El 26 de abril de 1937, la pequeña ciudad de Guernica, símbolo de las
libertades vascas, fue destruida por la aviación alemana al servicio de
Franco. Por primera vez en la historia militar, un poblado civil es
totalmente sometido bajo un diluvio de bombas.
Guernica fue bombardeada durante más de tres horas por la aviación
alemana. Más de 1.600 víctimas perecieron en el bombardeo. Hitler,
aliado del general Franco en la guerra civil de España, quería
aterrorizar a la población civil y hacer más sencilla la rendición del
pueblo vasco y facilitar la toma del país vasco.
El objetivo deliberadamente mortífero de la operación no deja resquicio
de dudas. Y es que, los contingentes del ejército vasco que acampaban en
los alrededores de Guernica, no fueron siquiera tocados por el ataque,
al igual que el puente y la fábrica de pistolas.
Los 33 bombarderos de la Legión Cóndor llevan no sólo explosivos
destructivos, sino también bombas antipersonales y también 2.500 bombas
incendiarias. Estas ojivas rellenadas de aluminio y de óxido de hierro
son capaces de elevar la temperatura cerca de los 2700°C.
Guernica era conocida por su roble sagrado, al pie del cual se reunían
desde la Edad media los representantes del pueblo vasco. Cada dos años,
desde el reinado de Isabel de Castilla hasta el 1876, los representantes
de la corona española tenían la costumbre de renovar en este lugar su
juramento de respetar las libertades vascas.
Guernica es una villa localizada en la comarca de Busturialdea, provincia de Vizcaya, en el País Vasco.
Bombardeo a Guernica: El ataque contra un pueblo que se opuso al fascismo
En medio de la guerra civil española, durante el gobierno de facto del
dictador Francisco Franco, el 26 de abril de 1937 Guernica fue sometida a
una brutal masacre perpetrada por la Legión Cóndor de la Alemania nazi,
con apoyo de la Aviación Legionaria italiana.
También participó la
aviación nacional española con sus anticuados aparatos; esta actuación,
que fue documentada posteriormente, fue negada hasta la saciedad por el
franquismo.
A las 4:30 de la tarde de ese día comenzó el bombardeo en esta villa. La
iglesia de Santa María tocó tres veces la campana, avisando a la
población del peligro que acechaba. El primer avión, después de dar unas
vueltas sobre la localidad, soltó tres bombas explosivas.
El bombardeo se extendió por tres horas y media, tiempo en el que se
lanzaron entre 31 a 41 toneladas de bombas, una buena parte de ellas
incendiarias, a consecuencia de lo cual el centro urbano de Guernica fue
completamente arrasado.
El saldo fue de 721 edificaciones destruidas;
1.654 muertos y 889 heridos. Aunque la cifra de víctimas mortales fue
reducido a 126, según investigaciones posteriores.
Últimamente
aparecéis con perritos en la TV, todo vale en campaña.....
Pero ¿habéis
incluido algo en vuestros programas electorales para mejorar sus
derechos?
Ahora tenéis DOS
debates públicos, por favor, garantizar que vais a endurecer las penas
contra el maltrato y el abandono (cárcel!!) y que vais a ayudar a las
protectoras de animales.
Los animales abandonados son un problema de TODA la sociedad por culpa
de unas leyes demasiado permisivas.
Tomemos ejemplo de otros países de
la UE (Holanda). Somos muchos, pero muchos, los que amamos a los animales.
Han
sido tantos los insultos, los odios, las descalificaciones y las amenazas desplegadas
durante la campaña electoral, que da miedo pensar que no son sino el desahogo
de las procesiones que van por dentro de algunos de los candidatos, no es
necesario ponerles nombres y apellidos.
El
otro campo de la batalla verbal librada camino de las urnas ha sido el de las
mentiras.
A modo de resumen, nos fijaremos en el documentado artículo “Mentiras
y medias verdades del debate de A3Media”, publicado en la madrugada del 24 de
abril por un medio tan “centrado” como El País.
Los resultados se resumen en el
siguiente cuadro, que no le habría costado nada incluir, al final del artículo,
al periódico más leído en castellano.
Solo
he tardado diez minutos en componerlo.
LIDER
FALSEDAD
MEDIA VERDAD
OPINABLE
Casado*
11
5
0
Rivera*
3
0
1
Sánchez
3
1
0
Iglesias
0
2
1
*Además,
Casado repitió en varias ocasiones tres de sus once falsedades. Rivera lo hizo
con dos de las suyas.
Teniendo
en cuenta que los cuatro políticos estuvieron hablando los mismos minutos, las
calificaciones obtenidas por las 27 afirmaciones analizadas por el equipo de profesionales
de “El País” no deja lugar a dudas sobre los líderes del PP, Ciudadanos, PSOE y
Podemos.
