martes, 30 de junio de 2015

Si Grecia cae, la Eurozona se rompe. Si Grecia cae, el mundo ya nunca se creerá que el euro tenga futuro.



Si Grecia cae, la Eurozona se rompe. Si Grecia cae, el mundo ya nunca se creerá que el euro tenga futuro. Si ocurriera, si el accidente se produjera en los próximos meses, tras este acuerdo provisional, el contagio no sería una posibilidad, sería un hecho que afectaría a la economía española de lleno, como advierten los economistas más reconocidos del mundo, Jeffrey Sachs, entre ellos. Sobre este decisivo asunto, mejor no hacer caso a nuestros economistas-espectáculo, como el inefable José Carlos Díez, el de las bondades de la burbuja inmobiliaria, que ahora dice que Grecia debe aceptar las condiciones que quieren imponerle.


Y si Grecia cae y el euro salta por los aires, se producirá la ruptura completa de la Eurozona y, como señala el poco sospechoso Martin Wolf, editor jefe de economía en el Financial Times, “perderán más los acreedores que los deudores”, a la larga será peor para Alemania. La baza del BCE y su “haremos lo que sea necesario”, funcionó una vez, pero, si estalla la Eurozona, el órdago de Mario Draghi sonará a hueco. El escenario que describen los implacables “ordoliberales” alemanes, tras una hipotética caída de Grecia, está fabricado a conveniencia, pensado para ganar esta batalla. Reconocen que, en esa situación, el dinero de los ahorradores del Sur, españoles incluidos, huiría hacia Alemania, pero San Mario Draghi reciclaría esos euros de regreso a España en forma de depósitos bancarios y, así, los bancos, dicen, seguirán siendo solventes, en tanto el BCE siga comprando bonos estatales, “cuanto sea necesario”.


Pero los economistas con mayor crédito intelectual en el mundo aseguran que, puesta en cuestión la unión monetaria de la Eurozona, esta vez los mercados financieros no tragarán. Sirva como ejemplo la opinión autorizada de Joseph E. Stiglitz. Explica este Nobel en economía que “el conocimiento de que el euro no es un compromiso vinculante hará que sea mucho menos probable que tal maniobra funcione la próxima vez”. Stiglitz se refiere a qué pasaría, en el caso de una caída de Grecia, con la prima de riesgo española por las nubes. Con los rendimientos de los bonos disparados al alza, ninguna declaración sería suficiente para restablecer la confianza, “porque el mundo ahora sabe que no van a hacer lo que sea necesario”, si ven que dejan caer a Grecia. Esto ya pasó cuando en EEUU dejaron caer a Lehman Brothers, y de aquel desastre aún se pagan hoy las consecuencias en todo el mundo. Y, como señala Martin Wolz en su libro La Gran Crisis, hoy Grecia es el Lehman Brothers de Europa. En fin, sería conveniente que la señora Merkel atase corto a sus asilvestrados “ordoliberales” del Bundesbank, no vaya a ser que perdamos todos, ella en primer lugar.



Si se sabe que se está jugando con fuego, que, si Grecia cae, y con ella el euro, los que más pierden son los que se están beneficiando de esta crisis de una unión monetaria chapucera, la pregunta es por qué están llevando a Grecia hasta el borde del precipicio. La respuesta es simple; porque no se trata de economía, se trata de política. Christine Lagarde, responsable de uno de los acreedores, el FMI, se destapa al afirmar que Podemos sería un problema “para la recuperación en España”. Es política, política electoral. Quieren convertir la negociación con Grecia en el medio para construir un cordón sanitario electoral, quieren detener “la epidemia”. Pero nuestro problema es que sus urgencias electorales se conviertan en la soga que ahoga a países como España, en situación de emergencia social, digan lo que digan los empleados del botafumeiro con su raca-raca del 3% de crecimiento del PIB.


Lo que los acreedores dirigidos por el Gobierno alemán pretenden es que Grecia se arrodille en la plaza pública, se humille, pida perdón, que, como prueba de la superioridad de la ideología económica dominante en Alemania, los griegos se suiciden ante el mundo. Se piense lo que se piense sobre la estrategia griega de negociación, a los deudores del Sur nos conviene que Grecia no caiga. Nada más clarificador que la entrevista que Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, concedió, en plena negociación con Grecia, a tres periodistas de países deudores, citados por él para impartir doctrina, para leernos la cartilla, para crear opinión.


 Sin rodeos, les dijo que los países deudores tienen que pagar, y si no pueden pagar, como él reconoce que es el caso de Grecia, deben hundirse como escarmiento para otros. Cuando a este devoto de la política de austeridad fiscal, que tanto beneficia a Alemania con un euro depreciado gracias a nuestros males, le preguntan qué va a pasar con España, responde que nada malo, si los españoles saben votar correctamente. O, en bávaro, os metisteis en una unión monetaria libremente y, si ahora os mata, a aguantarse y a hacer los deberes que os marcamos. Cuando le preguntan si no sería bueno un poco más de inversión alemana e inflación, contesta que en Alemania las carreteras están en buen estado. Así son los tipos que, si no lo impiden otros alemanes capaces de mirar más allá de su ombligo, que los hay, volverán a aislar a su país de la Europa que necesitan más que nadie.


En este contexto de conflicto en la Eurozona, sorprende la posición que están manteniendo en España todos los medios de comunicación “en papel”. La vieja política y el viejo periodismo están hablando como si los españoles formásemos parte del “grupo alemán”, como si fuésemos acreedores. Se dice que Grecia es un país tramposo, que nos hace chantaje a quienes les hemos prestado dinero, y que hay que ponerles en su sitio. Se dice esto desde un país que tuvo que pedir cien mil millones de euros para un rescate bancario en toda regla. Pero, no confundirse, no es economía, es política, política electoral.


¡Que vienen los bárbaros! Para detener a quienes amenazan en la frontera, todas las fuerzas políticas y mediáticas tradicionales, todas, prefieren apoyar a los ultras “ordoliberales” alemanes, no por razones de interés económico del país, sino por intereses electorales de quienes ven amenazado su estatus. Por sentirse amenazados electoralmente, prefieren apoyar el ocultamiento de la verdadera razón del actual conflicto con Grecia, que ya no es la respuesta a gobiernos tramposos que engañaron con la deuda, sino el fracaso evidente de las medidas de austeridad fiscal impuestas que hunden a los países con problemas, y no solo a Grecia. Hoy, la opinión contraria a la austeridad fiscal, como en el anuncio, la mantienen nueve de cada diez economistas serios.


