Dicen que no hay peor
ciego que el que no quiere ver pero se equivocan. El peor ciego es el
que ve perfectamente y aun así niega la mayor.
Afirmar que las medidas
aceptadas y llevadas a cabo por Syriza representa a algo que tenga
alguna relación con la izquierda o intenta engañar o engañarse así
mismo. Como es prácticamente imposible ante la evidencia mas cristalina
negar que lo aceptado por Syriza va en linea del neoliberalismo más
rastrero, los que se quieren engañar o los que quieren engañar se
atreven a decir que no había ninguna otra alternativa, que era eso o la
barbarie. Algo así como cambiar el eslogan de Rosa Luxemburgo
“socialismo o barbarie” por “capitalismo o barbarie”. Pero no olvidamos
que a Rosa la mataron los socialdemócratas. Y los socialdemócratas junto
a la derecha europea están matando la verdad en torno a todo lo
sucedido en Grecia.
La derecha porque la
situación de Grecia y de todo el mundo no es algo que ha caído del cielo
sino que responde fielmente al funcionamiento de los esquemas del
capitalismo. Y la socialdemocracia por intentar hacernos creer que no
hay opciones. Esa sucia mentira duele como sal en la herida. La herida
de pasarse por el arco del triunfo un referéndum ganado por la clase
trabajadora griega, ganado por todas las clases trabajadoras del mundo. Y
echada al desagüe por unos políticos y económicos profesionales que no
han estado a la altura. Parece la misma canción monótona de siempre. Ya
no hace gracia.
Incluso hasta desde el
entorno de Tsiripas se habían barajado y puestas por escrito
alternativas para estirar y presionar las negociaciones, desde la
plataforma de izquierda de Syriza también se tenía todo un plan
alternativo de ruptura de negociaciones y abrir paso a un nuevo camino y
todos los sectores anticapitalistas del país tenían alternativas. Todas
ellas rechazadas por un grupito de iluminados académicos devenidos en
izquierdistas y desconectados con el sufrimiento de quienes han caído en
la pobreza y los votantes que están en el paro, que desde el minuto uno
solo tenían en mente aceptar el austericidio en las mejores condiciones
para sectores de la clase media acomodada griega a la que ellos
pertenecen. Esos académicos volverán a sus buffetes y a leer documentos
en foros sociales tranquilamente a ver cuántos incautos de la clase
obrera logran engañar. Mientras la clase obrera seguirá hundiendose en
la mierda.
Me pregunto porqué los
progresistas y socialdemócratas mienten. ¿Será cuestión de agendas?¿Será
cuestión de lemas que se reparten en despachos?¿De lobbys? ¿De
vasallaje a presidencialismos?. Muchas veces se habla del dogmatismo de
la izquierda revolucionaria y radical, pero eso es un juego de niños
comparado con el dogmatismo malsano que impera en la socialdemocracia.
Los progresistas
sinceros deben salir de ese dogmatismo. Ese progresismo debe aceptar su
derrota y sus límites. Que es imposible un capitalismo amable y que hay
vida fuera de la UE, de la OTAN y del euro. Una vida mejor. Una
verdadera alternativa. Aferrarse a la soga que se cierra en nuestro
cuello es nuestra propia muerte. Ningún pueblo de Europa necesita a esas
estructuras para vivir y ser feliz.
Hoy Syriza sigue los
caminos de sus predecesores socialdemócratas. Y lo único que va a poder
liderar es el acuerdo militar con Israel, el acuerdo con las fuerzas
burguesas griegas, la represión del movimiento popular y la ejecución de
medidas anti-populares a las que por desgracia han dado el visto bueno
sin motivo ni razón confesable. La izquierda no puede permitirse mas
gestores del capital que siempre acaban igual. Se llamen PSOE, PASOK,
Euskadiko Ezkerra, o reencarnaciones 2.0.
Hace falta algo nuevo.
Una izquierda institucional rupturista sin renuncias. De la misma manera
que la derecha no renuncia a nada y así les va, de perlas.
Es ya de lo mas cansino
el bucle donde en el cual en momentos determinados se produce un ascenso
cualitativo de la lucha, y la fragmentación mágicamente se abre paso,
por un lado mediante el institucionalismo autocentrado en reformas que
nunca llegan abriendo paso a la asimilación y repitiendo paradigmas de
la búsqueda imposible del rostro amable del capitalismo, de una
izquierda revolucionaria incapaz de ponerse al pueblo detrás mediante
alianzas programáticas y de acción ascendentes y un movimiento social
que queda aislado o es usado.
Syriza se ha roto. Lo
cual no es de extrañar. Los sectores de izquierda del partido van a dar
paso a la creación de una nueva formación llamada Unidad Popular con
objetivos estratégicos claros que no pasan por la aceptación de ningún
memorandun.
Los progres siempre se
piensan que la unidad de acción y la pluralidad se basa en su ombligo y
en aceptar como mínimos sus renuncias, fracasos y postulados. Pero no es
así. Ojalá la izquierda griega pueda recomponerse y todos aquellos
partidos y movimiento social que dijeron OXI y nunca se retractaron
puedan llevar a cabo esa unidad. Desde el KKE pasando por Antarsya hasta
la plataforma de izquierda de Syriza hoy llamada Unidad popular y todos
aquellos sectores sociales y sindicales que están hartos ya de lo mismo
de siempre. No será fácil y hay muchos obstáculos, tanto internos como
externos, algunos debido al partidismo muy difíciles de superar, pero
aquí si que no hay mas alternativa. O la izquierda rupturista griega se
une o el pueblo griego seguirá igual de mal porque nadie más va a poder
sacarlo del pozo donde está como ya ha quedado demostrado.
Al progresismo solo le
queda ya hacer el trabajo ideológico del capital dentro de la clase
trabajadora y lanzar sus cartuchos: ” Sin el euro habrá un tragedia”,
“UE o muerte”, “El pueblo no quiere”.
Fuente: Borroka garaia da!
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