sábado, 7 de abril de 2012

Ministro japonés de energía dice que su país debe reducir a cero la dependencia nuclear después del accidente de Fukushima, el más grave de la historia mundial

Japón debe aspirar a eliminar la energía nuclear completamente, dijo el viernes su ministro de Energía, aún cuando el Gobierno busca persuadir al temeroso público de que es seguro reanudar los reactores luego del más potente accidente nuclear del mundo en toda su historia.
Agencias/Kaosenlared

Por desgracia para la humanidad, y para vergüenza de todos esos expertos y apologetas del lobbie nuclear que inundaron de contenidos y discursos pronucleares los principales medios de comunicación del mundo, jurando y perjurando que lo de Fukushima no era ni podía ser comparable a lo acaecido en 1986 en Chernobil, la realidad es que lo sucedido en Fukushima no solo es ya, en este momento, equiparable con la tragedia nuclear vivida en la central ucraniana hace ahora 25 años, sino que está por ver si no es todavía de peores consecuencias sanitarias y ambientales que aquella, tal y como se viene apunto también desde diversas fuentes hace algún tiempo. De momento, hablando solo en términos de mediciones científicas, nadie duda ya de que Fukushima, pese al intento continuado de darle la menor cobertura posible en los medios al servicio del capital para que no se le eche demasiada cuenta en la opinión pública, es el peor accidente nuclear vivido en la historia mundial, superando incluso al accidente en la central ucraniana.

Y para muestra un botón: Japón, país dependiente de la energía nuclear donde los haya, se ha asustado tanto de las consecuencias que podría haber tenido (y en buena parte tendrá) el accidente, que ha decidido poner fin a las instalaciones de energía nuclear en su territorio. Todo una señal inequívoca de la gravedad del suceso.

“La política del Gobierno ahora es reducir la dependencia de la energía nuclear al nivel más bajo posible”, dijo Edano, ministro de comercio y energía japonés, agregando que en el futuro debería representar menos de un tercio de la electricidad nacional que proporcionaba antes de la crisis del año pasado en Fukushima. “Me gustaría ver la dependencia nuclear reducida a cero.

Me gustaría tener una sociedad que trabaje sin energía nuclear lo antes posible”, dijo Edano en una conferencia de prensa sobre política energética. Ahí es nada, en un país donde la energía nuclear era la base fundamental de su funcionamiento energético antes del accidente, y donde, incluso teniendo en su historia las experiencias de Hirosima y Nagasaki, nadie se atrevía a poner en duda la existencia de decenas de centrales en su territorio.
“Personalmente pienso que debe ser reducida lo antes posible. Pero en la realidad qué tan rápido puede ser reducida o si podrá reducirse a cero en último término, quiero juzgarlo en base a la discusión de los expertos”, agregó.

El Gobierno está diseñando un nuevo esquema energético teniendo en cuenta Fukushima, con opiniones de expertos en temas de energía atómica yendo de cero al 35 por ciento del suministro de electricidad. En el 2010, un plan gubernamental había pedido llevarlo a más del 50 por ciento. La industria nuclear de Japón, de hecho, está de rodillas: todos menos uno de los 54 reactores están desactivados y la mayoría están parados debido a tareas de mantenimiento. Ninguno puede reiniciarse hasta que pasen una revisión de seguridad y obtengan la aprobación de los gobiernos locales. Pero menos mal que, según los apologeteas de lo nuclear, no habían sido más que "unos hilillos de radiocactividad".

Desde Kaosenlared, una vez más, para que nadie lo olvide, volvemos a señalar directamente a unos que sobrepasaron todos los límites aceptables moralmente y se comportaron, y se siguen comportando, de manera absolutamente rastrera y miserable con este tema: Libertad Digital. Hay que denunciarlo sin cesar, porque esos miserables luego se permiten el lujo de impartir lecciones de moralidad y derechos humanos cuando lo creen oportuno.
 
Publicado en Internacional
 
 
 
 
 

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