Reconozco que Alexis Tsipras no es santo de mi devoción, pero, en este conflicto europeo, el líder griego está conectando correctamente su posición con los intereses de su país, que no son muy diferentes a los de otros países endeudados, como España. Ha puesto la soberanía de Grecia en el centro de las negociaciones. Mejor su estrategia que la de Mariano Rajoy, que prefiere pasar por el mejor alumno del Gobierno alemán con una carta de suicidio de España en forma de Programa de Estabilidad 2015-2018 remitido a Bruselas.


 Lo digo sin olvidar que yo formaba parte de la mayoría parlamentaria que apoyaba a un Gobierno que, en 2010, se rindió ante el ultimátum de Ángela Merkel. Ahora espero que Tsipras gane esta partida, y sé que, pase lo que pase, intentarán hacernos creer que se ha rendido. Que tengan cuidado, este Gobierno griego está demostrando que conoce su fuerza y también la debilidad de los otros. Y, en cualquier caso, como aquel elector andaluz al que, durante la República, le querían comprar su voto, los griegos podrán decir a los doctrinarios “ordoliberales”: “En mi hambre, mando yo”.

(*) Jesús Cuadrado es militante y exdiputado del PSOE.
 
 Fuente:  http://www.cuartopoder.es/tribuna/2015/06/27/si-grecia-cae/7258
 
 
 
 
 

¡Un referéndum, qué escandalo!



28 de Junio de 2015 
De aquí al domingo 5 de julio nos vamos a hartar de leer dos argumentos que deslegitiman la decisión del Gobierno griego de convocar un referéndum para que el pueblo decida si la oferta realizada por “las instituciones” (la Troika) es aceptable o no.


El primero de estos argumentos ya venía utilizándose desde hace semanas. Según el mismo, Tsipras y los suyos son unos amateurs, no entienden la naturaleza de la negociación que se traen entre manos y no acaban de asimilar cómo se hacen las cosas en la UE. De  hecho, su gestión ha sido tan errática que desde que Syriza llegó al poder, la tímida recuperación que venía apuntándose se ha convertido en una nueva recesión y se está produciendo una fuga de capitales que, sin el apoyo del Banco Central Europeo, se transformará inevitablemente en un pánico bancario, obligando al Gobierno a imponer un “corralito”.


El Gobierno griego, prosigue el argumento, tenía un acuerdo al alcance de la mano, pero en el último momento ha arrojado por la borda todo el proceso negociador a causa de su rigidez ideológica y su deficiente entendimiento del poder de negociación que tiene Grecia ante las instituciones europeas y el FMI. Si los gobernantes griegos asumieran la realidad, se darían cuenta de que su posición es de gran debilidad dentro de la UE y que el tiempo corre en su contra. Sin embargo, por motivos electorales y de mantenimiento de poder, Tsipras ha preferido jugar la carta nacionalista y someter a su propio país a un chantaje inaceptable, con una pregunta incomprensible para el griego medio y apenas una semana para deliberar.


Estoy seguro de que hay una parte de verdad en este argumento. Es fácil imaginar las dificultades de Syriza y los errores que ha debido cometer en estos meses, empezando por el histriónico y egocéntrico Varoufakis. Pero debe recordarse que no ha habido nada parecido a los cien días de tregua de rigor en todo país: el nuevo Gobierno lleva negociando desde el momento mismo en que se constituyó. Aun sin conocer los detalles de la negociación, da la impresión de que la rigidez tampoco ha estado ausente en las-instituciones-antes-llamadas-Troika, pues siguen sin aceptar la restructuración de la deuda, a pesar de que una mayoría de los economistas más razonables consideran que dicha restructuración es ineludible y que cuanto antes se haga, mejor.


 Asimismo, parece que “las instituciones”, en representación de los acreedores, aún no han asimilado que las políticas de ajuste no solo no están funcionando, sino que han provocado una catástrofe humana que atenta contra los valores constitutivos de la Unión Europea y que a muchos nos hace sentir vergüenza de ser europeos.



Las políticas de ajuste no solo no están funcionando, sino que han provocado una catástrofe humana que atenta contra los valores constitutivos de la Unión Europea y que a muchos nos hace sentir vergüenza de ser europeos.

El establishment europeo va a echar toda la culpa de la ruptura de las negociaciones a Syriza. Y, por supuesto, va a argumentar que un referéndum es la peor solución posible. Entre las razones contra el referéndum, se dirá que se trata de un arma que utilizan los dictadores (como hizo Hitler en 1934, Franco en 1966, etc.) para mantenerse en el poder. Que los referéndums siempre simplifican la realidad, obligando a la gente a elegir entre dos opciones extremas, cuando las opciones intermedias serían las más adecuadas. Y que la gente vota por consideraciones ajenas a la pregunta que se plantea y es altamente manipulable por la propaganda oficial del gobierno de turno.


Pero debe recordarse que en el proceso de integración europea el referéndum ha sido un instrumento habitual. Haré memoria: algunos Estados han sometido a referéndum su ingreso o su permanencia en la UE: Irlanda, Noruega y Dinamarca en 1972, Gran Bretaña en 1975, Austria, Finlandia, Suecia y Noruega en 1994, 8 países del Este y Malta en 2003. Noruega, en las dos ocasiones, rechazó entrar en la UE. También ha habido múltiples referéndums sobre los Tratados. Con motivo del Acta única, hubo referéndums en Dinamarca (1986) e Irlanda (1987). Con el Tratado de Maastricht hubo referéndums en Irlanda y Francia en 1992 (en Francia ganó el sí por poco más de un punto) y dos en Dinamarca (en 1992 y en 1993, se repitió porque en el primero ganó el no). También hubo cuatro referéndums sobre la no nata Constitución europea, en dos salió que sí (España e Irlanda), en dos que no (Francia y Holanda) y se dio por fracasado el proyecto. Se han celebrado asimismo dos referéndums sobre el euro, en Dinamarca (2000) y Suecia (2003), y en ambos ganó el no. 



¿Por qué entonces produce tanto nerviosismo un referéndum en Grecia? Yorgos Papandreu ya lo intentó en 2011 y le costó el puesto de primer ministro. Y ahora todo el establishment europeo se muestra escandalizado con el referéndum del 5 de julio. La diferencia con los otros referéndums antes mencionados estriba en que el griego hace visible en grado máximo el choque entre tecnocracia y democracia. Las negociaciones las protagonizan tres instituciones, las tres con muy escasa o nula legitimidad democrática: el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Y cuando intervienen los gobiernos de la eurozona, adoptan una posición casi colonial con Grecia. En estas condiciones, la intervención del pueblo pone de manifiesto la degeneración democrática que se ha producido en la UE con la crisis del euro.


Las negociaciones las protagonizan tres instituciones, las tres con muy escasa o nula legitimidad democrática: el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo. Y cuando intervienen los gobiernos de la eurozona, adoptan una posición casi colonial con Grecia. En estas condiciones, la intervención del pueblo pone de manifiesto la degeneración democrática que se ha producido en la UE con la crisis del euro.

Desde el punto de vista del Gobierno griego, el referéndum parece una respuesta lógica. Sin poder de negociación ante la Troika, en una situación desesperada ante la perspectiva de una nueva dosis de políticas de ajuste, el único recurso que le quedaba era apelar a la soberanía democrática. Por lo demás, la convocatoria del referéndum podría contribuir a desbloquear la situación: Varoufakis ha insistido en que si los acreedores hacen alguna concesión relevante durante los próximos días, Syriza podría recomendar el “sí”. Si, en cualquier caso, los griegos, asustados ante las consecuencias de la ruptura de las negociaciones, optan por el “sí”, Tsipras podrá cerrar un acuerdo y desembarazarse del ala más izquierdista del partido. Si, por el contrario, gana el “no”, Tsipras tendrá un mandato popular claro con el que legitimar su oposición a los planes de la Troika que aumentará su poder de negociación.


Aun admitiendo que el Gobierno griego haya podido cometer errores graves en estos meses, creo que la responsabilidad última de que se haya llegado a este punto recae sobre los países acreedores y las instituciones de la Troika, pues las políticas que han impuesto bajo coacción económica han supuesto la destrucción de la economía griega y han causado un problema humanitario sin precedentes en Europa (ha habido casos similares, pero siempre como consecuencia de conflictos bélicos).



La Troika y los gobiernos acreedores (con la colaboración ignominiosa de gobiernos cómplices como el español) no han querido rectificar ni reconocer el fracaso. La postura de la Troika no obedece a ninguna racionalidad económica o política reconocible y traiciona los ideales más profundos del proyecto europeo. La única manera de frenar esta involución consiste en dejar hablar a los griegos. Quizá no quieran oponerse al acuerdo ante los riesgos de una quiebra del Estado griego, pero en todo caso deberían tener ellos la última palabra sobre su destino.



 http://ctxt.es/es/20150625/politica/1596/%C2%A1Un-refer%C3%A9ndum-qu%C3%A9-escandalo!.htm#.VZFQQHr-lp4.facebook





lunes, 29 de junio de 2015

EL COLAPSO PLANIFICADO DE EEUU Y EUROPA

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Artículo escrito por Brandon Smith en Alt-Market
Estos últimos días estamos oyendo hablar mucho de la crisis griega. Alguna gente cree que la crisis griega puede tener graves consecuencias para la economía de la Unión Europea.
Pero quizás las cosas sean diferentes de como parecen y realmente no importe si Grecia va a pagar a los acreedores, si quebrará definitivamente como país o si se unirá a Rusia y a los BRICS.
Porque en el fondo, todo este asunto no es más que un gran teatro, dirigido por los financieros y globalistas internacionales.
Es muy importante recordar los fundamentos, sin distraernos en elementos decorativos. La clave es que Grecia incumple sus deudas. Y que no hay manera de evitarlo. Entonces, poco importa que alcance un pacto para alargar sus pagos o no: a medida que pase el tiempo, la capacidad del país para sacrificarse y tratar de pagar sus deudas, que aumentan exponencialmente, le llevará inevitablemente a la quiebra.


Sabiendo pues, como va a terminar el asunto de forma inevitable, ¿Por qué son tantos economistas se muestran tan preocupados por un pequeño país como Grecia?


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Todo es debido a una gran mentira: una narrativa deshonesta creada por el establishment, que afirma que si Grecia cae, o sale de la UE, esto podría desencadenar un efecto dominó en otras naciones.


La mentira incrustada en esta narrativa es que “Grecia causará un contagio cuando incumpla con sus pagos”. Y la verdad es que no puede haber contagio.


Múltiples países de la UE han desarrollado sus propios problemas con la deuda, con independencia de lo que haya hecho Grecia en el último par de décadas. Cada uno de estos países, Italia, España, Portugal, etc. tiene sus propios problemas independientes.


En realidad, la Unión Europea está en problemas, no a causa de Grecia, sino debido a la interdependencia supranacional forzosa. La UE tiene problemas porque tiene un sistema de moneda única supranacional centralizado.


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También cabe señalar que las instituciones globalistas, como el Fondo Monetario Internacional, están muy motivadas para iniciar un desastre en la UE, a pesar de que mucha gente crea que la UE es una especie de modelo representativo de la globalización.

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Lo cierto es que no lo es.


Si este fuera el caso, entonces el FMI no estaría estrangulando a Grecia con la deuda, mientras ayuda a Ucrania, a pesar de la flagrante incapacidad que tiene Ucrania para pagar esa deuda.



Puede parecer extraño, pero los poderes globalistas están buscando una ruptura parcial de la Unión Europea.

¿Por qué? ¿Qué iban a ganar con ello?

La respuesta es obvia; ganan una crisis, crean un caos y adquieren la oportunidad de presentar una falsa dialéctica.

Europa no es en absoluto representativa de lo que los globalistas quieren realmente en términos de estructura económica y política. 

Es más bien, una especie de facsímil; un boceto.


Cuando Europa golpee el fondo del abismo financiero y el público desconcertado comience a preguntarse qué diablos ha pasado, las élites globalistas aparecerán con una explicación inmediata.


 Ellos afirmarán que el problema no fue la interdependencia entre los estados de la UE. Todo lo contrario. Lo que nos dirán es que el problema de la Unión Europea es que no estaba suficientemente CENTRALIZADA.


La idea que tratarán de vendernos es que para que una economía supranacional y una moneda funcionen, también debemos tener un gobierno supranacional centralizado.


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En otras palabras, nos dirán que en la Unión Europea el sistema falló porque se necesitaba establecer un GOBIERNO GLOBAL.


Los socialistas fabianos argumentarán que fue la institución bárbara y anticuada de la soberanía nacional la que causó la crisis. Nos dirán que estamos en una aldea global y que debemos aceptar la idea de que todos triunfamos o fracasamos juntos.


