Pablo Iglesias dejará el Gobierno de coalición para presentarse como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Pablo Iglesias deja el Gobierno y se presentará como candidato en Madrid
Su sustituta será la ministra de Trabajo y el ministerio de Asuntos Sociales lo asumirá Ione Belarra. "Madrid necesita un gobierno de izquierdas y creo que puedo ser útil para ayudar a ganarlo"
Los efectos del adelanto electoral en Madrid han llegado al Ejecutivo de coalición, provocando una crisis de Gobierno. Pablo Iglesias ha dado un golpe de efecto y dejará la vicepresidencia segunda para presentarse como candidato a las elecciones en la Comunidad de Madrid.
Su sustituta en el Ejecutivo será la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que mantiene su cartera y asume así el liderazgo de Unidas Podemos en la coalición, como nueva vicepresidenta segunda, y futura candidata en las próximas generales. El ministerio de Asuntos Sociales quedará en manos de Ione Belarra, actual secretaria de Estado para la Agenda 2030. Los relevos han sido comunicados y consensuados con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
"En política hay que tener valentía y entender cuándo hay que dejar paso a nuevos liderazgos", ha argumentado el secretario general de la formación morada a través de un breve mensaje en vídeo enviado a la militancia. Todo está atado: "Yolanda Díaz puede ser la próxima presidenta del Gobierno de España". Una bendición para dar cuenta de que le cederá el liderazgo de Unidas Podemos de cara a las próximas elecciones generales.
"Madrid está ante un enorme riesgo, que haya un gobierno de ultraderecha", ha continuado para defender la sorpresiva decisión de dejar su cargo en el Gobierno para tomar las riendas en Madrid y apostarlo todo al 4-M presentándose como candidato a la presidencia autonómica. "Lo he estado meditando mucho y hemos decidido que si los inscritos quieren, voy a presentarme a las próximas elecciones del 4-M".
Su justificación: "Madrid necesita un gobierno de izquierdas y creo que puedo ser útil para ayudar a ganarlo y liderarlo".
Con la aspiración de aglutinar bajo su papeleta el voto de la izquierda y movilizar al electorado progresista, "como madrileño y como antifascista", Iglesias ha hecho un llamamiento a la "unidad de la izquierda", asociando el hecho de que esté gobernando la derecha por las divisiones del pasado, en referencia a la escisión liderada por Íñigo Errejón.
Pero no solo hizo un llamamiento: "Voy a proponer a los compañeros de Más Madrid para que hagamos una candidatura única para ganar Madrid el próximo 4-M", ha anunciado.
El propio Errejón y otros cargos de Más Madrid, como Tania Sánchez, ya rechazaron esta posibilidad tras el llamamiento a presentar una candidatura conjunta lanzado por Izquierda Unida. El paso adelante de Iglesias y su oferta de volver a reunificar el espacio a la izquierda del PSOE obligará, al menos, a tomar en cuenta la propuesta y tener que buscar nuevos argumentos para un rechazo a la unión de fuerzas que el electorado castigaría.
Varios miembros de la dirección del partido llegaron a la reunión celebrada en la mañana de este lunes con el convencimiento de que hacía falta "un revulsivo" para competir contra Isabel Díaz Ayuso en Madrid, reconociendo que se estaban barajando perfiles con proyección estatal, pero sin apuntar el nombre del secretario general. La decisión fue personal, meditada con su círculo más cercano, aunque nadie le pidió dar este paso.
Otros miembros del Gobierno de Unidas Podemos, insistían en la necesidad de interpretar los comicios madrileños en clave estatal, al considerar que determinarán el futuro de la política española.
Así, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, advertía que la fórmula "nacional-populista, en coherencia con la fórmula Trump" de Ayuso era una deriva "que debe ser una preocupación máxima para todos los españoles, no solo los madrileños". Una lectura por la que concluía que "estamos ante un reto no solo para Madrid, sino para todo el país".
