a diestra y siniestra contra los asistentes. El ataque comenzó hacia las 9:00 PM. Luego de la incursión policial, cerca de la medianoche, las autoridades indicaron que dieron muerte a tres de los atacantes. Uno de los oficiales describió la escena como “una carnicería” y dijo que los sujetos armados lanzaron explosivos contra los rehenes. Este sábado la policía identificó a uno de los atacantes como un ciudadano francés de 30 años que estaba fichado por las autoridades francesas por su radicalización extremista.
- Tres explosiones ocurrieron cerca del Estadio de Francia, en el norte de la capital, mientras se desarrollaba un partido amistoso entre las selecciones de Alemania y Francia. Cuatro personas murieron y al menos una de las explosiones fue obra de un kamikaze, según AFP. Las detonaciones ocurrieron en dos accesos del estadio y cerca de un McDonalds. El presidente Francois Hollande se encontraba en el estadio viendo el partido y fue evacuado de emergencia.
- Otro ataque armado se produjo en el cruce de las calles Bichat y Alibert, entre el bar Le Carillon y la terraza del restaurante Le Petit Cambodge situado en el décimo distrito de París. Al menos 12 personas murieron.
- También se registró un tiroteo en el bar La Belle Equipe, en la calle de Charonne, un poco más al sur de la sala de conciertos Bataclan. Medios franceses indican que en este punto hubo 19 fallecidos.
- En la calle Fontaine au roi, en la terraza de la pizzería La Casa Nostra, varias ráfagas de una “ametralladora automática” abatieron al menos a cinco personas, según un testigo citado por AFP.
- Medios franceses indicaron que al otro lado de la Plaza de la República, en el bulevar Voltaire, se registró otro ataque de kamikaze.
- El presidente francés, Francois Hollande, acusó directamente a Estado Islámico (ISIS) de “un acto de guerra”. En una breve intervención, estableció el número de muertos en 127 y declaró tres días de duelo. Tras el ataque, el mandatario declaró el estado de emergencia y ordenó el cierre de las fronteras. “Sabemos de dónde viene, quiénes son estos criminales, quiénes son estos terroristas”.
- Los hospitales públicos de París indicaron este sábado que un total de 300 personas fueron ingresadas tras los atentados del viernes, entre ellas 80 están en estado muy grave y 177 en estado relativamente grave.
- Las víctimas están siendo atendidas principalmente en los siguientes hospitales parisinos: Saint-Louis, La Pitié-Salpetrière, Georges-Pompidou, Henri-Mondor, Lariboisière y Beaujon.
- Al menos 1,500 militares suplementarios han sido movilizados mientras la región de París está casi paralizada: museos, escuelas e institutos permanecerán cerrados. Las autoridades han pedido a los habitantes de París que no salgan de sus casas a menos que sea necesario.
- Forenses tratarán de analizar el ADN y las huellas digitales de los atacantes muertos para poder avanzar en la investigación. Según la radio France Info, este trabajo podría llevar hasta dos días.
http://www.resumenlatinoamericano.org/2015/11/14/especial-atentados-en-francia-el-horror-en-paris-es-diferente-al-de-siria-iraq-palestina-y-el-libano-por-carlos-aznarez-y-otras-informaciones-sobre-lo-ocurrido-en-paris/
- El fiscal general de París informó que cinco atacantes fueron “neutralizados”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario