sábado, 4 de febrero de 2023

Puyr y su gente deben ganar esta batalla brasileña.


  Puyr y su gente deben ganar esta batalla brasileña.  

  Puyr Tembé, una de las lideresas nacionales del movimiento de mujeres indígenas, encabeza a los pueblos de todo Brasil en una marcha hacia la capital, exigiendo al nuevo congreso que proteja la selva amazónica de las garras de la tala maderera, la minería y la ganadería que están llevándola de camino al colapso.  

Lula, el nuevo presidente de Brasil sostiene la causa, pero algunos poderosos empresarios y sus títeres políticos que solo vieron en la selva una fuente de recursos para saquear ofrecen una feroz resistencia.

 Son los mismos que apoyaron al expresidente, Bolsonaro, hoy refugiado en Orlando, a miles de kilómetros de distancia, en una casa alquilada propiedad de un luchador profesional de artes marciales mixtas, a unos cuantos kilómetros de Disney World.

 Los mismos que, durante unos años, se comieron viva a la Amazonía, destruyendo cada día el equivalente a 5 mil campos de fútbol. 

Los científicos advirtieron de que el ecosistema forestal podría colapsar, lo que pondría en riesgo los cimientos de la vida en la Tierra. El 60% de la cuenca amazónica está localizada en Brasil. 

 Pero este valiente movimiento de resistencia indígena lucha por su futuro, con activistas como Puyr, con más de 19 millones de miembros en Brasil e importantes aliados en el nuevo gobierno que luchan por conservar la selva y por la vida en la Tierra. Todos ellos saben que, si reúnen suficientes donaciones, podrían contar con:  -       

   Apoyar la marcha multitudinaria hacia el congreso con la que Puyr y sus aliados exigirán nuevas medidas de protección para la Amazonía.  -       

   Lanzar una gran campaña mediática y de incidencia política que asegure la puesta en marcha de normativas imprescindibles para la selva.  -         

 Construir una inmensa red ciudadana en Brasil que apoye la protección de la Amazonía.  -       

   Financiar una cumbre indígena que reúna a los líderes de toda la Amazonía para establecer un plan de protección de la selva a nivel nacional e internacional.  -  

        Intensificar la presión internacional que proteja la Amazonía y otros ecosistemas clave mediante audaces campañas dirigidas a los gobiernos de todo el mundo.

 El plan es ambicioso, pero el futuro de la Amazonía está en juego y podría ser la última generación que tenga la oportunidad de salvarla.  

 Publicado por Santiago Miró

 


 

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