Ahora
le toca a usted elegir la papeleta que le aconseje su propia escala de valores,
la de usted.
Por
si las mentiras le parecen un pecado venial, no se olvide de una verdad que se
cumple en un porcentaje de casos que se acerca al 100%.
Seguro
que usted y yo coincidimos en esta afirmación.
Quien roba miente más que
quien no roba, aunque no sea más que para que no le pillen. Hasta tal punto es
verdad, que si juzgan a un ladrón no le castigarán por mentir durante el
juicio.
O,
también con el mismo porcentaje de acierto, seguro que usted y yo estamos de
acuerdo en lo siguiente:
Es mucho más probable
encontrar más ladrones entre las personas que mienten más que entre las que
mienten menos.
Porque,
en confianza, no vamos a ponernos estupendos, usted y yo, a estas alturas.
Porque
alguna vez hemos mentido, pero, ¿tantas como el líder del PP?
¿Y
que se nos haya notado tanto?
Si
algo demuestran las encuestas es que muchos de los votantes habituales del PP
son más inteligentes que Pablo Casado.
Pero
no deberían olvidar que Abascal fue del mismo equipo de Casado durante muchos
años, y que no le abandonó por embustero, sino por “derechita cobarde”.
Aunque
también es probable que haya a quienes les dé vergüenza confesar que votará a
alguien como Casado, tan tonto y atrevido que no sabe lo que dice cuando le
ponen un micrófono delante de la boca.
La
respuesta, el 28 de abril.
Usted
y yo, por si hay mucho voto oculto, por cualquier motivo, deberemos defender
nuestro dinero también en la urna que nos convoque.
Venga,
no se quede usted parado y advierta del peligro a sus seres queridos.
Y tú,
Pablo Casado, miénteme de nuevo. pero no me digas que me quieres.
Solo promete
que dimitirás cuando se descubra que el PP está usando financiación ilegal en
esta campaña electoral.
Ganes o pierdas, cientos de miles de carteles intentando
engañar a toda España con tu mirada vacía demuestran que tendrás que cambiar de
vida.
El debate en España, previo a las elecciones el próximo domingo 28 de abril.
¿Se resolverá el problema de
Cataluña tras las elecciones generales en España?
En dependencia de
quien gane, así de tensas o flexibles pudieran resultar las cosas tras
el cercano 28 de abril.
Si como apuntan las encuestas el triunfo es para el PSOE,
la línea de trabajo, las posibles gestiones ofertadas, pudieran evitar
la tajante división entre los ciudadanos de esa autonomía, o entre ellos
y el resto de los españoles, como viene ocurriendo.
Si, en lugar de lo pronosticado,
logra mayoría cualquiera de las actuales derechas, aplicarían el
artículo 155, -así lo anuncian- para restarle potestades al gobierno
regional y ejercerlos desde Madrid.
Ese escenario desde luego, implica
mantener las confrontaciones y, quizás, profundizar también las
tendencias independentistas.
Pedro Sánchez, presentó el programa
de la socialdemocracia ibérica y particularmente las bases para un
futuro gobierno. No está centrando en el conflictivo tema, pero tampoco
lo elude. Propone reforzar las capacidades de la administración
catalana, aun cuando rechaza otro referéndum o la separación de ese
trozo del territorio.
En ese texto declarativo, el PSOE
adopta el carácter de “protagonistas en la evolución del Estado
autonómico”, y afirman ser el grupo político que impulsa una avenencia
convincente “frente a una derecha que siente nostalgia del pasado
centralista y a los que se han adentrado en aventuras independentistas”.
Hay quienes –incluso admitiendo lo plausible del planteamiento, se
sienten incómodos con el calificativo adosado a una aspiración del 47%
de los catalanes.
El posible partido ganador se define
como “garante de una mayor cohesión social” “ante la crisis actual
del modelo territorial, derivada del crecimiento de las aspiraciones
independentistas en Cataluña, ante la inacción del Gobierno del PP, nos
corresponde liderar la búsqueda de una salida a dicha crisis”, quizás
por medio de un “funcionamiento más integrado del modelo”.
Los críticos piensan que el PSOE no
debió omitir en su proyecto términos como el adoptado por esa formación
en su congreso del 2017, cuando dejó subrayado el carácter plurinacional
de España.
Otros aprecian lo exteriorizado en las páginas de la
reciente plataforma, dedicadas al delicado problema, y aducen que si
bien no se usa el citado vocablo, las actuales mociones se fundamentan
en determinaciones tomadas con anterioridad por ese partido.
