lunes, 7 de septiembre de 2015

Huyendo de la guerra



Millones de cadáveres de africanos
valen menos que la materia prima que robamos de sus países.



Las guerras provocadas

por una descolonización deshumanizada

no cuentan como curriculum a la hora de ser asilado

en la Unión Europea.



Somos la cobardía, la humillación,

la sinrazón de un mundo que hace mucho

que perdió el corazón y los sustituyó

por una pepita de oro, por un diamante,

por un puñado de acciones en una

fértil empresa petrolífera.
 

No tenemos remedio.
No buscamos el remedio.
No queremos el remedio.







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