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Una estola violeta de plástico reciclado bordada por las Carmelitas descalzas es una paradoja dibujada en el aire.
El regalo de Yolanda Díaz Pérez Papa Francisco es todo un símbolo de integración, un ejemplo de la belleza -ella diría, de la “maravilla”- que es posible encontrar en la superación de los contrarios, de los enfrentamientos y las disputas: el convento y la plaza: lo privado y lo público; la sociedad civil y la comunidad religiosa; el gobierno de lo mundano y una forma de espiritualidad; el ayer y el mañana…
La reunión del Papa y Díaz nos enseña que es posible trascender las contradicciones sobre la base del respeto a los Derechos Humanos: un “trabajo decente”; la lucha contra la injusticia social, contra la precariedad y la desigualdad; el cuidado del planeta…
La necesidad de combatir el cambio climático y la exigencia de dignidad en el trabajo se unen en la reivindicación de un cambio en el modelo social y el modelo productivo.
Por eso, la ultraderecha ha hablado de CumbreComunista.
Con el libro de poemas de Rosalía De Castro ”Folhas Novas”, la vicepresidenta quería rendir homenaje a los emigrantes galegos que iban a la Argentina sin abandonar sus raíces.
Negro sobre blanco, también la forma de vestir de Yolanda anuncia un estilo nuevo: ni el negro sobrio y la peineta, que el dress code aconseja para las mujeres, ni tampoco “el privilegio blanco” de las reinas católicas: una síntesis de estilos que elimina privilegios e ilumina nuevas formas de ser y de estar en la vida.
Las derechas, que creían poseer el monopolio de lo humano y lo divino están que trinan con este “anti-Papa”, “representante del diablo en la Tierra" (E. Inda), y le niegan toda legitimidad.
Decía Marhuenda, que, en el cónclave que lo eligió, "el Espíritu Santo se confundió, y los cardenales eligieron un candidato catastrófico”.
No solo los ciudadanos no votan bien (Vargas Llosa), es que el propio Espíritu Santo se equivoca escandalizando a quienes se aferran a sus privilegios y van en contra de la evolución de la historia.
Sin embargo, es inútil y absurdo tratar de detener el tiempo. Esperanza y alegría en esta cumbre comunista: una estrella muy luminosa nos señala el camino
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