Conflictos mundiales : REPORTE DESDE EL SALVADOR PARA RADIO HABANA CUBA DE 20 DE JULIO DE 2022

REPORTE DESDE EL SALVADOR PARA RADIO HABANA CUBA DE 20 DE JULIO DE 2022

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Nuevamente esta semana en El Salvador, innumerables hechos se entrecruzan en la actualidad salpicada de controversia y con noticias de acá y de afuera que repercuten en la sociedad de este país, hoy irremediablemente dependiente de los poderes foráneos y locales, siempre alejados de los intereses de su población.

La noticia que acaparó la atención a finales de la semana anterior fue la de que más funcionarios del gobierno de Nayib Bukele han sido incluidos en la ya familiar lista Engel, que publicarían próximamente autoridades de Estados Unidos de América; y que independientemente de su origen, retrata mucho lo que las instituciones locales que en la actualidad no serían capaces de determinar, debido a la cooptación de ellas de parte del ejecutivo y sus aliados.

Fue el pasado viernes 15 de julio que el periódico digital El Faro reveló una actualización de la Lista Engel, la cual no es la definitiva; sin embargo, asegura dicho medio que fuentes cercanas a la administración Biden confirmaron la autenticidad.

Entre los funcionarios del gobierno salvadoreño destacan, el jefe de fracción del partido oficial Nuevas Ideas, Christian Guevara; el ministro de hacienda, Alejandro Zelaya; el asesor jurídico de la presidencia, Javier Argueta, y el secretario de prensa, Ernesto Sanabria, a quienes se les revocaría la visa para visitar dicho país, cuestión que localmente es motivo de gran afectación moral, y en este caso, desprestigio político.

A Christian Guevara, Estados Unidos lo señala de intentar censurar a la prensa a través de las reformas a la ley de proscripción de maras y pandillas, así como reformas al código penal, por las que difundir noticias relacionadas a las pandillas por los medios de comunicación, provocarían penas de hasta 15 años de cárcel.

En este caso, observadores citan que uno de los motivos sería evitar publicaciones que divulguen los pactos con dichas agrupaciones criminales, que diferentes gobiernos han realizado, incluyendo la actual administración, y a la que se le atribuye la reducción de los asesinatos por casi 3 años, y también por su aparente ruptura, la declaración de la guerra contra las pandillas y maras, y el decreto del estado de excepción desde el 26 de marzo del presente año, aún vigente.

Cualquiera que fuera la consecuencia para los señalados, no escapa del desprestigio y golpe político hacia este gobierno que, en un principio fue un incondicional aliado de la administración de Donald Trump; a tal grado que el presidente siempre se mostró muy cercano a su embajador de la época, con el que compartía su presencia en actos propios del gobierno, por ejemplo en las conferencias de prensa de los inicios de la pandemia de la Covid 19, televisadas en cadena nacional, apareciendo el representante de la casa blanca con frecuencia, acompañando al mandatario y sus ministros; así como encuentros familiares e íntimos de los que el mismo Bukele publicitaba por las redes sociales.

Más adelante, con el cambio de administración de 2021 en el país del norte, y coincidiendo con los hechos que profundizaron las medidas ejecutadas para neutralizar a la sala de lo constitucional y al fiscal general, destituyéndolos ilegalmente el 1 de mayo de 2021, con la ruptura del estado de derecho y la separación de poderes, por obra ejecutada en la asamblea legislativa dominada por el partido oficial y sus socios, se fueron acumulando las muestras de rechazo de sectores locales y también en el exterior, donde organismos de derechos humanos principalmente, han denunciado el desempeño del mandatario con el fin de controlar todas las instituciones estatales para beneficio de sus planes, a lo que se sumó el gobierno estadounidense de manera reiterada.

Ante las posibles represalias o consecuencias que la profundización de los planes de gobierno podrían traer, funcionarios y el mismo mandatario dan un giro de 180 grados respecto a sus vínculos con el actual gobierno de Biden, alegando injerencia y ataque a la soberanía del país; por lo que se profundiza el distanciamiento y alguna que otra escaramuza con sus representantes, a la par que se proyecta mediáticamente el acercamiento con otros países y potencias, a manera de juego a la geopolítica por conveniencia, para retar lo que desde ese momento es calificado como intervención del imperio.

Sin embargo, todo lo de este país por su dependencia histórica y sus vínculos asociados a la gran diáspora que reside en los Estados Unidos, que constituye cerca de la tercera parte de la población nacional, se ve afectado por el alejamiento o conflicto en las relaciones entre ambas naciones, y quien en último caso sufre más consecuencias es el más pequeño, que además de su limitado territorio, no posee recursos propios que puedan contrarrestar cualquier embate.

Por ello, muchos en este país interpretan la conducta del mandatario como una forma de evadir la amenaza que percibe representan todas estas sanciones hacia sus funcionarios, y que en un futuro le afecten a él personalmente; situación de muy reservado pronóstico, si se observa lo ocurrido en las vecindades.

Sobre el tema, la congresista estadounidense Norma Torres, de origen guatemalteco, ha sostenido a través de los medios de comunicación y redes sociales que los Estados Unidos ha dejado en claro que, los que ella califica como malos actores en Guatemala, El Salvador y Honduras, serán investigados y sancionados.

Aunque no se eximen de arrogancia sus expresiones, pero en este país centroamericano se toman muy en serio dichas frases, que tarde o temprano puedan tener consecuencias legales de diferente tipo; además de ello, nuevas situaciones relacionadas con lo que sucede con los fondos de pensiones, los recursos empleados para implementar el bitcoin como moneda de curso legal, las consecuencias del estado de excepción, hasta la temática del fútbol nacional, auguran consecuencias insospechadas en el pulgarcito.

Para los amigos oyentes de Radio Habana Cuba, reportó desde El Salvador, Centro América, Mario Zavaleta.