sábado, 6 de septiembre de 2014

Apoyo absoluto a la Revolución Bolivariana y al gobierno de Nicolás Maduro.


Apoyo absoluto a la Revolución Bolivariana y al gobierno de Nicolás Maduro.
Por más que los reaccionarios derechistas de la oposición intenten hacer cundir el pánico y fomentar el caos, apoyándose en los Estados Unidos y una patronal nacional que fomenta el desabastecimiento de productos para poder criticar la gestión del gobierno revolucionario. En 2002 ya lo intentaron con el golpe de Estado al Presidente Chávez, y de la misma manera los intentos de desestabilizar el proceso están condenados al fracaso. 
La Revolución ha mejorado las condiciones de vida del pueblo venezolano, poniendo en los primeros puestos de número de estudiantes universitarios de toda América, las viviendas entregadas a las clases populares, la reducción de más de la mitad del paro, la subida continua y progresiva del salario mínimo interprofesional...

No es la primera vez que ocurre algo similar. Siempre que un gobierno revolucionario o de izquierdas llega al poder por elecciones, la burguesía juega este tipo de cartas. Por ejemplo el Chile de Allende, o en la España del Frente Popular, donde la propia patronal comenzó a acaparar productos sin distribuirlos - culpando al Frente Popular por sus políticas - y los latifundistas mermaron la producción de grano para fomentar, por muy duro que suene, el hambre entre las clases populares para que dejaran de mostrar su apoyo al Frente Popular, que atacaba directamente a los intereses de los poderosos.

En la imagen, una viñeta del fantástico dibujante brasileño Carlos Latuff, de 2013, personificando la oposición en Capriles Radonski.



















Apoyo absoluto a la Revolución Bolivariana y al gobierno de Nicolás Maduro.






Por más que los reaccionarios derechistas de la oposición intenten hacer cundir el pánico y fomentar el caos, apoyándose en los Estados Unidos y una patronal nacional que fomenta el desabastecimiento de productos para poder criticar la gestión del gobierno revolucionario. En 2002 ya lo intentaron con el golpe de Estado al Presidente Chávez, y de la misma manera los intentos de desestabilizar el proceso están condenados al fracaso.





La Revolución ha mejorado las condiciones de vida del pueblo venezolano, poniendo en los primeros puestos de número de estudiantes universitarios de toda América, las viviendas entregadas a las clases populares, la reducción de más de la mitad del paro, la subida continua y progresiva del salario mínimo interprofesional...



No es la primera vez que ocurre algo similar. Siempre que un gobierno revolucionario o de izquierdas llega al poder por elecciones, la burguesía juega este tipo de cartas. Por ejemplo el Chile de Allende, o en la España del Frente Popular, donde la propia patronal comenzó a acaparar productos sin distribuirlos - culpando al Frente Popular por sus políticas - y los latifundistas mermaron la producción de grano para fomentar, por muy duro que suene, el hambre entre las clases populares para que dejaran de mostrar su apoyo al Frente Popular, que atacaba directamente a los intereses de los poderosos.



En la imagen, una viñeta del fantástico dibujante brasileño Carlos Latuff, de 2013, personificando la oposición en Capriles Radonski.




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