Hoy 26 de abril, día de la visibilidad lésbica, Bilbo Feminista Saretzen reivindica el lesbofeminismo como posición política frente a la hegemonía masculina que domina los territorios corporales.
Cuando una mujer escucha las palabras “machorra”, “tortillera”, “mari-mutil” siendo lanzadas, como insulto, en su dirección, sabe que está en riesgo, sabe que ha cruzado la frontera de lo que el heteropatriarcado define como su papel sexual y social.
Especialmente si rompe con los cánones atribuidos a la feminidad.
No podemos dejar de utilizar el 26 de abril, día de visibilidad lésbica, para señalar que, en una sociedad que quiere auto-convencerse de que las lesbianas son una más y que todas disfrutamos de los mismos derechos, sólo lo somos si reproducimos un determinado canon estético, sexual y un determinado modelo de familia.
Es decir, si nuestro lesbianismo no pone el género, el amor romántico y la familia nuclear en cuestión, somos asimiladas por el sistema capitalista, racista y heteropatriarcal.
Por eso queremos utilizar este día para visibilizar especialmente alas butches y mari-mutilak que, en su mayoría, se sitúan en la precariedad y son objeto de múltiples violencias: por ser mujer, por ser lesbiana y por rechazar los espacios de asimilación heterosexual posibilitados por la feminidad.
Masculinidad y feminidad que, más allá de estereotipos, representan estructuras de poder que, como lesbofeministas, hoy os invitamos a reflexionar.
Hoy recordamos cómo muchas mujeres mayores lesbianas han vivido sus existencias desde el silencio por vergüenza o miedo a una sociedad profundamente lesbófoba.
El impacto negativo sobre sus vidas ha sido durísimo: sufrimiento, soledad y ausencia total de derechos. Y aquellas que decidieron hacerse visibles, durante el franquismo, sufrieron internamientos en centros psiquiátricos, los llamados “tratamientos de reconversión” y humillaciones públicas por ser unas desviadas y consideradas enfermas.
Un borrado lesbocida que intenta hacer desaparecer de la historia a las lesbianas.
Reivindicamos los cuerpos lesbianos como este territorio vital que fue invadido y que, a través del lesbofeminismo es defendido, recuperado, cuidado y sanado.
Celebramos la fuga del régimen heterosexual que, las que estamos hoy aquí, construimos cotidianamente en las calles, en los centros de trabajo y en nuestras camas.
Ser lesbiana es una acción directa de rebeldía contra el heteropatriarcado.
Es, sobre todo, una idea a ser compartida con todas las mujeres.
Por ello, el sábado 30 a las 12h tenemos una cita para compartir una parte de nuestra genealogía lésbica mientras caminamos por sitios fundamentales para la reivindicación, sanación, socialización, construcción política y ligoteo de las lesbianas de Bilbo.
Llegaremos a las 13h30 en la Plaza de Bilbao La Vieja con un Vermú Bollo Tropikal, mucha cumbia, bailoteo y lo que surja.
El lesbofeminismo es la revolución concreta y la posibilidad de la utopía.
Las lesbianas fuimos, estamos y seguiremos.
Gora iraultza lesbofeminista!
Gora borroka feminista!
Ser lesbiana es una acción directa de rebeldía contra el heteropatriarcado
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