Unidas Podemos, como ya adelantó este diario, abrió durante todo el fin de semana un proceso de debate interno para buscar el relevo de Isabel Serra. Desde el entorno de Serra daban por hecho que no repetiría como candidata a la Comunidad de Madrid debido a que está a la espera de un recurso de casación al Tribunal Supremo tras su condena por unos altercados ocurridos con la policía durante la paralización de un desahucio en 2014, que derivaría en su inhabilitación para el ejercicio de cargo público
. Un factor determinante por el que han decido buscar alternativas. Fuentes de la dirección explicaban que todos los escenarios estaban abiertos y que se estaba planteando una reflexión en el seno de la dirección madrileña del partido, junto a Pablo Iglesias, de cara a consensuar los pasos a dar.
La decisión se cerró en la mañana de este lunes, durante una reunión de la ejecutiva, precipitando una hoja de ruta que no estaba madurada pero sí avanzada. Esto es, ceder el liderazgo de Unidas Podemos a Yolanda Díaz y volver a trabajar por la unidad de la izquierda, tras la escisión de Íñigo Errejón que está en pleno proceso de expandir su proyecto a nivel territorial.
Unidas Podemos se juega tener o no representación en la Asamblea, después de perder su presencia institucional en el ayuntamiento de la capital -tras rechazar competir contra la lista de Manuela Carmena- y volver a defenderse de la envolvente de su exnúmero dos.
La decisión de Iglesias cambia totalmente la situación. Por su parte, el partido liderado por el ahora diputado de Más País arriesga el futuro de su proceso de articulación territorial.
Un gatillazo en su campamento base le restaría capacidad para seguir escalando territorialmente y reduciría su protagonismo para liderar alternativas, tanto de cara a seducir a los sectores de la izquierda desencantados con Unidas Podemos como a los proyectos políticos periféricos, regionalistas y ecologistas, a los que busca aglutinar bajo el paraguas común de Más País.
En las generales registraron coalición con Equo, Compromís y Chunta Aragonesista, y se exploró con otras organizaciones como En Marea (Galicia) o Caballas (Ceuta). De cara al futuro, se busca hacer lo propio con Adelante Andalucía, la escisión de Podemos liderada por Teresa Rodríguez.
Los resultados de ambas fuerzas en Madrid, epicentro político de los partidos de ámbito estatal, también serán determinantes no para calibrar sus respectivos estados de salud sino para dilucidar el efecto de la fragmentación en la izquierda de cara a plantear las candidaturas en las próximas municipales en la capital.
Voces de distinto signo, como la del grupo de concejales afines a Manuela Carmena o la del fundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, han coincidido durante los últimos meses en remarcar que para "recuperar" el ayuntamiento de la capital no se pueden repetir las fórmulas fragmentarias que habrían llevado a la alcaldía al popular José Luis Martínez-Almeida.
Desde las últimas elecciones autonómicas en las que Más Madrid casi triplicó en votos a Unidas Podemos, el escenario ha cambiado radicalmente para ambas formaciones.
Los morados se presentan formando parte del Gobierno de coalición, con las heridas curadas tras las escisiones y el fratricida conflicto interno previo a aquellos comicios, con recambio en la candidatura a la presidencia pero sin acabar de despegar en las encuestas y una tendencia electoral decreciente que, si bien lograron frenar en las elecciones catalanas, fue patente en las gallegas y vascas.
Más Madrid, por su parte, lo hará sin el empuje de la exalcaldesa Manuela Carmena, que en los anteriores comicios concurrió como 'ticket' electoral de Errejón. La candidatura de Carmena en las elecciones municipales rozó el 31% de los votos, mientras que la de Errejón se quedó en el 14,65% de los apoyos.
En números absolutos, la exalcaldesa obtuvo 471.538 sufragios en la ciudad y Errejón 503.990 en toda la comunidad autónoma. El efecto arrastre de la exalcaldesa, con la que hizo tándem, fue por tanto crucial en aquellos comicios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario