sábado, 4 de junio de 2022

Ese lugar común llamado Correos

 


Ese lugar común llamado Correos

Xustás (Lugo) es ese lugar de recuerdos de verano, el punto de encuentro de los amigos de mil y un sitios que confluíamos llenando nuestras vidas de historias que contar. 

Nos las contábamos en esas cartas que mirábamos ansiosos, esas líneas que arrancaban sonrisas o lágrimas, pero que siempre tenían un elemento en común, la moto de la cartera cuando se acercaba a la verja y sonreía. 

No había semana sin cartas porque las cartas y los carteros eran lo único que unía en muchos lugares donde el teléfono apenas existía más allá de algunos bares o tiendas de ultramarinos. 

 Pero, ¿cuánto hace que no enviamos una carta?

 Si cada uno de los que lean estas líneas se responde, nos daremos cuenta que no sólo pasaron aquellos veranos y esos otoños de cartas que recordaban los buenos y los malos momentos, también han  pasado esos momentos en los que enviábamos cartas . 

 Dicen que el tiempo pasa rápido, pero pareciera que los tres últimos años hayan sido una carrera contrarreloj en poner nuestras vidas pata arriba. 

Escondimos bajo las mascarillas el temor y sustituimos los abrazos y los besos por la salvaguarda de nuestras casas.

 También sustituimos las cartas. 

Las sustituimos por las comunicaciones digitales que nos permitieron estar conectados pese a no poder estar juntos.

 Y las sustituimos tanto que se dejaron de enviar 560 millones de cartas en un año con una tendencia que se mantenido en el tiempo. 

 Y con el cambio de paradigma de nuestra sociedad, viene una nueva transformación de Correos. 

En 306 años de historia de la compañía no ha sido la primera, pero probablemente sí la más intensa porque estamos descubriendo el valor añadido de tener la empresa con la mayor presencia territorial, capital humano e infraestructuras físicas y digitales. 

 Hoy, Correos se ha convertido en uno de los activos más importantes en materia de cohesión social y territorial porque es esencial en la vertebración territorial y un agente imprescindible en la lucha contra la exclusión financiera y en acercar a los ciudadanos los servicios administrativos. 

 No sólo somos servicio postal universal, sino que también nos estamos convirtiendo en un servicio financiero universal que acude al socorro de todos los que han perdido la autonomía financiera una vez los bancos han decidido abandonar a la gente al albur de la falta de rentabilidad de sus negocios.

 No sólo en las zonas rurales, sino también en aquellas en las que la gentrificación o la discapacidad ha dejado brechas digitales que abundan en la exclusión financiera de una buena parte de nuestra sociedad.  

Porque donde no quede nada, sólo quedará Correos. 

 Los carteros y carteras como agente de un cambio inexorable, protagonistas no sólo de las páginas de la historia de la compañía sino también de la sociedad. 

Por acercar los servicios financieros y administrativos a los ciudadanos y ciudadanas, pero también por formar parte del valor añadido de nuestros productores abriéndoles nuevas ventanas al mundo para poder dar a conocer y vender sus productos, por ayudar a las pymes y las pequeñas empresas a vertebrar su actividad y que pueda volar en la Milana Bonita -el avión de Correos- a nuevos mercados y nuevas oportunidades de generar riqueza.  

En Correos todo está cambiando para que haya algo que no cambie, el orgullo del servicio público y el buen hacer de miles y miles de trabajadores y trabajadoras que han hecho de la compañía la marca de confianza de la sociedad. 

 Todas las transformaciones tienen un componente de cambio cultural y, con él, un cierto vértigo de estructuras nada adaptativas a organizaciones mucho más democratizadas. 

Correos no es ajeno a ello.

 No ha habido cambios sociales sin resistencias ni resistencias sin ruido, pero pese a que hay quien piense que los árboles impiden ver el bosque, que las mentiras repetidas mil veces se convierten en verdad, lo cierto es que el camino de esta compañía se muestra con el compromiso de toda una organización en convertirse en agente de cambio, en la diversificación de servicios, la internacionalización, la sostenibilidad y la eficiencia. 

Es hacer que las cosas pasen y hacer que pasen manteniendo la esen cia, la calidad del servicio a la ciudadanía, empleo estable y de calidad, sin privatizaciones y defendiendo lo público, sin procesos de despidos y mostrando el orgullo de pertenencia a esta gran compañía.

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