jueves, 30 de julio de 2015

La Púnica, un asunto inundado de cojones, putas y pollas





Tacos. Muchos tacos. Mucho genital. Muchas pollas. Porque para ser malo malo hay que soltar palabros cada dos por tres. Cuanto más zafios, cuanto más burdos, más malo es uno, como el exalcalde José Miguel Moreno: "Me hice diputado para tocarme los huevos". Quizá la frase que mejor retrata las tramas que ha montado el PP por toda la geografía nacional.

El farragoso sumario de la Operación Púnica, cerca de 30.000 folios, cuenta con un singular aceite que engrasa cada conversación entre los granados y marjalizas. Así, el documento contiene 218 veces la palabra "joder", 172 veces la expresión "puta", 181 el vocablo "coño", en 101 ocasiones el término "cojones", y 93 veces aparece la palabra "culo".

Cualitativamente, como muletillas destacadas, despunta el uso de la palabra "polla" o "pollas", con 63 apariciones, y también el de la expresión "puta madre", bien precedida del pronombre "su" o del más directo y acusatorio "tu": 44 veces en total. El paisaje se completa con otros vocablos como "huevo", utilizado en 39 ocasiones y no para hablar del alimento, o con las 10 "hostias". Como postre aparece un "cipote" y un "nabo".

El sinónimo de pene salpimenta todo el sumario. Marjaliza le dice a un concejal de Valdemoro que unos terrenos no salen adelante "porque hay un general o alguien tocando la polla". El diputado Moreno habla con Marjaliza sobre la posibilidad de que Ignacio González no sea candidato del PP a la Comunidad:

"Me llegan rumores de que no repite", dice Marjaliza. "Pues que haga lo que se le ponga en Ia polla. Si repite cojonudo y si no...", repone Moreno. Y remata el primero: "Que nos den por culo a todos".

Pedro García, de Cofely, también se refiere al miembro viril al decirle a Marjaliza, sobre un negocio pendiente, que "si no hay donación, no hay pollas", mientras a Javier Hernández, edil de Valdemoro, le "suda la polla" lo que piense Marjaliza sobre un particular. Moreno le pide a Granados que le defienda ante determinado concejal: "¡Una polla como una olla!", le contesta el ex número 2 de Esperanza Aguirre.

Incluso se crea una versión toponímica: el concejal Javier Rodríguez le dice a Pedro Cofely que va a ser difícil "sacar 240.000 euros" de algún manejo en el pueblo madrileño de Serranillos. García responde florido: "Ni Serranillos ni Serrapollas, hay que sacarlos".

Pedro Cofely dice en otro pasaje que a un concurso se han presentado demasiadas empresas: "Clece, Ferroser y su puta madre en bicicleta". Y volvemos, como colofón, al tema glandular. A Raúl Calvo, de la firma DICO, le "suda el nabo" trabajar ahí o en otra empresa.

Marjaliza habla con la empresaria Ana Mayoral sobre una tal Encarna que le debe dinero de un alquiler. El conseguidor de Púnica, sin piedad, le aconseja a Mayoral que le corte la luz como medida de presión. Y que le diga: "A mí qué me importa, te hago lo mismo que tú me has hecho a mí, he dado yo orden de cortar la luz. Me suda el cipote que no tengas luz".


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