En este breve fragmento de la película
Se condensa la cruda realidad que la inmensa mayoría de la Humanidad nunca ha podido asumir.
* *
La tenebrosa guerra de Ucrania está sacando lo "mejor" de los creyentes.
Miles de adocenados cristianos de la infinidad de ritos, sectas y modalidades (eso sí, todas únicas y verdaderas) en las que se dividen los seguidores del nazareno demente han sacado lo mejor de su arsenal para terminar con el conflicto: la oración.
Y así, no dejan de aparecer en los medios de comunicación de todo el mundo exhortaciones y ejemplos de todo dios (nunca mejor dicho) rezando para termine esta cruel guerra.
Pero sólo hay que echar la vista atrás para constatar que a la zarza ardiente nunca le han preocupado las guerras, ya que a lo largo de la Historia ha habido infinidad, e incluso muchas de ellas se han hecho en su santo nombre.
Así que ¿a qué viene tanto estúpido rezo?
Bergoglio, durante el primer año de pandemia, hizo tres espectáculos donde prometía el fin de la misma, y apenas salió la vacuna se hizo vacunar, compró vacunas para sus empleados y ordenó despedir al que no se vacunara.
Parece que el representante de dios en la Tierra no cree en sus propios cuentos.
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