domingo, 3 de julio de 2022

EL OTANAZO En Madrid la OTAN puede haberle propinado un golpe de estado a la ONU


 EL OTANAZO   

En Madrid la OTAN puede haberle propinado un golpe de estado a la ONU al convertir una entidad militar, en un órgano deliberante y políticamente empoderado a escala global, que además es brazo armado de los Estados Unidos.  

La Cumbre de la OTAN ha enterrado cualquier ilusión acerca de una presunta "multipolaridad" que estaba por llegar. 

"El mundo ―me ha comentado Enrique Román ex director del diario oficial cubano Granma y ex embajador de Cuba en Líbano― ha vuelto a ser como en la otra Guerra Fría. 

Al definir a Rusia y China como adversarios principales, otra vez tenemos dos polos. 

En lo adelante será más fácil entender la política internacional porque se tratará de: ellos y los otros".  

 En las coyunturas económicas adversas, la opinión pública tiende a impugnar a los gobernantes y en tiempos de guerra a exonerarlos y a cerrar filas con ellos. 

En el primer caso se trata del bienestar y del bolsillo, en el segundo de reacciones amparadas en sentimientos nacionales.  

El nacionalismo y el patriotismo fueron catalizadores ideológicos para la Primera Guerra Mundial que, en la Unión Soviética, durante la Guerra Patria, dieron lugar a un heroísmo masivo nunca igualado. 

La diversidad evidencia que, con diferentes motivaciones, patriotas hay en todas partes, incluidas Rusia y Ucrania, así como también los países europeos que ahora respaldan a sus líderes.

 Parece insólito pero el partido socialdemócrata de Olof Palme apoya el ingreso de Suecia a la OTAN y los alemanes respaldan el rearme de su país.

  La recién celebrada Cumbre de la OTAN en España, ha mostrado lo que se temía cuando en 1968 Jean Jacques Servan-Schreiber escribió "El desafío americano" y explica las aprensiones de Charles de Gaulle.

 El alineamiento y la dependencia de Europa (ahora no sólo occidental, sino también oriental), respecto a Estados Unidos es total. 

 La estrategia adoptada por la OTAN para los próximos diez años que reproduce, la hoja de ruta de la política exterior norteamericana en su versión global, suma a los límites geográficos de la alianza referidos al Atlántico Norte la zona Indo-Pacifico, o lo que es lo mismo la parte del planeta donde se define la dominación global.

  A ello se añade que, por primera vez desde la desaparición de la Unión Soviética, la OTAN identifica enemigos y adversarios concretos y perennes que, otra vez son los mismo que los de Estados Unidos: Rusia como "una amenaza significativa y directa" y a China como un "desafío".

 De esa manera, ser miembro de la OTAN significa declararse en estado de beligerancia frente a ambas potencias, y colocarse bajo la protección militar de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Turquía y en el futuro inmediato Alemania. 

 La OTAN no es de las mayores organizaciones internacionales, pero es la más poderosa y temible de todas las existentes, entre otras cosas debido a su naturaleza belicista y a que carece de contrapartida. 

 Aunque agrupa sólo a 30 estados, entre ellos están los más ricos, poderosos y belicistas.  

Por incluir a Estados Unidos que, a la condición de primera economía mundial, suma el mayor potencial militar, al menos en el papel, la OTAN es militarmente más poderosa que Rusia y China juntas. 

Entre los 15 ejércitos más poderosos del mundo cinco forman parte de ella, a la que también pertenecen tres de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y cuatro de los nueve países que poseen armas nucleares.

  El poder de la OTAN emana no solo de las fuerzas militares de que dispone sino de su ejecutividad y del carácter vinculante de sus decisiones que, tratándose de una entidad castrense, son ejecutadas de modo inmediato con el estilo de ordeno y mando y la obediencia debida característico de los militares. 

A diferencia de los gobiernos, la OTAN no necesita la aprobación de los parlamentos nacionales ni del parlamento europeo. 

 La OTAN que no realizó ninguna operación militar durante la Guerra Fría se ha involucrado en unas 30 desde el colapso de la Unión Soviética, algunas de ellas fuera de Europa y aunque no todas han sido misiones combativas, indican un crecimiento del protagonismo internacional de la organización. 

 Excepto las conferencias de los líderes de Estados Unidos, la Unión Soviética y Gran Bretaña en Teherán, Yalta, Potsdam y San Francisco en torno a la II Guerra Mundial, al reparto de influencias en Europa y a la conformación del sistema político mundial, no recuerdo ninguna reunión de ninguna entidad internacional donde se hayan adoptado tantos y tan importantes acuerdos como en la reciente Cumbre de la OTAN en Madrid, de los cuales les contaré. 

Se trata de un "otanazo".  

Allá nos vemos. 

 La Habana, 02 de julio de 2022






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