viernes, 8 de abril de 2022

Propaganda de guerra bajo una nueva forma

 

Propaganda de guerra bajo una nueva forma 

 El ejército ruso ha ganado la guerra contra los “banderistas” en Ucrania. Mientras, ‎en Occidente, la OTAN gana la guerra cognitiva contra sus propios ciudadanos.

 ‎La alianza atlántica ha perfeccionado una nueva forma de propaganda basada en algo ‎que hasta hace poco denunciaba: las fake news.

 Pero ya no se trata tanto de ‎información falsa sino más bien de información sesgada. 
 


 En las llamadas “sociedades democráticas” contemporáneas, la propaganda de guerra está ‎concebida como los actos de ilusionismo, se trata de desviar la atención del público para que ‎no vea lo que no debe saber.  

 EL DISPOSITIVO DE LA OTAN  

Voltairenet.org – 05/04/2022

‎  «El logro supremo del arte de la guerra no es someter al enemigo por la fuerza sino ‎doblegarlo sin derramar ni una gota de sangre.»‎ Sun Tzu, El Arte de la Guerra   

 El general francés Philippe Lavigne, jefe del «Mando Aliado de Transformación» (Allied Command ‎Transformation o ACT) de la OTAN, se encarga de supervisar las investigaciones sobre los nuevos ‎métodos de propaganda. ‎  

  El Mando Aliado de Transformación dispone de 21 «Centros de Excelencia».

 Uno de ellos es el ‎‎NATO Strategic Communications Centre of Excellence, también designado como StratCom debido a su ‎denominación de “Comunicaciones Estratégicas” [1], y tiene su sede en Riga, la capital de Letonia [2].

 El StratCom de la OTAN es el creador de una entidad ‎denominada Encrucijada de la Innovación de la OTAN (iHub), bajo la dirección del francés Francois ‎du Cluzel, ex profesor en la Escuela Militar Interarmas de Coetquidan, en Francia, y financia ‎investigaciones de la Johns Hopkins University y del Imperial College of London sobre las ‎capacidades cognitivas.

 Esas investigaciones abarcan todo el conjunto del campo cognitivo y sus ‎variadas aplicaciones van desde los soldados biónicos hasta la propaganda de guerra. ‎  

   La idea general de la OTAN es agregar a los cincos teatros habituales de operaciones militares ‎‎(aire, tierra, mar, espacio y teatro cibernético) un sexto teatro de operaciones: el cerebro ‎humano. «Mientras que las acciones desarrolladas en los cinco sectores [tradicionales] ‎‎se ejecutan para obtener un efecto sobre el campo humano, el objetivo de la guerra cognitiva es ‎convertir a cada persona en un arma», escribe Francois du Cluzel.‎ 

   En la Primera Guerra Mundial, la propaganda de guerra se basaba en informaciones falsas ‎popularizadas por verdaderos escritores. Después, durante la Segunda Guerra Mundal, la propaganda ‎de guerra se basó más bien en la repetición de ciertos mensajes previamente seleccionados. ‎Pero, hoy, la propaganda de guerra se concibe como un acto de ilusionismo [3]. 

Su objetivo es conmover a la gente para distraer su atención y esconderle ‎lo que no debe ver. El público juzga lo que ve a través de la información previamente ‎seleccionada –a menudo sin interés– que se le proporciona constantemente. De esa manera, sin recurrir a la mentira propiamente dicha, ‎se logra engañar a la opinión pública. 

‎    Con la guerra en Ucrania, estamos viviendo la primera aplicación de esa nueva ‎forma de propaganda de guerra. ‎   

 Para facilitar la comprensión de lo que acabo de explicar, presentaré aquí varias ‎informaciones que caen en la categoría de “lo que el público debe ignorar” y luego abordaré la ‎‎“cobertura” de la guerra en Ucrania por parte de la televisión estatal de Francia.

 Me refiero a la ‎televisión estatal francesa sólo porque es la que tengo más cerca, pero el resultado sería el mismo si ‎nos refiriésemos a ejemplos de Alemania, del Reino Unido o de Estados Unidos.

Puedes descargar los informes diarios de los observadores de la OSCE ‎en Ucrania a través de la url https://www.osce.org/ukraine-smm/reports


 RESPONSABILIDAD DE LOS DIRIGENTES OCCIDENTALES EN LA GUERRA DE UCRANIA  ‎  

En Occidente, la narrativa sobre la guerra en Ucrania atribuye absolutamente toda la ‎responsabilidad al presidente ruso, Vladimir Putin, y subsidiariamente a las personalidades políticas ‎y financieras de su gobierno. Pero esa versión resulta totalmente falsa cuando vemos los reportes ‎diarios de los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa ‎‎(OSCE). ‎  

  En efecto, los observadores de la OSCE reportaron haber oído un ataque de las fuerzas de Kiev ‎contra el Donbass, aún ucraniano en aquel momento… en la tarde del 17 de febrero. 

Todas ‎las agencias de prensa reportaron entonces el éxodo de al menos 100 000 civiles hacia el interior ‎del Donbass o hacia Rusia. Mientras tanto, en Munich, los principales dirigentes políticos de los ‎países miembros de la OTAN oían al presidente ucraniano Volodimir Zelenski decirles –durante la ‎Conferencia de Seguridad– que quería dotarse de armamento nuclear contra Rusia. Ante ‎esos hechos, resulta evidente que no fue Moscú sino Kiev quien inició las hostilidades. ‎ 

   Nadie puede creer que Kiev haya iniciado esta guerra contra un enemigo muy superior sin haber ‎recibido antes ciertas garantías de parte de aliados aparentemente capaces de defenderlo frente ‎a Rusia. Y esos “aliados” sólo pueden ser la OTAN o Estados Unidos, o eventualmente otras ‎dos potencias nucleares: Francia y el Reino Unido. ‎   

 La primera reunión donde se presentó esta guerra como algo conveniente ‎tuvo lugar el 5 de septiembre de 2019, en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y fue ‎organizada por la RAND Corporation –el think tank, o “tanque pensante” del complejo militaro-‎industrial estadounidense. ‎



 


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