miércoles, 3 de agosto de 2022

China y la Agenda Global

 

La reina de Inglaterra contempla el oro depositado en el Banco de Inglaterra. 

China y la Agenda Global 

 ¿Será ese sobre el que posa su ávida mano el robado a Venezuela?  

 La City de Londres tiene más de 800 años.

 Podría decirse que es más antigua que la propia Inglaterra, y durante más de 400 años ha sido el centro financiero del mundo. 

   Durante el período medieval, la ciudad de Londres, también conocida como Square Mile o simplemente The City, estaba dividida en 25 distritos antiguos encabezados cada uno por un concejal. Y así sigue siendo en el presente.   

 Además, existía la siniestra entidad llamada Corporación de la Ciudad de Londres, o simplemente la Corporación, que es el órgano de gobierno municipal de la Ciudad.

 Y así sigue siendo en el presente.   

 Aunque los orígenes de la Corporación no pueden ser fechados con exactitud, dado que nunca se encontró un estatuto “sobreviviente” que estableciera su base “legal”, hasta el día de hoy ha mantenido sus funciones basadas en la Carta Magna.

 La Carta Magna es una carta de derechos acordada por el rey Juan en 1215, que establece que "la Ciudad de Londres tendrá/disfrutará de sus antiguas libertades". 

En otras palabras, la función legal de la Corporación nunca ha sido cuestionada, revisada ni reevaluada NUNCA, sino que se ha dejado que funcione legalmente de acuerdo con sus "antiguas libertades", lo que puede considerarse, a mi entender, una descripción muy gris de su función.

 En otras palabras, son libres de hacer lo que crean conveniente.    Así pues, la cuestión es, si la City de Londres ha mantenido sus "antiguas libertades" y ha defendido su poder financiero global, ¿realmente ha desaparecido el Imperio Británico?  

  Contrariamente a la ingenua creencia popular, el imperio en el que el sol nunca se pone (algunos dicen que “porque Dios no confiaría en ellos en la oscuridad”) nunca desapareció.  

  Después de la Segunda Guerra Mundial, la colonización estaba destinada a desaparecer, y muchos pensaron que también lo haría con el Imperio Británico. 

Los países reclamaban su soberanía, los pueblos instauraban sus gobiernos, el sistema de saqueo y pillaje había llegado a su fin.  

  Es una bonita historia, pero no podría estar más lejos de la realidad.  

En la década de 1950, para “adaptarse” al cambiante clima financiero mundial, la City de Londres estableció lo que se denomina “jurisdicciones secretas”. 

Estas debían operar dentro de los últimos remanentes de los pequeños territorios coloniales de Gran Bretaña. 

De los 14 territorios británicos de ultramar, 7 son paraísos fiscales de buena fe o "jurisdicciones secretas".

 También se creó un mercado financiero internacional separado para facilitar el flujo de este dinero extraterritorial, el mercado de eurodólares.

 Dado que este mercado tiene sus bancos fuera del Reino Unido y los EE.UU, no están bajo la jurisdicción de ninguno de los dos países.    

En 1997, casi el 90% de todos los préstamos internacionales se realizaron a través de este mercado.   

 John Christensen, economista investigador, estima que este capital que legalmente no pertenece a nadie podría llegar a los 50 billones de dólares dentro de estos territorios británicos. 

Capital que no sólo no está sujeto a impuestos, sino que una parte significativa del mismo ha sido robada de sectores de la economía real.   

 Entonces, ¿cómo afecta esto a los países “anteriormente” colonizados?  

  Según John Christensen, la deuda externa combinada de los países del África subsahariana era de $177 mil millones en 2008. 

Sin embargo, la riqueza que las élites de estos países trasladaron al exterior, entre 1970 y 2008, se estima en $944 mil millones, 5 veces su deuda externa. 

Esto no es sólo dinero sucio, también es dinero ROBADO de los recursos y la productividad de las economías de estos países.  

  Así, como afirma Christensen, “lejos de ser un deudor neto con el mundo, el África subsahariana es un acreedor neto” de las finanzas extraterritoriales.  

  Puesto en este contexto, el llamado “atraso” de África no se debe a su incapacidad para producir, sino a que ha estado experimentando un saqueo ininterrumpido desde que estas regiones fueron colonizadas por primera vez.

  Fragmento extraído del extenso y sustancioso artículo de Cynthia Chung 

La verdadera Agenda Global que impulsa la guerra contra China




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