 Nos venderán la idea de que los mercados libres y la innovación individual aparentemente no tienen nada que ver con una estructura económica próspera. Nos dirán que lo que realmente necesitamos es formar una mente colectiva que nos convierta a todos en piezas fácilmente reemplazables de una gran máquina dedicada “al bien global”.


La caída de la Unión Europea es un medio para alcanzar ese fin.
No hay prácticamente ninguna nación o institución que los globalistas no estén dispuestos a sacrificar, si ese sacrificio se puede aprovechar para impulsar su objetivo de dominación política y económica mundial total.


Ellos no sólo quieren un sistema completamente centralizado; quieren que todos nosotros les supliquemos que lo apliquen. 


Quieren que las masas crean que fue idea suya. Esta es la forma más efectiva de esclavitud: cuando se manipula a los esclavos para que exijan su propia esclavitud.


Quieren engañar a los esclavos para que crean que su esclavitud es un motivo de orgullo.


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La caída de los EEUU no será diferente en el fondo, aunque el colapso será ligeramente diferente en las formas.


Los estadounidenses están destinados a desempeñar el papel de imperialistas mimados que finalmente reciben lo que merecen.


EEUU es la nueva Roma del pan y circo. Y cuando los EEUU se vengan abajo como Europa, los globalistas estarán allí de nuevo para amonestar la codicia inherente a la soberanía nacional y esas aspiraciones destructivas de poder, que debe ser aplastadas para crear un sistema político global más imparcial.


Nadie parece darse cuenta de ello, pero los EEUU están jugando el papel de chicos malos en este teatro mundial dirigido por las élites.

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 Los estadounidenses son los villanos, el resto del mundo hace el papel de víctima inocente, y los poderes globalistas como el FMI o el BIS (Banco de Pagos Internacionales) están destinados a desempeñar el papel de héroes, viniendo al rescate de la humanidad cuando todo parezca perdido.



La deuda de EEUU, supera con mucho la totalidad de deuda de las naciones de la UE combinadas.


A diferencia de países como Grecia, sin embargo, los EEUU tienen la opción directa de imprimir moneda fiat a voluntad con el fin de prolongar la agonía.


Sin embargo, como hemos visto con las recientes reacciones de los mercados financieros ante la posibilidad de que la Reserva Federal aumente las tasas de interés en septiembre, tal evento provocaría una salida de dinero de los mercados de valores y podría provocar graves disturbios financieros. 


Y la pregunta que debemos hacernos es: ¿por qué los banksters quieren hacer algo así? ¿Por qué no mantienen las tasas de interés a cero de forma constante?


Nadie les presiona para dejar de hacerlo. Entonces, ¿Por qué la Reserva Federal ignora los cientos de señales que muestran que los EEUU entrará en una recesión y siguen adelante con la idea de alzar las tasas de interés a pesar de que mantenerlas a cero es el mejor interés para los EEUU y para la propia Reserva Federal?


La Reserva Federal sabe que lo único que apuntala los mercados norteamericanos es el dinero gratis y la fe ciega del público en que que los bancos y el gobierno actuarán para detener cualquier problema económico si se presenta un potencial de crisis.





Cuando el dinero barato desaparezca y con él desaparezca esa fe en las instituciones, entonces se producirá el desastre en EEUU.


Los globalistas que controlan la Reserva Federal lo saben muy bien y quieren provocar una versión controlada de esta caída.


Las élites NECESITAN la caída del actual sistema de Estados Unidos, precisamente porque provocará la necesidad de un “gran reajuste económico”. Este gran reajuste es la siguiente etapa en el plan para la centralización económica mundial total.


Así pues, no hay problema de contagio con Grecia. Es todo una excusa, una distracción diseñada para desviarnos del verdadero problema. Se trata de un esfuerzo concertado por los globalistas durante las últimas décadas para llevar a las culturas occidentales a una situación de vulnerabilidad.


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Cuando las personas están débiles y asustadas, se vuelven maleables y se muestran dispuestas a acatar “soluciones” que las saquen de su estado.


Los cambios sociales que ahora creemos imposibles, pueden convertirse en posibles enmedio de una gran crisis.


Es posible que ahora estemos asistiendo al inicio de la próxima gran crisis.


No debemos olvidar que la crisis es en sí misma, también es una distracción.

Cualquiera que sea el dolor que sintamos en el futuro, no olvidemos quienes han sido los causantes del problema: esa élite globalista formada por la banca internacional y sus contrapartes políticas globalistas.


Suceda lo que suceda, no debemos aceptar un sistema centralizado a escala mundial. No importa lo razonable o racional que pueda parecer enmedio del terror de la incertidumbre fiscal o de la incertidumbre de un posible conflicto bélico.


No nos dejemos engañar, porque si permitirmos que este poder centralizado global se establezca, ya no habrá marcha atrás y esas élites globalistas habrán cumplido con el viejo sueño de todos los emperadores, conquistadores, dictadores y criminales de la historia: gobernar el mundo por completo.


Es cierto que todos debemos unirnos ignorando nuestras diferencias, nuestras razas y nuestras procedencias.


Sí, debemos unirnos…pero contra ellos.

 http://elrobotpescador.com/2015/06/29/el-colapso-planificado-de-eeuu-y-europa/






GRAVE (Y CÍNICA) ADVERTENCIA DEL BANCO DE PAGOS INTERNACIONALES

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 El Banco de Pagos Internacionales (BPI o BIS), el conocido como banco central de los bancos centrales advierte que el mundo está indefenso ante la próxima crisis financiera.



El organismo advierte que las autoridades monetarias se han quedado sin espacio para luchar contra la próxima crisis, puesto que las tasas de interés ya no pueden bajar más.


En su informe anual, el BIS lanzó una crítica a la política monetaria global, afirmando que los bancos centrales se han acorralado a sí mismos después de cortar en varias ocasiones las tasas de interés para apuntalar sus economías.


Según el BIS, estas bajas tasas de interés han alimentado los auges económicos, y han fomentado la toma excesiva de riesgos.


El informe del BIS describe la amenaza de un nuevo descalabro en las economías avanzadas como el “principal riesgo” que se está afrontando, a medida que muchas economías alcanzan la cima del ciclo económico.


Según el BIS, el problema se agrava ya que las poblaciones del mundo siguen envejeciendo, lo que provoca que la carga de la deuda sea más difícil de soportar. Según el organismo, los políticos han confiado demasiado en los aumentos temporales de crecimiento mediante el uso de la deuda, en lugar de “tomar decisiones dolorosas”.



