El funeral de Mandela se puede considerar uno foto fija que ilustra el tiempo que vivimos. Un hombre que se pasó 20 años en prisión, considerado en tiempos enemigo y peligroso terrorista por el establishment, ahora proclamado como faro y guía de todos los hombres de estado. Se veía venir que los estadistas acudirían para salir en la foto, lo que deja a una perpleja es que el reportaje lo realizasen ellos mismos y es que todos juntos, los gestores de los mercados son como niños.
La foto de la ministra danesa con Obama y Cameron es muy ilustrativa, su gobierno es de 2ª división y tener una foto con el mandamás del mundo, al menos por ahora, es como ser músico de provincias y retratase con el Boss, por eso no se pudo resistir, con cuerpo presente incluído. Lo malo es que los poderosos crean tendencia, así que mucho me temo que a partir de ahora comencemos a sacar fotos en funerales como posesos.
Por muy jefazos que sean, hay que reconocer que no han tenido un comportamiento adecuado para unas honras fúnebres.Y qué decir del nuestro, el ínclito Rajoy, que encontró muy emotivo que la exequias se celebrasen en donde ganamos el mundial, el único éxito que vivió el pobrecilllo y por cierto en nada atribuíble a él.
Después de todos estos desatinos, ahora resulta que el intérprete del lenguaje de sordos era un impostor. En esta sociedad nada es lo que parece. Todo el funeral ha sido una impostura.
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