El Borbón ha afirmado durante su viaje de turismo en la India, que las “serias medidas de política económica emprendidas por el Gobierno ya han comenzado a dar sus frutos".

¿Seguro que estaba sereno?

El Borbón ha afirmado durante su viaje de turismo en la India, que las “serias medidas de política económica emprendidas por el Gobierno ya han comenzado a dar sus frutos". Se nota. Hoy, los medios informan que el número de desempleados aumentó en 85.000 personas alcanzando la cifra histórica de 5.778.100 parados. No es histórica. Esos números están maquillados, hay muchos más. Sumen, por ejemplo, las amas de casa y ya verán la cifra resultante.

 

En fin, prosigamos. Juan Carlos I de Franco, incansable al desaliento, siguió con su perorata: “Estoy seguro de que, saldremos fortalecidos [de la crisis] retomando la senda del crecimiento. Quiero dirigirme al empresariado indio invitándole a conocer más de cerca nuestra economía y las extraordinarias oportunidades de inversión que tiene nuestro país, con una magnífica red de infraestructuras". Tan magnificas como autopistas sin coches y aeropuertos sin aviones.

Tras soltar el discursito, llegó el ansiado momento del brindis y cuando comprobó que su vaso contenía agua, dijo contrariado: “Esperaba una copa de vino”. Igual no se la dieron de vino porque ya había bebido demasiado. Hay que estar medio borracho para decir semejantes majadarerias.

Por cierto y aunque no venga a cuento, no podemos evitar hacernos la siguiente reflexión: Si a las demandas de paternidad, presentadas por dos supuestos hijos putativos, le han respondido que a Su Majestad no se le puede investigar porque lo impide la Carta "Manga" ¿quién nos puede asegurar entonces que Elena, la que utiliza nuestro dinero para enviar a su hija a estudiar al extranjero, Cristina, la del "caso Noós" (Urdangarín) o Felipito el de "cada uno se paga su casa", sean hijos suyos?