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Lo más excepcional de estos informes del Banco de Pagos Internacionales en los que el organismo critica la política de los bancos centrales, es que el BIS es precisamente el organismo que determina todas estas políticas.


¿Se puede ser más cínico? El jefe le echa la culpa a los subalternos por las consecuencias de haber cumplido sus órdenes.


Recordemos que el Banco de Pagos Internacionales, un organismo fundado en la década de 1930 conjuntamente por el partido nazi y el imperio británico, es el organismo que gobierna la economía mundial desde las sombras, en un discreto segundo plano, utilizando al Fondo Monetario Internacional como máscara.


El hecho de que el BIS se presente a sí mismo como el organismo “que advertía del peligro”, es un indicativo claro de que dicho organismo, cuando estallen las futuras crisis económicas que conlleven la necesidad de un cambio de sistema, será el que se presentará ante la opinión pública como “el salvador”.



Fuente: http://www.telegraph.co.uk/finance/economics/11704051/The-world-is-defenseless-against-the-next-financial-crisis-warns-BIS.html



Todos somos Grecia Grecia, el país fundador de la democracia, pasa por unos momentos delicados.



VÍDEO: Esto es lo que ha pasado en Grecia desde 2002, en dos minutos
Posted by Cinco Días on Lunes, 29 de junio de 2015


Grecia, el país fundador de la democracia, pasa por unos momentos delicados. Está siendo obligado a continuar por la senda de los recortes, cuando ya no queda casi nada por recortar. Un país donde se ha aplicado el austericidio más brutal, donde sus ciudadanos han pasado de clase media a clase baja y de clase baja a pobres miserables. 


Grecia no está sola
E insisten, desde la CE no quieren acabar con el problema, quieren acabar con Grecia. Sus políticas –al igual que ha ocurrido en España, aunque en menor grado— han llevado a este país a la ruina total.

Y quieren más. En un país donde el paro es el más alto de Europa, el 27%, la pensión media no pasa de los 400 euros, los sueldos se han reducido cerca de un 50%, y sin embargo quieren insistir, aumentando el IVA de los productos de primera necesidad, reduciendo las pensiones y la edad de jubilación. Les da igual lo que ocurra en Grecia, el caso es someter a Grecia como sea y sembrar el pánico en otros países.


Ante tales circunstancias, Syriza que ya ha llegado al límite en las cesiones y no quiere traspasar más líneas rojas, ha decidido hacer un plebiscito, donde sea el pueblo el que decida directamente si prefiere aceptar las medidas de la Troika, en la línea de un suma y sigue, o negarse a aceptarlas con todas las consecuencias, como puede ser la quiebra del país y la salida del euro.


Llega un momento en que hay que elegir, de forma definitiva, o continuar por un camino de ajustes y recortes plegándose a los mandatos de esa Troika insaciable, o resistir y decir no al rescate, con todas las consecuencias negativas que tiene la quiebra de un país.



Esta medida que lleva a los griegos a decidir directamente el próximo domingo, ha devuelto al menos la dignidad a un pueblo humillado, un pueblo que hasta que Syriza ganó las elecciones, estaba sometido totalmente a esa Europa egoísta, mezquina y codiciosa, que todavía no se ha enterado de que no hay otra solución que la condonación de una parte importante de la deuda.


 Algo que se ha hecho con otros países en otras circunstancias. La misma Alemania pudo salir adelante, después de la segunda guerra mundial, con una condonación de la deuda y una ayuda que ya quisiéramos que hoy ella diera a los países más afectados por la crisis.


Hoy, Grecia ha vivido una jornada tranquila, a pesar del corralito, porque sabe que pronto ocurrirá algo definitivo. Después de cinco años de recortes inmisericordes, Grecia quiere salir como sea de esta pesadilla. Los griegos saben una cosa, mantener esta situación de plegarse a la Troika ya la conocen y ha significado un empobrecimiento del 40% en estos años, quieren terminar de una vez y, a sabiendas de que el momento es difícil y de que no hay soluciones buenas, al menos podrán terminar de una vez.


Y cuidado con el resultado. Porque no sólo perderá Grecia, las consecuencias para el resto de Europa y del mundo son muy negativas. Ahí tienen ustedes al gran Obama tratando de mediar para que no se produzca la ruptura de Grecia con el euro, una posibilidad cada vez más próxima.


Ojalá que este órdago, al que se ha visto obligado a echar el gobierno griego, haga reflexionar a esta Europa avarienta y busque una solución al problema. Una solución definitiva que no permita que la primera democracia del mundo sea apartada de una Unión Europea cada vez menos unida, donde los países poderosos quieren serlo más, sometiendo a los más débiles.


Los griegos tienen la palabra y han de saber que somos muchos los que estamos con ellos, los que queremos una solución concertada que no signifique el total desmantelamiento de Grecia. Todos juntos hemos de unirnos a los helenos, porque no se puede consentir que este Saturno siga devorando a sus hijos débiles, por un puñado de euros.


Salud y República


P.D. Desde Rivas el gobierno municipal ha firmado una declaración de apoyo y solidaridad al pueblo de Grecia.


 Ojala que sean muchos más los gobiernos de distintas instancias que se unan a esta declaración.


 





...y los pueblos les siguen mansa y democráticamente hacia los esquiladores, y de allí hacia los mataderos.

El bellwether es un carnero castrado a cuyo cuello se le cuelga un cencerro.  Va por delante de la manada y  los demás ovinos siguen su din-don y no se pierden ni se aparten del camino. Un chollo para el pastor.

Como están castrados, no hay ningún riesgo de rebelión por parte de los bellwethers, ni iniciativa propia ni comportamiento políticamente incorrecto, ni nada que salga de las ideas recibidas, el idealismo pequeño-burgués y el patriotismo. Son seres infinitamente aburridos que carecen de imaginación y de creatividad.

Existen muchos mansos bellwethers. Suelen llevar corbatas en vez de cencerros.


Los pastores mundiales, el BM, la FMI, la OMS, la OTAN, la ONU, los Mercados, Bilderberg, etc. les cuelgan a los cuellos de estos obedientes animales, sus cencerros de autoridad administrativa democráticamente elegida, y los pueblos les siguen mansa y democráticamente hacia los esquiladores, y de allí hacia los mataderos.

