jueves, 15 de octubre de 2015

Todos pagamos el cuidado de papá Rajoy



Cuidar a los padres es algo habitual, de buena gente, y obligado para los hijos. No siempre ocurre, por varias razones. Algunos hijos se despegan de sus padres y los olvidan cuando les necesitan en la vejez. Otros, aunque quieran no pueden hacerlo como desearían, puesto que sus obligaciones propias apenas les deja tiempo, y además no siempre tienen el dinero para poder pagar a alguien que los cuides. Es más, todos sabemos que hoy se da más el caso de ancianos que ayudan a sus hijos y nietos que al revés.


Pues bien, hay algunos personajes que no tienen problemas. Todo lo tienen resuelto. Y si no, fíjense en lo que ocurre con el padre de Rajoy. Este presidente que se ha cargado la dependencia, que deja las pensiones prácticamente congeladas y ha recortado todo tipo de ayudas, también a los ancianos necesitados, resulta que tiene a su padre en La Moncloa, a nuestro cargo.


Bien digo, Rajoy tiene a papá Rajoy en su palacio de presidente y le cuida con los recursos del Estado. O sea que mientras gran parte de los ancianos apenas tienen ayudas, sus hijos no pueden atenderles, ni tienen medios para pagar una residencia o alguien que les cuiden, papá Rajoy está en La Moncloa, a costa del Estado, o sea de todos nosotros, y tiene a su disposición todo lo que desea, entre otras cosas, dos cuidadores que se turnan y le atienden las veinticuatro horas.


No se trata de que le desee al buen señor nada malo, pero si me parece que es otro abuso, puesto que precisamente, ‘nuestro líder amantísimo’ sí que podría pagar de su bolsillo la atención que requiere su padre.

 
Muchos son los que dicen que el sueldo del presidente del gobierno es bajo. Y efectivamente no es muy alto si se compara con el de otros políticos de menor nivel que ganan más, no obstante el caso del Presidente es muy particular, puesto que no sólo gana un sueldo (78.000 euros anuales) sino que además tiene una serie de prebendas que no tienes otros altos cargos.


Tiene a su disposición un palacio, en el que no se tiene que gastar nada. Limpieza, luz, agua, gas, teléfono y mayordomos, criados, jardineros y cocineros a su servicio están incluidos. Además tiene coche a su disposición, una bodeguita y un servicio de seguridad (lo único que es necesario). También tiene una profesora que le enseña inglés a cargo del contribuyente, como todo lo demás.


 Y a lo anterior hay que añadir que este presidente, o sea D. Mariano, tiene a su padre bien cuidado a nuestra costa. O sea que de su sueldo puede ahorrar tranquilamente el 90%. Todo se lo pagamos, hasta las reuniones con los amigos (si los tiene) cuando les invita.


Total que el sueldo es mucho más de lo que percibe en efectivo, y no hablo de lo que le paga el PP (unos 100.000 euros anuales más, de los que una parte importante es también dinero público, puesto que viene de las subvenciones a los partidos), puesto que todos los gastos que tiene cualquier ciudadano normal, este presidente los tiene pagados.


Por todo eso, es mucho más grave que cargue sobre las espaldas de los españoles, el cuidado de su padre, cuando debería absorberlo él de sus recursos personales. ¡Y se hace llamar austero!, ¡hay que tener cara dura! Pero claro, una más, y es que los peperos se creen que todo el monte es orégano y todos los ciudadanos sus paganinis.


Salud y República



 





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