En el programa actual y en mítines
o encuentros de distinto tipo, se ha destacado: “Si nuestras propuestas
hubieran sido aplicadas, no nos encontraríamos en la situación actual
pero, en cualquier caso, el modelo territorial del PSOE continúa siendo
el único camino viable para superar la actual crisis.
Ni desde el
derecho de autodeterminación ni desde un estado de excepción territorial
con carácter permanente a través del artículo 155 de la Constitución
española puede construirse el futuro”. .
En el 2013 fue firmada la
Declaración de Granada, un texto del PSOE donde al ahondar sobre la
crisis regional, se concluyó lo necesario de una reforma a partes de la
Constitución, y enfilarse hacia un estado más federal. Las propuestas
electorales del 2015 y 2016 mantuvieron ese principio, con pocas
variantes, adoptado por igual en el 2017, por el mismo Pedro Sánchez y
quienes, con él, buscan flexibilizar rigideces defendidas por los
conservadores.
Se debe recordar en ese sentido que
Mariano Rajoy, siendo titular del PP, judicializó, con éxito, el
conocido como Estatuto de Cataluña, un modelo de gobierno concebido
para, sin salir de España, contar con facultades entonces poco holgadas.
El pasado año, también quien fue jefe del gobierno conservador aplicó
el 155, no para resolver sino para imponer. De igual forma, le dio curso
penal a lo que era un problema político.
Pedro Sánchez propone ahora reforzar
el Estado autonómico, pero solo eso.
Y no es poco, pero depende no de
las posiciones y el ánimo de quienes asumen un empeño soberanista y no
en todos los casos obedeciendo a un nacionalismo sano, sino a una pugna
por intereses y poder, algo existente no solo en Cataluña, debe dejarse
sentado.
Con presos que fueron personalidades
en la jerarquía autonómica sujetos a juicio, o protagonistas, asimismo,
radicados en el extranjero, más la fuerte división entre personas, el
problema no se presenta muy proclive a ser enderezado.
El plan
estabilizador de Pedro Sánchez, aparece como el de mayor viabilidad,
pero si fueren el Partido Popular o Ciudadanos, quienes ganan esos
comicios, y uno solo o juntos se asocian con los ultraderechistas de VOX, la impronta cercana derivaría hacia un registro gravísimo.
Aún no está claro con quién haría
alianzas el PSOE, dado que si bien se presume obtengan una considerable
elevación del número de escaños en el Congreso, siempre tendrá que
asociarse con otras fuerzas y tener la mayoría requerida para
materializar sus anunciados objetivos. Particularmente los de carácter
social.
En teoría, debe conciliar intereses
con Podemos pero no se ha definido expresamente.
Se conjeturan las
adhesiones de los nacionalistas vascos y Esquerra Republicana de
Cataluña, pero también se baraja una extraña opción: un convenio
PSOE-Ciudadanos, este último tan de derechas como el PP.
Esa fórmula fue
explorada por el propio Sánchez, cuando el rey le encargó conformar
gabinete tras fracasar un convenio con Podemos.
Es de esperar no suceda
en esta oportunidad, pero nada impide algo similar a aquella especie de
hecho anti natura como fuera el intento de unir PSOE con el agresivo
Ciudadanos.
Hoy se sabe que en la discordancia
PSOE-Podemos del 2017 influyó una conspiración, suficientemente expuesta
y ahora en sumarios legales, tras la denuncia hecha por Pablo Iglesias,
sobre el espionaje hasta en sus ámbitos de mayor intimidad, y las
acciones de un sector político-policíaco, trabajando en contra del
entendimiento entre las dos agrupaciones de izquierda.
Obvio entonces a cuánto se exponen
los españoles a escasos días de confirmarse en urnas quién logra mayor
aceptación ciudadana y cuál de los posibles enlaces se establece.
De
ello dependerá el encauzamiento no solo del problema catalán, sino mucho
pendiente, incluso la gobernabilidad misma del país.
Sea cual fuere el gobierno que salga de los próximos comicios, si es
que no se repiten las elecciones, España no tendrá paz, a menos que no
sea la paz de los cementerios que es la que impera de unos años a esta
parte. “La paz perpetua” es el título de una obra de Kant.
El título
surge de la observación de una pintura satírica dispuesta por un
posadero holandés en la publicidad de su albergue en la que Kant vio la
imagen de un cementerio que llevaba, cuyo epígrafe era “la paz
perpetua”.
En aquel entonces, el mundo estaba conmocionado por los
principios de la Revolución Francesa, lo que comprometía a los filósofos
en sus reflexiones sobre las nuevas relaciones mundiales.
La paz era
entonces casi una utopía de los muertos…
Para
mantener la paz resultaría
útil
que los gobiernos escuchasen a los filósofos. Normalmente los
políticos
piensan que no necesitan aprender nada de esos perdedores.
Además,
los políticos,
que suelen ser juristas, sienten una irresistible inclinación
a aplicar las leyes vigentes sin investigar si acaso serían
susceptibles de perfeccionarse.
Como las personas que tienen esta
forma de pensar suelen ser las que tienen el poder y, por tanto, la
fuerza, deducen que su visión
del mundo es la más
inteligente y que los intelectuales son personas fracasadas que nada
tienen que aportar.
Además, los políticos españoles al uso, los
que se han alternado durante casi medio siglo en el poder político,
deseosos de mantener el statuo
quo que
les es muy favorable, hacen constantemente una
lectura
interesada
de
la ley conforme a esos intereses difusos
pero
concretos que dictan sus decisiones, contradiciéndose a menudo a sí
mismos y traicionando los postulados que un día les llevaron al
poder.
Con ello no pretendo decir que todos los políticos
deban hacerse intelectuales, y mucho menos que los filósofos
deban tener el poder, pues “la
mera
posesión
de la fuerza perjudica inevitablemente al libre ejercicio de la
razón”,
al decir de Kant.
Pero si los políticos
escuchasen
a los intelectuales, que no van a decirles lo que quieren oír,
no hacen proselitismo y se apartan del pensamiento de club,
obtendrían
sugerencias lúcidas de las que no deberían
prescindir.
Pero esto no va a ser así.
En España las décadas y los siglos
pasan en vano, los filósofos
pierden el tiempo y los que gobiernan retrasan el desarrollo de la
historia
no
tanto por falta de lectura, que también, como por la resistencia
infinita a practicar y a extender la tolerancia.
Sea
cual sea, pues, el gobierno, digo, ni va haber paz ni se hará hueco
alguno a la tolerancia imprescindible para la paz. Pues ese gobierno
estará trufado por maximalismos.
Compuesto en cualquier caso por
ánimos
extremos
y de signo absolutamente opuesto.
En ambos casos explicados por su
respectiva ideología.
En España no varía el trasfondo de la
sociedad: las ideologías políticas están tan enfrentadas como lo
están las religiones monoteístas.
Y en ningún caso los partidos
van a
renunciar, ni a ellas ni a sus propósitos.
Por dos razones.
La
primera es que no ya los políticos sino la opinión
pública,
no han alcanzado el nivel de conciencia de la tolerancia que se
necesita para la convivencia.
La segunda es que no hay gobiernos,
sino sociedades anónimas
de
esos intereses mencionados que están detrás de toda la palabrería
política.
En
resumen, ambos factores van a ser determinantes de una tensión
política trasvasada a la sociedad, que aconsejará a todo aquel que
pueda, y al que no pueda le supondrá una profunda frustración,
marcharse del país.
En todo caso, así como en tiempos posteriores a la Revolución
Francesa la paz era una utopía de los muertos, la única paz posible en
España siempre ha sido consecuencia de la sumisión a la intolerancia.
A
la intolerancia, primero del feudalismo, luego del absolutismo
monárquico, siempre a la intolerancia de la jerarquía católica, luego a
la de una dictadura de 43 años y, desde 1978, a la intolerancia de la
casta social dominante encaramada en la política, en la justicia, en la
empresa, en la banca, en la mayoría de los medios de comunicación, en la
mayoría de los centros sanitarios y en la mayoría de las escuelas.
Por
eso, no esperemos paz y estabilidad en ningún caso.
Y el drama es, que
si los ganadores de las inminentes elecciones fuesen los que deben
desbancar a los de siempre, la vida en España se haría más insoportable
todavía, pues, tal como respira ese ejército de energúmenos, al instante
una cruzada se pondría de nuevo en marcha…
En agosto de 1944 todo estaba listo para que los nazis, según órdenes de Hitler, redujesen a escombros los monumentos más importantes de París en
caso de que la capital francesa estuviese a punto de ser liberada por
las tropas aliadas.
Entre los objetivos a demoler se incluía la Torre Eiffel y la recientemente incendiada catedral de Notre Dame. Sin embargo, un puñado de aguerridos republicanos españoles entraron en la Ciudad de la Luz y le chafaron el plan al mismísimo Führer.
“Muerte a los gilipollas”
El 24 de agosto de 1944 la 9ª compañía de la 2ª DB Leclerc entró en el París ocupado por la Porte d’Italie. Eran las primeras tropas aliadas en acceder a la ciudad del Sena, conquistada por la Alemania nazi en 1940.