El Judas Goat –no encuentro traducción oficial– es una cabra (o macho cabrío… o cabrón sencillamente) entrenado en los mataderos, a asociarse con los demás animales para que confían en él como guía,  y luego llevarlos a los matarifes o a los vagones para ganado, etc. Se le perdona la vida para que pueda seguir siendo útil en el matadero.

En los campos de concentración, había internados Judas que conducían a los que confiaban en ellos a las “duchas”. (Bajo pena de muertes particularmente horribles.)

Tal vez deberíamos elevar el rango de nuestros políticos de bellwethers a Judas Goats, cabrones Judas. Triple A.
 
 
 
 
 
 
 

Cuba: No somos pasarela




José Alejandro Rodríguez.-- Cuba está de moda, andan pregonando por el mundo, como si este país fuera pasarela de ocasión, efímera fiebre de sábado en la noche o evanescente escenario de curiosidades al son de la compleja y dilatada normalización de las relaciones con Estados Unidos.

 

Después de medio siglo tirante, ahora Obama reconoció que fue infructuosa la carta de la hostilidad abierta hacia la «majadera» Cuba. Negocia mientras mantiene debajo de la manga un as de tácticas y estrategias sutiles. Pero no acaba de eliminar el bloqueo, aunque suavice ciertas clavijas, y empiecen a llegar a La Habana turistas autorizados por las 12 excepciones.


Ahora hasta The New York Times hace guiños a Cuba, con un «cheak to cheak». Y todo el mundo quiere estar en La Habana satanizada, vaya a saber por qué: artistas, hombres de negocios y gurúes de la comunicación, personajes del jet set… Cada quien vela por su trozo en el pastel que sueñan repartirse, como si los cubanos no los estuviéramos midiendo, y no precisamente para ropa.


Algunos se han apurado en vivir intensamente lo que consideran las postrimerías de La Habana (¿o Havana?) de Castro. Y en su fiebre de redescubridores, se pasean por el Malecón en suntuosos y descapotables «almendrones» Chrysler y Buick o Impalas de alquiler, como si viajaran al final del socialismo en Cuba, apresando las instantáneas «últimas» de aquello que les fue vedado durante tantos años.


Pero también se confunden entre nosotros muchos norteamericanos sencillos y comunes, que desean revertir con calidez los años de distancia. Se asombran del cariño cubano, de la desmesura sentimental y de la comunicación tan expansiva que respira la Isla bajo el sol impertinente. Constatan que esta ciudad cuarteada, bella en su estática milagrosa, no es el pandemónium que siempre les contaron.


Además de las tenazas económicas que puedan derribarse, la gente tan tremenda de este país añora vivir en paz y convivencia con el vecino, siempre con un ojo abierto hasta durmiendo de hartazgos reconciliatorios. Y compartir las claves y zonas de convergencias que por tradiciones y razones históricas nos unen —Hello, Hemingway—, mas allá de lo que nos ha separado.


Se inicia un vuelco histórico en el tradicional diferendo Estados Unidos-Cuba. Y hay que ponerle todas las velas a San Lázaro para que el acercamiento anunciado en el día de Babalú Ayé, el 17 de diciembre, fructifique y se consolide de la manera más respetuosa desde ambas orillas.


Siempre habrá en este gradual rencuentro de Cuba y EE.UU. actores que pretendan, desde ambas naciones, reproducir las viejas y gastadas configuraciones que no sirvieron. Siempre habrá aquí adentro gente que reviva los modelos serviles y genuflexos. Pero esta reconsideración histórica valdrá en la medida en que Cuba vindique, como siempre lo ha hecho, su dignidad y soberanía


Los desafíos son grandes para nuestra nación, que no podrá cubrirse con una campana de cristal ante todo lo que sobrevenga de esta reconciliación. Más bien, la entereza para sortear los peligros, incluido el de que se horaden los cimientos de lo que tanto hemos apuntalado, dependerá sobre todo de la voluntad histórica del pueblo y el Gobierno cubanos, pero también de la eficacia y eficiencia que insuflemos a nuestro modelo socialista, de los cabos que no dejemos sueltos, de los atavismos y torceduras que erradiquemos de raíz, de las fisuras que no abandonemos a su suerte. Hay mucho por hacer en Cuba para alcanzar la plenitud y la madurez de los cambios.


Ahora, cuando tantos desde Estados Unidos y del resto del mundo redescubren Cuba bajo la anuencia del descongelamiento, suena frívolo y volátil el eslogan de que este país está de moda. Se abren compuertas, pero esta salpicadura de tierra firme en el Caribe permanece hace mucho tiempo abierta al mundo. Abierta a las buenas intenciones de paz y sana convivencia, al tiempo que, con Nicolás Guillén, cierra la muralla al diente de la serpiente.


|Juventud Rebelde/Grupo CubaCoraje


 





Grexit y los siete enanitos * Si los PIGS perdemos la G, nos quedaremos desamparados filosóficamente.

Si los PIGS perdemos la G, nos quedaremos desamparados filosóficamente.

 

España avaló –no es lo mismo avalar que soltar la tela- 26.000 millones de euros a Grecia y ya entonces muchos advirtieron/advertimos lo obvio: no van a poder pagar.




Cuando en 2010 la troika decidió “rescatar” a Grecia ya sabía que la deuda griega era impagable y que, pasara lo que pasara, los bancos privados europeos no iban a perder un céntimo.


Las famosas pensiones griegas, propaganda al más puro estilo “conspiración judeomasónica”, son uno de los botines a cazar: se trata de que el sistema colapse (está a punto) y Grecia asuma que las pensiones de la gente se las deben pagar los afectados vía planes de pensiones privados, o sea bisnes pa’ la banca. El “derroche” pensional griego es una falacia, por más que haya cosas raras en su sistema: solo el 14 % de los pensionistas griegos perciben pensiones de entre 1000 y 1500 €, el 63 % cobra pensiones inferiores a 650 euros y el 23 % entre 600 y 1.000.


En Grecia no hay mucho bisnes para los banqueros, pero algo hay: pensiones, sanidad e infraestructuras públicas, todo debe ir a manos privadas, las mismas manos que en 2010, a sabiendas del impago previsible, soltaron la tela para rescatar a los griegos por el expediente de quedarse con sus puertos, carreteras e industrias.


En realidad, esto es una vieja treta: lo que interesa menos es el pago de lo prestado –ya está asegurado- , lo que importa es el mantenimiento de las garantías contra el impago que se “acordaron” con el gobierno de Papandreu porque si Grecia no paga, las garantías resultan mucho más jugosas.


De aquellos días, 2011, no recordamos cosas como que la cúpula militar griega fue “prejubilada” porque el runrún de sables y la amenaza de golpe militar era palmaria. O que después de Papandreu, el último pijo de la aristocracia política griega, el BCE y los bancos alemanes colocaron al frente del ejecutivo a Lukas Papadimos, un banquero neoliberal, que legisló al dictado de sus patrocinadores y no de sus administrados.


Durante todo este tiempo los corifeos han enviado un mensaje terrible: si Grecia abandona el euro será el llanto y el crujir de dientes. Algunos, entonces, levantamos el dedo y preguntamos ¿Cómo puede ser eso si Grecia es solo el 2 % del PIB europeo? Hoy el Pib Grecia/Europa  es casi del 3 %.


 Las explicaciones que se dieron son tan rocambolescas como Madame Ndiferido contando el despido de Bárcenas.


La verdad es que la salida de Grecia del sistema euro solo fastidiará a los bancos y complicará la vida a los griegos, pero nada que no puedan superar porque, en dracmas o euros, simplemente no van a pagar.


Y como Tsipras no es tonto, lo primero que hace es ir a hablar con Putin –Chipre ya zascandileó con el neozar cuando la troika decidió hundirles y algo se debió negociar por lo bajini porque ahí siguen los chipriotas- y Putin, que le tiene a la Europa de Merkel una ojeriza grande, lo ha recibido como a jefe de estado, no en vano Grecia es un bastión marítimo cuya pérdida en la OTAN y en la UE harían más fuerte a Rusia en el mercado gasístico y en la hegemonía del Mediterráneo. (Esto, Moragas, explícaselo despacito al HQLEM porque no va a ser fácil que lo entienda).


Ahora Tsipras propone consultar a los griegos (es lo justo, él llegó al poder con un planteamiento claro: fuck the debt y si no puede cumplir su mandato entonces debe devolver la voz al electorado, no como HQLEM que simplemente hizo lo que le dio la gana, justamente lo contrario de lo que comprometió, mentiroso, en su programa) y las Pili y Mili de las finanzas, Merkel y Lagard, se ponen nerviosas y ordenan a sus chicos llegar a un mal acuerdo antes que permitir un funesto referéndum.


El verdadero problema es justamente ese, la salida griega de Europa y su alineamiento con Rusia, Líbano y Siria ya que tal conjunción obligará a Israel y EEUU a negociar directamente con Grecia e intentar realinearla pro domo sua.


 O sea, griegos, iros de UE no va a ser tan malo.



 http://periodistas-es.com/grexit-los-siete-enanitos-55009









Está al caer un gran atentado de la CIA-Daesh en territorio griego para reconducir al 'equivocado' pueblo griego al camino correcto de la sumisión.


  Metmetafísica

Está al caer un gran atentado de la CIA-Daesh en territorio griego para reconducir al 'equivocado' pueblo griego al camino correcto de la sumisión. 

O en su defecto, un golpe de estado o conflicto con Turquía. 


Yo estaría muy vigilante a la embajadas yanki  y alemana en Atenas y a las ONG´s de banderas de colores.





Habermas: el gobierno de los banqueros


 
Estamos otra vez en crisis con Atenas porque a la canciller alemana, ya en mayo de 2010, los intereses de los inversores le importaban más que una quita de la deuda para sanear la economía griega.
 
 En este momento se ha puesto en evidencia otro déficit institucional. El resultado de las elecciones griegas representa el voto de una nación que se defiende con una mayoría clara contra la tan humillante como deprimente miseria social de la política de austeridad impuesta al país. 
 
El propio sentido del voto no se presta a especulaciones: la población rechaza la prosecución de una política cuyo fracaso ha experimentado de forma drástica en sus propias carnes. Investido de esta legitimación democrática, el Gobierno griego ha intentado inducir un cambio de política en la eurozona. Y ha tropezado en Bruselas con los representantes de otros 18 Gobiernos, que justifican su rechazo remitiendo fríamente a su propio mandato democrático
 

Las negociaciones para llegar a un acuerdo en Bruselas se gripan porque ambas partes culpan de la esterilidad de sus negociaciones no a los fallos de construcción de procedimientos e instituciones, sino a la mala conducta de sus socios.
El acuerdo no fracasa por unos cuantos miles de millones de más o de menos, ni siquiera por uno u otro impuesto, sino únicamente porque los griegos exigen hacer posible que la economía y la población explotada por élites corruptas tengan la posibilidad de volver a ponerse en marcha con una quita de la deuda o una medida equivalente; por ejemplo, una moratoria de los pagos vinculada al crecimiento.
 

Los acreedores, por el contrario, no cejan en el empeño de que se reconozca una montaña de deudas que la economía griega jamás podrá saldar. Es indiscutible que una quita de la deuda será irremediable, a largo o a corto plazo. No obstante, los acreedores insisten en el reconocimiento formal de una carga que de hecho es imposible pagar. 
 

Hasta hace poco mantenían incluso la exigencia, literalmente fantástica, de un superávit primario superior al 4%. Es verdad que esta demanda se ha rebajado al 1%, que tampoco es realista; pero, hasta el momento, el intento de llegar a un acuerdo, del que depende el destino de la Unión Europea, ha fracasado por la exigencia de los acreedores de sostener una ficción.
 

La exigencia de una quita de la deuda,  no basta para despertar en la parte contraria la confianza de que el nuevo Gobierno va a ser diferente, de que actuará con mayor energía y responsabilidad que los Ejecutivos clientelistas a los que ha sustituido. Tsipras y Syriza hubieran podido desarrollar el programa reformista de un Gobierno de izquierda y “presentárselo” a sus socios de negociación en Bruselas y Berlín.
 

La discutible actuación del Gobierno griego no suaviza un ápice el escándalo de que los políticos de Bruselas y Berlín se nieguen a tratar a sus colegas de Atenas como políticos. Aunque tienen la apariencia de políticos, solo se permiten hablar en su condición económica de acreedores. Esa transformación en zombis busca presentar la dilatada situación de insolvencia de un Estado como un suceso apolítico propio del derecho civil, un suceso que podría dar lugar al ejercicio de acciones ante un tribunal. Pues de este modo es tanto más fácil negar una corresponsabilidad política.
 
Merkel embarcó desde el principio al Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus dudosas maniobras de rescate. El FMI tiene competencias sobre las disfunciones del sistema financiero internacional; como terapeuta, vela por su estabilidad y, por tanto, actúa en el interés conjunto de los inversores, en especial de los inversores institucionales.
 

