Toneladas de naranjas y mandarinas valencianas por tierra sin recoger
Por la caída de precios
El acuerdo de la UE con Sudáfrica deja la imagen en los campos de toneladas de cítricos echados a perder
Los sindicatos estiman pérdidas de 85 millones de euros
La terrible fotografía es habitual en las últimas semanas por los campos de naranjos valencianos, en plena campaña de comercialización de cítricos. No es el primer año que estos frutos acaban tirados por tierra, pudriéndose en el suelo porque no sale a cuenta pagar por recogerlos. El incremento de las pérdidas unido a un acuerdo muy desfavorable de la UE con Sudáfrica ha empujado a que los agricultores hayan elevado el tono de sus reivindicaciones.
Y algo han conseguido. El pasado viernes el president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la consellera de Agricultura, Elena Cebrián, se reunió con representantes de la patronal de los cítricos y llegó al acuerdo de impulsar una estrategia para reforzar la presencia del sector en Bruselas mediante la interprofesional Intercitrus, que llevaba una década inactiva.
Buenas noticias. Se podrá en marcha un Plan Estratégico para planificar con un periodo mínimo de 15 años el futuro de la producción valenciana que incluirá medidas como ampliar las misiones comerciales para abrir nuevos mercados, incorporar más personal a la oficina instalada en Bruselas y que funcionará como ‘lobby’ permanente, ayudas ‘de minimis’ de hasta 15.000 euros por cada agricultor que demuestre una caída de ingresos por razones climáticas o comerciales, ayudas para la recuperación de arbolado afectado en las parcelas inundadas por las lluvias de otoño y préstamos bonificados a través del Instituto Valenciano de Finanzas.
Sin embargo, estos anuncios han dejado un sabor agridulce en la organización agraria La Unió de Llauradors i Ramaders. Lamentan haber sido “vetados” en esa mesa de negociación y que Puig ha aprovechado para vender medidas que ellos mismos le habían propuesto a su jefe de gabinete el día anterior. “No tiene sentido que haya una interprofesional de cítricos donde no esté La Unió, que representamos a la mayor parte de los citricultores valencianos. No vamos a consentir que se dé un duro a Intercitrus mientras siga vetando a una organización valenciana”, defiende el secretario técnico, Joanma Mesado.
El acuerdo con Sudáfrica escondido entre 2.500 páginas
El campo valenciano recoge ahora los frutos –o los deja perder, visto lo visto- de un acuerdo que firmó la Unión Europea hace dos años con Sudáfrica. El documento, de 2.500 páginas, era demasiado largo como para que los eurodiputados españoles se molestaran en buscar la letra pequeña, aquello que podría perjudicar a su estado.
Pero en València saltaron las alarmas cuando encontraron un pequeño apartado escondido entre aquel montón de información y que ampliaba un mes y medio el periodo de importación de cítricos de Sudáfrica sin aranceles, concretamente pasaba del 15 de octubre al 30 de noviembre. Además, implicaba la reducción del arancel del 16% de forma progresiva hasta que en 2025 el país africano no pagara nada por exportar sus cítricos a Europa.
Las importaciones de fruta que no es de temporada son menos
sostenibles (tienen mayor huella ecológica por su transporte) y de menor
calidad, porque pasan por cámaras para mantenerse en buen estado.
A parte de estos inconvenientes, su entrada no repercutiría directamente en los agricultores valencianos de cítricos si no fuera porque con dicho acuerdo se solapan las campañas: las últimas naranjas africanas coinciden en los lineales con las primeras valencianas y andaluzas, y además, esta competencia se puede prolongar más con su almacenamiento en cámaras.
Los problemas de la naranja valenciana vienen de lejos, pero este es un obstáculo más que se añade a sus vicisitudes. El secretario general de la Unió de Llauradors i Ramaders, Carles Peris, asevera que es “competencia desleal” porque los trabajadores en Sudáfrica tienen peores condiciones laborales y porque a sus productos no se les exige la misma seguridad alimentaria que a los valencianos:
“Pedimos reciprocidad en temas laborales y fitosanitarios. De esta manera es imposible competir”. Sudáfrica es el segundo país del mundo en exportaciones de naranjas, solo por detrás de España.
Los sindicatos agrarios se esforzaron por explicar esa puñalada a los eurodiputados españoles. Consiguieron que 36 votaran en contra, aunque ocho diputados del PP y uno de UPyD votaron a favor y otros nueve del PSOE se abstuvieron. Tras la polémica suscitada, la ‘popular’ Pilar Ayuso y Beatriz Becerra (UPyD) rectificaron el voto.
El precio de algunas variedades se ha desplomado hasta la mitad
El inicio de la campaña de comercialización de los cítricos valencianos ha tenido unas pérdidas de unos 130 millones de euros, de los cuales el 65% (85 millones) se deberían a la “masiva presencia de fruta de terceros países como Sudáfrica” hasta mediados de noviembre, según datos de la Unió de Llauradors; el resto de pérdidas, 45 millones, se deben a los efectos de las lluvias.
Los datos que manejan los servicios técnicos de AVA-ASAJA son algo diferentes: cifran las pérdidas por las lluvias en 91 millones, en 52 millones por la caída de los precios y en 20 millones ante la falta de demanda.
La Unió señala que los precios de los cítricos han caído un 23% con respecto a la temporada anterior. Según los datos de la Conselleria de Agricultura de la Generalitat Valenciana, el valor de algunas variedades ha llegado a desplomarse hasta la mitad.
Estos son los precios que se han pagado al agricultor la semana del 18 al 24 de diciembre de 2018 en comparación con la del 19 al 25 de diciembre de 2017, que varían en función de la provincia (Alicante, Valencia, Castellón): la Clementina Clemenules ha pasado de 0,20-0,44€/kg a 0,09-0,24€/kg; la Clementina Orogrande, de 0,30-0,35€/kg a 0,14-0,24€/kg; la Mandarina Clemenvilla, de 0,21-0,40€/kg a 0,14-0,26€/kg.
En cuanto a las naranjas, la Navelina ha oscilado de un abanico de 0,18-0,22€/kg a 0,10-0,16€/kg; la Washington Navel, de 0,19-0,23€/kg a 0,13-0,15€/kg. Por último, las Naranjas Blancas Salustiana, ha caído de los 0,16-0,25€/kg a 0,13-0,20€/kg en la presente temporada.
De ahí hay que restar el coste fijado en el convenio colectivo de recolección de cítricos en la Comunitat Valenciana, fijado entre los 6 y los 12 céntimos por kilo, en función de la variedad. La mejor pagada es la Clementina Fina Hernandina, y la peor, las Navel, Navelina y Newhall.
Todo eso ha dejado una fotografía lamentable en los campos valencianos de cítricos. Desde hace años es habitual la estampa de naranjos sin recoger, con toda la producción por tierra; este año, es aún más sangrante, y son miles las toneladas de mandarinas (sobre todo satsumas y clementinas) las que se han quedado en los árboles y después pudriéndose en el suelo.
Este drama se suma al de las casi 30.000 hectáreas de cítricos abandonadas en la Comunitat Valenciana durante la última década y la falta de relevo generacional, según datos de AVA-ASAJA.
Las reivindicaciones de los sindicatos
El sector citrícola ha estado en pie de guerra para visibilizar sus problemas y reivindicaciones en las últimas semanas. La Plataforma per la Dignitat del Llaurador se ha concentrado en 30 municipios de Castellón y Tarragona y agrupa asociaciones, sindicatos y hasta 14 ayuntamientos.
Reclama la modificación del acuerdo de la UE con Sudáfrica y, en su defecto, que se aplique la cláusula de salvaguardia, es decir, su suspensión por la caída generalizada de los precios de los cítricos.
También piden reforzar las medidas de defensa fitosanitaria de los cítricos europeos y exigen las máximas cautelas y controles a los productos importados desde países con plagas de cuarentena para minimizar el riesgo de contagio de plagas o enfermedades.
Uno de los sindicatos que integra la plataforma, la Unió de Llauradors, se reunió en Madrid junto a otras organizaciones agrarias como AVA-ASAJA el 20 de diciembre con la Directora General de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, del Ministerio de Agricultura.
Le pidieron una “ayuda excepcional y con carácter temporal”
para todos los productores de cítricos a los que les quede cosecha en
el árbol sin recoger, en términos muy parecidos a las concedidas por el
veto ruso a las exportaciones europeas.
De momento, el Gobierno central solo se ha comprometido a retirar
50.000 toneladas (30.000 de naranjas y 20.000 de mandarinas) del mercado
en fresco para descongestionarlo y propiciar una mejora de la
coyuntura. Esa cantidad se destinará a la industria para su
transformación en zumos de reparto gratuito, una medida que ambas
organizaciones agrarias consideran “insuficiente”.
La Unió señala que también pidió la exención del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) de todos los afectos a la actividad citrícola, establecer una reducción de de los índices de rendimiento neto para el sector citrícola en el IRPF del ejercicio 2018 y fomentar el acceso a líneas específicas de financiación a través de la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (SAECA).
Desde AVA-ASAJA reclaman, entre otras cosas, créditos bonificados, la aprobación de compensaciones directas para los agricultores a través del sistema ayudas de mínimos, que contempla subvenciones por valor de 15.000 euros por explotación a distribuir a lo largo de tres años.
También exigen una nueva ley de la cadena alimentaria en la línea con la
nueva legislación francesa, para que los precios que perciban los
agricultores se fijen a partir de los costes de producción.
Naranjas caídas por tierra, sin recoger, junto a Faura (Valencia) (Raquel Andrés Durà)
El ministro Luis Planas: “Si otras CCAA están aumentando las plantaciones es porque hay salida”
En la Comisión de Agricultura, Pesca y Alimentación del
pasado 4 de diciembre el portavoz de Compromís en el Senado, Carles
Mulet, trasladó algunas de estas reivindicaciones al ministro de
Agricultura, Luis Planas.El ministro, sin embargo, insinuó que eran los agricultores valencianos quienes estaban haciendo mal las cosas: “Sé los problemas que hay en la Comunidad Valenciana. Pero, ¿sabe usted que está incrementándose la producción de cítricos en otras comunidades autónomas de España?
Tan mal no le debe ir al sector. Si hay otras comunidades que están aumentando las plantaciones es porque hay salida”. Obvia, sin embargo, que el campo valenciano es sobre todo minifundista.
Sobre el acuerdo de la UE con Sudáfrica, lo defendió porque “abre también mercados”: “Somos un sector que exporta más de la mitad de lo que produce, así que no podemos tener una mentalidad autárquica ni defensiva; igual que nosotros exportamos, otros nos exportan”.
Además, frente a la versión de los sindicatos, aseguró que con los cítricos africanos se aplican los mismos estándares fitosanitarios que con los productos europeos.
https://www.lavanguardia.com/…/naranjas-valencianas-sin-rec…