Como recordó Mercedes Arancibia en Periodistasenespañol.com, esta unidad blindada había sido bautizada como “La Nueve” (así, en español) porque 146 de sus integrantes eran españoles, de nacimiento o de origen. Cosa rara en una unidad del ejército libre francés, en esta se hablaba español, las órdenes se daban en español, y… muchos españoles.
Estos eran soldados experimentados en nuestra guerra civil,
republicanos que habían bautizado sus vehículos (no sin antes
plantearse nombres como ‘Durruti’ o ‘Pasionaria’) con los de Guadalajara, Brunete, Teruel, Ebro, Guernica, Don Quijote o España cañí…El capitán Raymond Dronne, al mando de la Nueve, se había venido arriba y, influenciado por el humor los españoles, había escribió en su jeep: “Muerte a los gilipollas”.
Fue precisamente una columna de La Nueve la que logró desalojar a los soldados alemanes de la central telefónica parisina y, el 25 de agosto, se enfrentaron a otro encargo complicado.
“¿Arde París? ¿Y Notre Dame?”
“Los puentes del
Sena deben ser preparados para su destrucción. París no debe caer en
manos del enemigo, a no ser como un montón de ruinas”.
Esta era la orden que había recibido Dietrich von Choltitz, comandante de París bajo la ocupación alemana, de un Adolf Hitler
cada vez más desquiciado y en modo “para lo que me queda de estar en
este convento”.
Los historiadores debaten hasta el día de hoy si von
Choltitz incumplió deliberadamente la orden del mandatario nazi (quizás para librarse de la, ehem, guillotina) o si no pudo cumplirla por falta de organización o tiempo.
Lo cierto es que, como señaló ABC en un reciente artículo, según Robert Bevan, autor de ‘The Destruction of Memory: Architecture at War’se había planeado hacer saltar por los aires los monumentos de la capital mediante explosivos, aunque no se descartaba usar como apoyo las famosas bombas volantes o incluso un ejemplar del gigantesco mortero Karl, ideal para demoliciones.
El objetivo principal era la Torre Eiffel, aunque se habían seleccionado para el reciclaje pardo otros lugares emblemáticos como el Arco del Triunfo, los Inválidos, el Palacio de Luxemburgo, las calles ubicadas en los alrededores de la Plaza de la Concordia o la Casa de la Ópera y (natürlich) Notre Dame.
“Van por París un extremeño, un aragonés y un andaluz y…”
Tres españoles de La Nueve (Antonio Gutiérrez,Antonio Navarro y Francisco Sánchez), armados con granadas y metralletas asaltaron el Hotel Le Meurice
(cuartel general alemán entre septiembre de 1940 y agosto de 1944 y
alojamiento del general Dietrich von Choltitz, comandante de París bajo
la ocupación alemana), y desarmaron al general y a su estado mayor.
Parece ser que entonces se vivió alguna situación surrealista, en concreto cuando von Choltitz, militar aristócrata y prusiano, se vio en el trance de tener que rendirse a un rojales ibérico, soldado raso para más inri.
Se trataba de Antonio Gutierrez, extremeño que, según Público, se presentó ante el gobernador alemán con la sucinta frase “soy español, y estos también”(señalando a Navarro y Sánchez).
Von Choltiz, herido en su amor propio, pidió a Gutiérrez que se presentara en la sala algún oficial de mando francés,
dado que las leyes de la guerra dictaban que un oficial debe rendirse
ante un oficial. Gutiérrez, sin problema, requirió la presencia de sus
superiores.
Eso sí, sin dejar de apuntar al general nazi con su arma.
Tras llegar los franceses de pura cepa, pudiendo el mandamás germano rendirse sin minar su ego, agradeció a Gutiérrez y al resto de españoles el haber respetado las leyes de la guerra y su integridad física. Choltiz, sin nada más a mano, se quitó de la pulsera su reloj y se lo entregó a Antonio Gutiérrez. “Toma… para ti… Guárdalo como recuerdo”, le dijo.
Más tarde, fue escoltado por los españoles, de camino al cautiverio.
Al día siguiente, el 26 de agosto, las tropas aliadas entraron triunfantes en París. Los españoles desfilaron entonces frente a la Catedral de Notre Dame, que se había salvado de la quema en gran parte gracias a la Novena, los carpetovetónicos escoltaron al general Charles de Gaulle por los Campos Elíseos.
Un momento, ¿y los españoles de la resistencia?
Sí, como señaló Charles Tillon, dirigente de la Resistencia que posteriormente fue ministro del general De Gaulle, “más de 4.000 españoles estaban en la Resistencia en París”. Muchos de ellos participaron en tareas de sabotaje en fábricas y en medios de transporte, o interceptando los camiones que salían de la fábrica de coches Panhard, lugar en el que los alemanes almacenaban explosivos. Explosivos que, en parte, debían haber incendiado y demolido Notre Dame.
