Parte 2
Por
Alejandro López
15 mayo 2014
Podemos, el nuevo partido liderado por el académico y presentador
de televisión Pablo Iglesias y creado por Izquierda Anticapitalista (IA)
busca ante todo desarmar políticamente a la clase trabajadora.
Otros de los principales representantes de Podemos incluyen a Juan
Carlos Monedero, un académico y consejero de la IU de 2000 al 2005 como
del ex presidente venezolano Hugo Chávez.
Iglesias también intentó integrar a un amigo y colega personal de
Ciencia Política de la Universidad Complutense, Jorge Verstynge. Un ex
diputado del Partido Popular, Verstynge ha defendido explícitamente
medidas racistas y xenofóbicas contra los inmigrantes y ha simpatizado
abiertamente con Marine Le Pen y el fascista Frente Nacional francés. Al
final, no se le permitió hablar en uno de sus encuentros públicos
después de que surgieran críticas internas que obligaron a Iglesias a
renunciar a su colaboración.
Jaime Pastor, uno de los líderes de IA, comentó que "esto no es una
cuestión personal contra él. Esto es porque nuestro discurso está en
contradicción de lo que defendemos". Esto deriva inevitablemente del
hecho que el programa político de Podemos es pro-capitalista y
nacionalista. En menos de un mes, abandonó las míseras demandas
reformistas que publicó en su Manifiesto de Enero, para luego presentar
un programa más aceptable para la clase gobernante.
Por ejemplo, en la declaración de Enero, Podemos había incluido la demanda por la "nacionalización de la banca privada".
Esto no tiene nada que ver con la demanda socialista a favor de la
nacionalización de los bancos y las principales corporaciones bajo el
control democrático de un gobierno obrero. En vez de ello, esta demanda
estaba en línea con la nacionalización por parte del estado capitalista
de bancos insolventes como ha venido ocurriendo por toda Europa; esta
asciende a una nacionalización de sus deudas para que se le pase la
factura al pueblo trabajador.
Hasta esta demanda ha sido eliminada en caso su mensaje sea mal
interpretado. En vez de esta, una nueva medida propone la "reorientación
del sistema financiero para consolidar un sistema bancario en servicio
de los ciudadanos y las compañías medianas".
Cómo es que el sistema financiero puede ser "reorientado" en los
intereses de sus ciudadanos sin la abolición del sistema de ganancias
capitalistas nunca es explicado.
De manera similar, el Manifiesto de Enero propone la socialización de
las compañías energéticas. Esto ha sido cambiado a "recuperar el
control público en los sectores estratégicos de la economía:
telecomunicaciones, energético, alimenticio, transportes, cuidado a la
salud, farmacéutico y educación por medio de la adquisición pública de
una de sus partes, que garantice una porción mayoritaria en su
administración de consejos públicos".
Esto asciende a una propuesta de que uno u otro gobierno burgués, en
el cual Podemos sin lugar a dudas espera desempeñar su papel, respetará
el capital privado.
Otra endeble receta en Enero fue la necesidad de "abordar el fraude
fiscal" y la corrupción. Esto ahora ha evolucionado en una parte mayor
del nuevo programa con un capítulo completo dedicado a "Juicios y
penalidades más duras contra los delitos fiscales".
Esto resume el cínico intento de culpar la crisis en unos cuantos
evasores de impuestos capitalistas, apartando el hecho de que esto es
algo intrínseco al sistema de ganancias capitalistas.
El programa final comparte el propósito original de rechazar las
"redundancias para compañías con ganancias". Bajo condiciones de una
crisis económica mundial, esta propuesta significa que Podemos acepta
como algo completamente admisible que las compañías despidan a los
trabajadores sin sufrir pérdidas.
Críticamente, el manifiesto no menciona a los sindicatos, los cuales
han sido los medios primordiales mediante los cuales la clase gobernante
ha impuesto recortes salariales, redundancias y suprimido cualquier
resistencia a sus medidas de austeridad.
Otro capítulo defiende la creación de una "auditoría ciudadana de la
deuda", el propósito de la cual es para "qué determine qué partes de la
misma [deuda nacional española] no son legítimas; las deudas ilegítimas
no se pagan".
Una auditoría sobre la deuda ha sido uno de las plataformas
principales de SYRIZA, el cual recientemente reportó que consideraba a 5
por ciento de la deuda griega como inadmisible. El verdadero
significado de la demanda de la auditoría de la deuda es enviar una
señal a la élite financiera de que cualquier gobierno burgués en el cual
la pseudo-izquierda desempeñe un papel no organizará algún desafío a
sus intereses.
El manifiesto continúa afirmando su apoyo a la "democracia real"
basada en la "soberanía de los pueblos y su derecho a decidir libremente
su futuro".
Podemos apoya la celebración de un referendo el 9 de Noviembre
aprobado por los partidos burgueses catalanes y apoyado por la
pseudo-izquierda. Esto no tiene nada que ver con apoyar a la
"democracia", sino de una maniobra por parte de una sección de la
burguesía regional cuyo objetivo es crear un mini-estado capitalista
para atraer a la élite corporativa global mediante recortes de impuestos
y una acelerada explotación de la clase trabajadora. Al apoyar al
nacionalismo catalán, Podemos deja claro su intención de prevenir a los
trabajadores de avanzar sus interés de clase independientes en una lucha
unificada al subordinarlos a una u otra ala de la burguesía.
El Manifiesto de Enero omitió cualquier mención de la actitud del
nuevo partido hacia la Unión Europea. Esto ha sido rectificado. Si bien
apenas hay alguna mención del papel de la UE en imponer la pobreza de
masa y el desempleo por todo el continente, la última versión deja claro
que Podemos es completamente leal a la UE- haciendo un llamado por su
"refundación" y "democratización" en una oposición consciente a la
necesaria lucha de los trabajadores en contra del bloque del gran
capital en la lucha por los Estados Socialistas Unidos de Europa.
En Enero Podemos hizo un llamado a "rechazar las intervenciones
militares, defender la salida de la OTAN y ser una firme defensora de
las relaciones solidarias entre los pueblos".
Desde entonces, la misma UE que es apoyada por Podemos ha participado
de las peligrosas acciones contra Rusia, habiendo utilizado al golpe
fascista que fue apoyado por Occidente en Kiev. Hay llamamientos
abiertos, liderados por Alemania, de que la UE sea remodelado como una
alianza militar imperialista, dirigida en primer lugar, contra Moscú.
Fiel a su estilo, la demanda para una salida de la OTÁN ha sido
descartada a favor de un vago compromiso por un referendo sobre la
membrecía española, mientras que al mismo tiempo proclama el
"comprometido rol en la paz mundial" de la UE; como si la UE no
estuviese hasta el cuello en las provocaciones contra Ucrania y en otras
partes.
Por supuesto, las posiciones pro-imperialistas de los pablistas no
son algo nuevo. La IA abiertamente apoyó abiertamente la intervención en
Libia y ha apoyado a los fuerzas de Al Qaeda que actúan como
subsidiarias de Occidente en Siria.
Sin embargo, la velocidad con la cual la nueva organización ha tirado
por la borda posiciones que podrían ser consideradas vagamente como
"izquierdistas" es algo revelador. Habiendo probado cómo están las
aguas, Podemos ha comprendido fuerte y claro que es lo que se le espera
por parte de la burguesía española y está respondiendo acorde.
Concluido
Publicada por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI)