Suenan Margallo y Piqué.
Casi todos dan por seguro un resultado similar, en los
comicios de este domingo, al del pasado 20 de diciembre. Escaño arriba o
escaño abajo, con el añadido de un más que probable “sorpasso” de
Unidos Podemos al PSOE, el juego de combinaciones va a seguir siendo
idéntico. Sólo que con una diferencia: los cuatro grandes se han
comprometido a que no haya una “tercera vuelta”.
Pero las posiciones siguen siendo las mismas. Podemos y PSOE siguen a la greña, y Ciudadanos no hace más que repetir su veto a Rajoy y unos cuantos nombres más que dirigen el PP. Y esa es la hipótesis con la que trabajan los analistas. Si Rajoy renuncia, ¿Quién podría sustituirle? Esta semana han sonado dos nombres: El ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García Margallo, y el empresario independiente, pero muy vinculado a Génova, Josep Piqué.
Los sondeos electorales en manos de los partidos políticos, que por ley no se pueden publicar cinco días antes de las elecciones, indican dos posibilidades: que una alianza PP y Ciudadanos no tendría la mayoría absoluta de escaños en el Congreso, aunque quedaría cerca, sólo les faltarían 8 diputados, y una alianza PSOE y Podemos sí tendría la mayoría absoluta.
Teniendo en cuenta que es más que improbable el caso de un acuerdo entre estas dos formaciones. Parece más verosímil un gobierno del PP y Ciudadanos con algún apoyo puntual de los nacionalistas, sobre todo del PNV. Pero este apoyo está condicionado a la renuncia de Rajoy a presidirlo.
Y más después de lo que ha pasado estos últimos días con el caso de Jorge Fernández Díaz y las explicaciones dadas por su amigo, valedor y todavía inquilino de la Moncloa.
Un sector del aparato de Génova se plantea, abiertamente, la posibilidad de un gobierno popular sin Rajoy. Pero, ¿Quién presidiría? Ciudadanos se encargó, durante la campaña electoral, de reducir las posibilidades. Nada de “vieja guardia”. Y aquí han entrado en juego dos posibilidades.
José Manuel García Margallo se postula como “un personaje independiente y respetado “capaz de resolver el problema de Catalunya”. Margallo es uno de los pocos políticos de la transición aún en activo. En agosto cumplirá 72 años. El ministro contempla, ahora, su última oportunidad de cara a la sucesión tras las nuevas elecciones si el consenso requiriera relevar a su compañero al frente de la Presidencia.
Las postulaciones no son bien vistas en este país. Por eso Margallo cuenta con escasas posibilidades. Sobre todo si, como parece ser probable, se juega una carta mucho más “presentable”. Josep Piqué, ya no es consejero delegado de OHL. Se va al mismo tiempo que su presidente, Juan Miguel Villar-Mir. Y lo hace justo en el momento mas oportuno.
Piqué ha descartado “volver a la política”. Dice que seguirá “en el sector privado”. Pero eso lo dicen todos y al final acaban por aceptar. Josep Piqué tiene experiencia. Fue ministro de Industria, portavoz del Gobierno, ministro de Asuntos Exteriores y ministro de Ciencia y Tecnología en diferentes gobiernos de José María Aznar.
Es independiente, pero muy vinculado al PP, y tiene un buen cartel en Catalunya. Sobre todo porque llegó a ser alto cargo de la Generalitat en gobiernos presididos por Jordi Pujol. Además, está bien visto en el mundo empresarial y, sobre todo, entre sus colegas europeos.
Y, lo más importante. Además del apoyo de Rivera, un gobierno presidido por Piqué, un tanto de corte constitucionalista, para intentar salvar la actual etapa de confusión e incertidumbre que vive el país, podría contar con el apoyo del PSOE.
Por Ernesto Carratalá