Vista de la Catedral de Notre Dame tras una ceremonia en el ayuntamiento en París.
Cuenta la tradición que la catedral de Nuestra Señora de París, a orillas del Sena, fue
construida sobre una Iglesia y un antiguo templo romano dedicado a
Júpiter, y que aún antes, los druidas celtas celebraban allí sus
ceremonias en Semana Santa y otras fechas señaladas.
Cuenta la tradición que la catedral de Nuestra Señora de París, a orillas del Sena, fue
construida sobre una Iglesia y un antiguo templo romano dedicado a
Júpiter, y que aún antes, los druidas celtas celebraban allí sus
ceremonias en Semana Santa y otras fechas señaladas.
El culto mariano, y el deseo de Tierra Santa, generaron un movimiento extraordinario de piedad.
Los caballeros francos adoraban
a una gran dama inalcanzable. Una virgen María celestial.
Esa era la
esencia del espíritu de las catedrales.
Las prodigiosas obras de Nuestra
Señora comenzaron en 1163, y terminaron después de cientos de años.
Tal
vez aún no han acabado.
Todo el pueblo estaba involucrado en la construcción de estas
catedrales.
En Nuestra Señora de Chartres (a 80 kilómetros de París),
el servicio divino de los carros involucró a todo el pueblo. Miles de personas transportaban sobre sus lomos todo tipo de materiales.
Robert de Torigny escribió:
“Se vio por primera vez en Chartres a fieles engancharse a carros
cargados de piedras, madera y trigo, y a todo lo que podía servir para
la construcción de la catedral, cuyas torres se elevaban por
encanto…hombres y mujeres se arrastraban por marismas fangosas,
celebrando con cantos de triunfo los milagros de Dios ante sus ojos”.
Este era el espíritu de las catedrales.
El deseo de piedad y redención, y la voluntad de una Iglesia. “…
¿Quién
ha visto jamás en todas las generaciones pasadas, quien ha oído decir
jamás, que tiranos, príncipes señores poderosos en el siglo, hinchados
en honores y riquezas, que hombres y mujeres nobles de nacimiento,
hayan inclinado sus cabezas orgullosas y altivas, se hayan atado a los
tiros de carros, como bestias de cargas….?”, escribió el Abad Haimon de Sant Pierre.
La tensión de la Iglesia de las cruzadas, su dinamismo, y
la impresión que causó el contacto con Oriente y Al Andalus en el
imaginario galo, se vio reflejada en todo su universo
simbólico-artístico.
La pesadez austera de sus estructuras y ornamentos,
se transformaron en una luz prodigiosa que atravesada las vidrieras, y
en apuntadas agujas celestiales.
Pero el pasado día 15 de abril, los turistas veían perplejos una gran
pira funeraria iluminando el Sena, como quien observa petrificado los
cadáveres arder sobre el Ganges.
De inmediato, el ciudadano universal se
llenó de pesadumbre, aunque su inquietud duró unas horas: la catedral
iba a ser reconstruida.
Hubo quien señaló a los enemigos de la cristiandad como los
responsables, e incluso se denunció la aparición de una figura
inmutable, en las proximidades del incendio.
Resultó ser una escultura
de una virgen pétrea del todo inofensiva.
Emmanuel Macronha sacado a concurso público internacional la erección de su aguja y techo. El presidente francés se siente comprometido, porque es un caballero contemporáneo.
Se enamoró de Brigitte, su brillante mentora y profesora decenas de años mayor que él. Y juró volver.
“En cinco años la reconstruiremos, y la haremos más hermosa”, dijo el
presidente.
También han propuesto que los eurodiputados donen su sueldo
correspondiente a un día.
Pero nadie se atará a un carro para mostrar
su piedad. Bernard Arnaud (LVMH) y Henri Pinault (Artemis), los magnates
del lujo francés, contribuyen con cientos de millones de euros.
Es
suficiente para evitar que la gleba y los aristoi arrepentidos arrastren
piedras y maderos.
El Ayuntamiento de París anuncia la liberación de 50
millones cautivos.
El incendio de Nuestra Señora provocó un efecto hipnótico en
medio mundo, mientras innumerables asiáticos se preguntan a cuento de
qué tanto escándalo, si todo se puede replicar.
No hay nada que temer. La estructura ósea de la catedral está en el
ADN de los europeos. Somos un “pueblo de constructores”, dijo el presidente Emmanuel.
Un país que destruye tanto, tiene el deber de rehacer tantos destrozos.
