A beber, a comer y a cantar las cosas del Borbón
A sus cenas yo no puedo entrar pero pago el facturón.
Y encima no tenemos dos, sino cuatro reyes ¡Récord Güinnes! ¡Cómo viven los Gorrones! Pero "todos" debemos cumplir la ley, que diría Felipe de Franco
La Casa del Rey acaba de abrir el concurso público para el suministro de productos alimenticios del próximo año (del 1 de enero al 31 de diciembre). La lista de la compra que ha redactado es una de las más amplias entre las elaboradas por otros organismos oficiales o instituciones; si no es la más extensa. El contrato va dirigido a "la cocina del personal de servicio de la Casa del Rey y la Guardia Real en el Palacio de la Zarzuela y la cocina de los acuartelamientos de la Guardia Real en El Pardo".
El presupuesto de
licitación asciende a 786.000 euros (impuestos incluidos) y está
dividido en siete lotes, según consta en el pliego de prescripciones
técnicas elaborado por el jefe de administración económica del Cuarto
Militar del Rey y Guardia Real y consultado por Vozpópuli. El primero de
los lotes recibe la mayor cuantía, en concreto 271.129,94 euros, y
cubre artículos de carne, embutidos y ovoproductos. No faltan aquí el
cordero lechal, la paletilla, la presa ibérica, el secreto ibérico o el
rabo de toro.
El segundo lote con un
importe más elevado es el de pescados y maricos, que se sitúa en los
175.027,72 euros. En este caso, el pedido incluye, entre otros manjares,
el salmón, cuya "presentación se hará en los envases de origen
procedentes de Noruega y/o Escocia", según establece el pliego, el
rodaballo o el genuino besugo, el pagellus bogaraveo, el más caro de su
especie. También se encargarán gambas, langostinos, cigalas, cangrejos,
mejillones o almejas finas, entre otros tipos de marisco.
El salmón tiene que ser presentado en "envases de origen procedentes de Noruega o Escocia"
A continuación, el
tercer lote de mayor cuantía es de "ultramarinos, aguas, bebidas y
productos varios". En este apartado aparecen algunas bebidas alcohólicas
de alta graduación, pese a que están siendo retiradas de la lista de la
compra de la mayoría de organismos oficiales que ofrecen menú a los
empleados públicos. Por ejemplo, hay encargo de botellas de "brandy",
"anís semidulce" y "anissette dulce". Todo con cargo a los Presupuestos
Generales del Estado (PGE).
La dispensa de bebidas
espirituosas costeada con dinero público también se da en el Ministerio
de Defensa. Tal y como informó Vozpópuli, el departamento de Pedro
Morenés mantuvo para 2015 la venta de bebidas alcohólicas a un precio
muy inferior al de mercado en el Centro Superior de Estudios de la
Defensa Nacional (Ceseden), considerado el principal centro docente
militar. Defensa fijó a las empresas candidatas unos "precios máximos"
para su oferta de combinados. En concreto, los importes límite (con IVA
incluido) se establecieron en 3,80 euros para gin-tonic nacional; 4,30
ginebra de importación; 3,80 ron Bacardí; 3,80 ron Negrita; 3,80 whisky
nacional y 4,30 whisky de importación.
En el pliego de la Casa
del Rey y la Guardia Real, es llamativo igualmente el amplio número de
salsas que son demandadas. Una de ellas es la "Worcestershire", de
origen inglés, que contiene vinagre, agua, melazas, azúcar, sal,
anchoas, tamarindo, chalote, ajo, especias y aromas naturales.
El lote restante que no
baja de los 100.000 euros (alcanza los 109.370,17 euros) hace referencia
a las frutas, verduras, hortalizas y tubérculos. En el epígrafe de
frutas frescas, hay mención a picotas y cerezas extra, ciruelas,
"fresones", wikis o actinidias, manzanas "golden delicious" o plátanos
de Canarias, por citar algunos productos. Otros más exóticos son las
papayas o las paraguayas.
Pizza, bombones y helado
La lista de la compra
real es completada con los lácteos (40.744,46 euros), los congelados y
precocinados (37.439,73 €), el pan (26.821,16 €) y la bollería y
pastelería (13.785,58 €). Entre los precocinados figuran los "rollitos
de primavera" y las pizzas. Tampoco faltan los bombones y los helados.
La calidad que se pide
para estos productos suele ser "extra" o "primera". El pliego detalle al
máximo los componentes que deben tener cada uno de ellos. Por ejemplo, a
la hora de encargar los huevos, el contratista fija el porcentaje
mínimo de proteínas que han de contener o la cantidad máxima de ácido
láctico. Una precisión muy por encima de la habitual en este tipo de
licitaciones públicas. El plazo para la presentación de ofertas de las
empresas candidatas concluye el próximo 9 de septiembre
vozpopuli.com
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