Como miembros de la troika, las instituciones europeas también se funden con este actor, de tal modo que los políticos, en la medida en que actúen en esta función, pueden retirarse al papel de agentes que se rigen estrictamente por normas y a los que no se les pueden exigir responsabilidades.
 

Esa disolución de la política en la conformidad con los mercados puede explicar la desvergüenza con la que los representantes del Gobierno federal alemán, todos ellos personas sin tacha moral, niegan su corresponsabilidad política en las devastadoras consecuencias sociales que han aceptado, en tanto que líderes de opinión en el Consejo Europeo, como consecuencias de la imposición de un programa neoliberal de austeridad.
 
El escándalo dentro del escándalo es la obcecación con la que el Gobierno alemán percibe su papel de liderazgo. Alemania debe el impulso inicial para su despegue económico, del que todavía se alimenta hoy, a la generosidad de las naciones acreedoras que en el Tratado de Londres de 1954 condonaron más o menos la mitad de sus deudas.
 

Pero no se trata de una puntillosidad moral, sino del núcleo político: las élites políticas de Europa no pueden seguir ocultándose de sus electores, escamoteando incluso las alternativas ante las que nos sitúa una unión monetaria políticamente incompleta. Son los ciudadanos, no los banqueros, quienes tienen que decir la última palabra sobre las cuestiones que afectan al destino europeo.
 

Jürgen Habermas es filósofo alemán.


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Que Dios nos pille confesados



Esta crisis la ha causado la codicia pero también la idiotez de unas élites tan entupidas como insaciables



Nuestros peores temores se confirman. Ya habíamos establecido que uno de nuestros mayores problemas residía en que Europa se halla en manos de idiotas. Ahora acabamos de confirmar, para acabar de arreglarlo, que el Fondo Monetario Internacional está en manos de frívolos arrogantes. Esta crisis la ha causado la codicia pero también la idiotez de unas élites tan entupidas como insaciables.



Solo existe algo peor que un idiota y es otro idiota con un arma cargada como supone hoy la salida del Euro. Una diferencia de unos cientos de millones en la recaudación del IVA y un puñado de tecnicismos sobre las pensiones y las privatizaciones nos han traído al borde de este abismo. Cristine Lagarde podrá sentirse orgullosa. Nunca nadie hizo tanto daño con tan poco y a tantos sin saber muy bien siquiera qué estaba haciendo exactamente. 


Casi cinco años después, con la tercera parte del PIB griego tirado a la basura, con unos cientos de miles de millones de euros malgastados y unas decenas de miles de vidas arruinadas y destrozadas solo para demostrar que eran fácilmente arruinables y destrozables, volvemos a la casilla de salida.


Un joven primer ministro descubre que su legitimidad democrática y su voluntad reformista no valen nada y pretende someter a referéndum las condiciones que le imponen. En 2011 se llamaba Yorgos Papandreu, hoy se llama Alexis Tsipras. Entonces a los socios comunitarios les pareció un riesgo innecesario preguntarle a la gente si aceptaba voluntariamente ser sacrificada, hoy se lo sigue pareciendo.


 La incapacidad para aprender de las élites que gobiernan empieza a resultar francamente irritante.



Los griegos se lo han buscado, sostienen muchos. Puede ser. Un país que ha renunciado durante décadas a tener un sistema tributario mínimamente justo alguna responsabilidad tendrá en las desgracias que le sucedan. Pero los bancos alemanes y franceses que ganaron cientos de miles de millones especulando en ese país y en esa economía que hoy tanto les escandaliza también se lo buscaron. 


A ellos se les ha rescatado y se les ha ayudado sin poner mas condición que el sufrimiento de miles de griegos que ni siquiera saben muy bien qué ha pasado. La democracia era otra cosa. Siempre lo ha sido.






Ya es oficial. El gobierno decreta el corralito en Grecia



Las palabras de Tsipras


Estas han sido las palabras de Tsipras para explicar el corralito en Grecia:

 Alexis Tsipras de dirige al pueblo griego:
La decisión de ayer del EuroGrupo de no aprobar la extensión del rescate es un acto sin precedentes para doblar la voluntad y el derecho a la soberanía de la gente
Esta decisión ha llevado al BCE ha no aumentar la ELA y ha forzado al gobierno a limitar las transacciones bancarias. Esto no ha tenido otro objetivo que el de chantajear al pueblo griego.

No van a tener éxito. Van a lograr que el pueblo griego esté aún más determinado para repudiar este acto insultante y vergonzoso.

Hemos enviado una carta al presidente del consejo europeo y esperamos una respuesta inmediata para que el Eurogrupo revierta su decisión y permita al BCE restaurar la liquidez a nuestros bancos.

Los depósitos griegos están totalmente garantizados.

Debemos probarnos a nosotros mismos y a todo el mundo que la justicia puede ganar. En estas críticas horas el único miedo es tener miedo.


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La verdad es que sólo había que sumar dos más dos para poder intuir que Grecia se vería obligada a implementar un corralito y controles de capitales para cortar la hemorragia en los depósitos. Largas colas en los cajeros durante todo el fin de semana desde la convocatoria del referéndum, el BCE “manteniendo” la ELA a los mismos niveles del viernes, con el martes expirando el actual programa de rescate y con Varoufakis declarando que aunque conceptualmente el no es partidario de instaurar corralito las circunstancias pueden obligarle a tomar la decisión.


Leer: ¿Qué es la ELA?

 

El corralito en Grecia

 

El resultado ha sido el esperado. En la reunión del comité de estabilidad financiera griego que empezó esta tarde de domingo a las 17:00 hora de Atenas, se ha tomado la decisión de instaurar un corralito bancario y controles de capitales para tratar de contener la hemorragia en los depósitos bancarios y la continua fuga de dinero del país:

Los bancos griegos permanecerán cerrados el lunes y al menos hasta el 5 de julio. La Bolsa de Atenas tampoco abrirá el lunes.

Los bancos griegos permanecerán cerrados durante varios días y posteriormente se anunciarán limites a las retiradas de dinero en cajeros, confirmados €60 al día por persona. No se dejarán realizar transferencias bancarias, ni cobrar cheques y los depósitos a plazo fijo quedarán bloqueados.


Tsipras se dirigirá al pueblo griego por TV después de la reunión del gobierno que empieza a las 20:00



varoufakis reunion


Varoufakis llegando a la reunión de emergencia del Gobierno griego ¿Misión cumplida?