En 1793 los revolucionarios decapitaron
las 28 esculturas situadas en la galería de los reyes. Representaban a
los monarcas de Judá, es decir, a los monarcas franceses, que eran tan
sagrados como los de Israel.
Más tarde las testas fueron restauradas a
su honorable tronco por Viollet-Le-Duc.
Volverán a tañer sus 6 campanas. La mayor de ellas se llama Emmanuel.
Trece mil kilos sobre los plúmbeos cielos góticos de París, harán vibrar las aguas del Sena.
La sincronía de los sucesos también tuvo su correspondencia en Tierra Santa.
Al Quds se
quemó, aunque fue muy leve la réplica.
El epicentro del incendio está
en Francia, y se extendió a Jerusalén, casilla final del viaje europeo.
Del cortocircuito en un andamio, a unos niños árabes que correteaban por
la zona.
Lo que no se sabe muy bien es a qué jugaban los muchachos.
EmmanuelMacron ha dicho que hará más bella la catedral.
Del románico al gótico hay solo unos pocos pasos, aunque extraordinarios, pero del gótico a la era de Internet hay
un abismo artístico.
Nuestra Señora de París podría ser un holograma
proyectado sobre una gran pantalla blanca.
Una teleserie producida por
Netflix, dedicada a la construcción de este prodigioso templo, con todo
tipo de personajes e intrigas que se entrecruzan. Incluso una recreación
en tiempo real del servicio divino de los carros.
Muchos
pagarían por ver a Bernard Arnaud doblar la cerviz como un nazareno.
Poco importa el anuncio de transferencia bancaria al Elíseo.
Los cascotes simbólicos de esa bella catedral servirán para rehacer
el espíritu libre y determinado del pueblo de las luces y el fuego
devastador.
Las maderas de robles que sostenían el techo, se pueden
reponer con leños procedentes de los bosques góticos de las
profundidades de Germanía.
Pero no existe posibilidad de mejora. Tan solo de réplica. Los
asiáticos tienen razón.
No se debe modificar lo que fue un templo
perfecto, porque fue construido en un tiempo preciso por un ejército de
devotos constructores.
A lo máximo que podemos aspirar es a un parque de atracciones.
En
lo que va del año, casi 15 perros en situación de calle, han sido envenenados
por pobladores del municipio de Zaragoza, por lo que algunos vecinos,
preocupados por el bienestar animal, han empezado a buscar a los posibles
vecinos que atentan contra la vida de estos animales.
Fue
precisamente la tarde del lunes cuando tres canes fueron encontrados muertos
sin herida alguna a un costado del bachiller P-27 en esta localidad, por lo que
al principio pensaron que se trataba de alguna travesura de los alumnos, sin
embargo, los mismos alumnos manifestaron que al ingresar a la institución, los
caninos andaban moribundos, por lo que algunos les dieron auxilio, pero fue
inútil ya que murieron en el lugar.
Y es
que este tipo de anomalías ocurre en calles de la demarcación, donde en lo que
va del año, van 15 canes que han muerto debido a que les avientan veneno en la
comida que ingieren.
Un
caso sucedió a inicio de mes, cuando en el interior de una casa, dos perros
fueron envenenados por los mismos dueños y durante la madrugada fueron sacados
a la banqueta.
Los
vecinos manifiestan que empezaran a hacer rondines en algunos lugares para
cuidar la integridad de los animales y principalmente evitar este tipo de
situaciones, ya que manifiestan “ellos también son seres vivos y sienten”.
O unos cuantos
milloncejos de euros a repartir entre un plan rector, una
reconstrucción, un concurso público o no, una adjudicación, directa o
no, una gran contrata, múltiples subcontratas y comisiones, los planes
alternativos para que el negocio turístico continúe (el rector de Notre
Dame, que debe de ser lo que aquí el deán o el jefe del cabildo,
ya anda pensando en una copia de la catedral en madera y, posiblemente,
con realidad virtual, de Walt Disney o de cualquier otra factoría de
entelequias espectaculares), una mamandurria temporal de, al menos,
cinco años...
¿Quién dijo que el fuego no es rentable?
Desde Nerón
hasta los incendios veraniegos de mi Galicia natal, el fuego siempre ha
sido un negocio en barbecho jugoso, Mon Dieu.
Los 185 restantes han solicitado la paga | De los que han renunciado hay tres del PP y dos de PSOE, Cs y Podemos
Sólo nueve de los 194 senadores que perdieron su condición
de parlamentario con la disolución de las Cortes han renunciado a cobrar
los 8.822,52 euros de indemnización que ofrece el Senado a sus miembros
por el parón electoral ante el 28A.
