lunes, 4 de noviembre de 2013

Las Syrizas radicales o las cerezas de temporada: Quizás en el estado español, la primera experiencia en ese sentido se dio en Galiza donde una variopinta amalgama de grupos de izquierda

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las Syrizas

Las Syrizas radicales o las cerezas de temporada: Quizás en el estado español, la primera experiencia en ese sentido se dio en Galiza donde una variopinta amalgama de grupos de izquierda crearon Anova y en seguida se le apodó la “Syriza galega”. Pronto Anova pactó con el izquierdismo reformista de IU, con su sucursal galega, sin importarles demasiado ni a Beiras o la cada vez más reformista FPG. Cuantos más mejor parecía, solo importaba que hubiese un montón de siglas de cara a lograr un buen resultado electoral. Como si acudir al parlamento burgués de Galiza o de cualquier otro lugar del mundo fuese la manera de solucionar los problemas de la clase obrera y demás sectores populares. Y no solo eso, se atrevieron a proclamar que el problema nacional, debería pasar a un segundo plano ante la situación general. Si pactas con españolistas, aunque sean de izquierdas… 


Un artículo de Andoni Baserrigorri

Ante la muerte de dos militantes neonazis griegos en un enfrentamiento armado con militantes de izquierda, Syriza, no ha tenido otra ocurrencia que calificar el hecho como que “apunta a la democracia”.

Sin querer entrar a valorar la acción y el desenlace el cual, efectivamente saldó con la muerte de los dos fascistas griegos, la reacción de Syriza, llama y mucho la atención. Y lo hace precisamente porque el supuesto grupo “antisistema” y “anticapitalista” de la “izquierda plural” griega, se ha terminado de desnudar en términos ideológicos.

Quizás haya que hacer un poco de memoria y recordar como desde la prensa de los estados europeos nos han querido mostrar a Syriza, como una izquierda radical, que pretende terminar con el capitalismo y que busca una ruptura en Grecia. Esa fue la puesta en escena y así nos la mostraron.

Dice un viejo refrán castellano que el diablo para engañar siempre mienta las sagradas escrituras. Syriza las ha mentado hasta la saciedad, y ha seguido ese juego, sin duda propagandístico, con la intención de captar el voto de amplios sectores de la sociedad griega que están ya hartas de un sistema, el capitalista que les esta llevando a una situación limite y a una miseria creciente.

No tardaron en salirle imitadores a Syriza. Tanto en el estado español, como en algunos otros lugares, enseguida hubo quienes nos señalaron a Syriza como la esperanza no ya de Grecia sino de Europa y que su estrategia de acumular fuerzas a la izquierda de la socialdemocracia, era el camino para tomar el poder por parte de los sectores populares y empezar a cambiar las cosas en la vieja Europa.

Quizás en el estado español, la primera experiencia en ese sentido se dio en Galiza donde una variopinta amalgama de grupos de izquierda crearon Anova y en seguida se le apodó la “Syriza galega”. Pronto Anova pactó con el izquierdismo reformista de IU, con su sucursal galega, sin importarles demasiado ni a Beiras o la cada vez más reformista FPG. Cuantos más mejor parecía, solo importaba que hubiese un montón de siglas de cara a lograr un buen resultado electoral. Como si acudir al parlamento burgués de Galiza o de cualquier otro lugar del mundo fuese la manera de solucionar los problemas de la clase obrera y demás sectores populares. Y no solo eso, se atrevieron a proclamar que el problema nacional, debería pasar a un segundo plano ante la situación general. Si pactas con españolistas, aunque sean de izquierdas…
 

 
 





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