Entre los que la cobrarán figuran
políticos de todos los grupos, y también el hasta ahora único
parlamentarios nacional de Vox, Francisco José Alcaraz,
que sólo ha estado unos meses en la Cámara Alta después de tomar
posesión a raíz de las elecciones andaluzas del pasado diciembre.
La inmensa mayoría de los senadores ha solicitado esta paga voluntaria que compensa dos meses sin sueldo
Tras la convocatoria de las elecciones, la Cámara Alta ha
seguido abonando el sueldo habitual a los 72 senadores que forman parte
de la Diputación Permanente, el único órgano que sigue activo en este
periodo entre legislaturas, pero a los demás les ofrece una
indemnización para compensar estos 54 días de suspensión hasta los
comicios del 28 de abril.
Se trata de una paga voluntaria que los
senadores podían solicitar, ya que su sueldo se suspendió el mismo día
en que terminó la legislatura, el 5 de marzo. Aquellos que se presenten a
las elecciones y consigan de nuevo escaño volverán a generar
retribución desde el 28 de abril, aunque su nuevo sueldo no se abonará
hasta después de la constitución de las Cámaras el 21 de mayo.
En el caso de los senadores autonómicos, ni siquiera se
arriesgan a perder el cargo porque fueron elegidos por los parlamentos
regionales y no concurren a las elecciones. Perdieron como los demás la
condición de senador el día que se disolvió el Senado y, por tanto, el
sueldo, pero recuperarán el puesto y volverán a generar una nómina a
partir del 28 de abril.
Los 185 senadores que han pedido la paga
Según los datos facilitados por la Cámara y recogidos por
Europa Press, son 194 los senadores que tienen derecho a solicitar esta
“indemnización de transición”, como se denomina oficialmente, y de ellos
la han pedido 185, tanto senadores electos como autonómicos y de todos
los partidos incluido Vox, cuyo primer y único senador, Francisco José
Alcaraz, llegó en febrero al Senado y ha cobrado esta paga.
El sueldo base de un senador es de 4.901 € al mes, con un extra de entre 729 y 1.516€
Los 8.822 euros son el resultado de multiplicar 163,38 euros
por los 54 días en que el Senado está disuelto, cantidad acordada por
la Mesa del Senado el pasado 26 de febrero.
El salario básico de un
senador es de 4.901,53 euros mensuales (3.897,37 en el caso de los de
Madrid), aunque la gran mayoría recibe un complemento que oscila entre
739,29 y 1.516,76 euros al mes por ser portavoz en alguna materia o
formar parte de las Mesas de las comisiones.
Sólo nueve no han reclamado esta paga en el tiempo que el
Senado les dio para ello, sin tener que explicar el porqué. Varios de
ellos tienen otros ingresos incompatibles con éste, como una actividad
privada o el sueldo de otro organismo público, pero otros puede que no
lo hayan pedido por decisión propia.
Los de Salamanca renuncian al cobro
Los nueve que han renunciado pertenecen al PP, al PSOE, a
Podemos y a Ciudadanos. Están en la lista tres de los cuatro senadores
electos de Salamanca: Esther del Brío (PP), Francisco Javier Iglesias
(PP) y Rosa María López (PSOE). El cuarto, Gonzalo Robles, es miembro de
la Diputación Permanente por lo que sigue siendo senador y no puede
pedir esta indemnización.
En el grupo hay también tres senadores autonómicos,
designados por sus respectivos parlamentos y que por tanto recuperarán
el escaño tras las elecciones. Se trata de los madrileños Tomás Marcos
(Ciudadanos) y Jacinto Morano (Podemos), que además de senadores son
diputados de la Asamblea de Madrid.
El primero eligió mantener el sueldo
del parlamento madrileño, según consta en su declaración de
actividades, así que no puede cobrar esta paga; el segundo llegó al
Senado el pasado 8 de febrero y no se ha publicado todavía por qué
sueldo ha optado, si el madrileño o el del Senado.
Morano sustituyó a
Ramón Espinar, portavoz de Unidos Podemos, quien dimitió por
discrepancias con la dirección del partido.
El tercer senador autonómico que no ha pedido la
indemnización es Francisco Carrillo (Cs), que como los anteriores es
también diputado en un parlamento regional, el andaluz, al que llegó en
diciembre. Hasta entonces era empresario.
Completan la lista el gallego
Luis Manuel García Mañá (PSOE), el alavés Ángel Mesón (Podemos) y la
murciana Nuria Guijarro (PP). Según sus declaraciones de actividades,
Mesón está jubilado así que recuperaría su pensión nada más disolverse
el Senado, y la senadora del PP tiene un despacho de abogados cuya
actividad ha sido declarada compatible por la Cámara.