A los sufridos cortesanos que no dan abasto, pese a lo rápido que mueven la lengua por su trasero, a limpiar las inmundicias de la Corona
Dando Ejemplo
El sábado 27 de febrero en la presentación del Foro Julio Anguita Euskadi (ver vídeo del acto ) todas las personas que intervinieron, de variopintos pelajes y sensibilidad política, coincidían a la hora de calificar a Julio en su coherencia y capacidad de vivir según lo que pensaba.
¡Lástima que –como bromeábamos – ya no pueda salir al balcón del Palacio de Oriente a saludar tras escucharse un “ Españoles, españolas, os habla el presidente de la Tercera República!"
Me viene su recuerdo al conocer la enésima entrega de la astracanada1 ( El Confidencial) protagonizada por miembros de la Familia Real, en concreto por las deméritas2 hijas del rey emérito que atienden no al nombre de Hernández y Fernández3, sino al de Elena y Cristina.
De la visita a “papá” en los Emiratos Árabes no solo han vuelto contentas. También vacunadas.
“ Pecata minuta”4 dirán los paniaguados. No tan leve si contextualizamos la acción en un país con más de 3 millones de personas contagiadas y al menos 70 mil muertas, que ha empezado a vacunar hace una semana.
En el caso andaluz por ejemplo la vacunación a un sector esencial como la Educación ( está sosteniendo la economía al tener las aulas abiertas – literalmente incluso, con ventanas y puertas de par en par en plena ola de frío - y posibilitar el trabajo de los progenitores), se inició el 25F excluyendo en la primera tanda de la dosis a los mayores de 55 años ( casi 20%) por incompatibilidad con la Astra-Zeneca.
Pero no excluyéndolos de la obligación de trabajar –siendo el grupo de mayor riesgo según sus propios informes- con niños y adolescentes hormonados.
Y ellos, al igual que otros grupos lo que han hecho es guardar cola y no saltársela, esperar turno sin protestar, aguantar el tipo y seguir trabajando para que el país llamado España,- que les duele como a Unamuno- , salga de la crisis.
Sin necesidad de demostrar el patriotismo de boquilla con una pulserita o una bandera gigante.Solo con la lucha cotidiana y el ejemplo.
Si se llamaran Elena (57 años) o Cristina ( 55 ) todas estas personas ya estarían inmunizadas.
Por ello la anécdota no es trivial, al contrario, merece que se le ponga foco ( la vergüenza de la luz pública) y espejo ( esa coherencia vital con la que se iniciaba este escrito) para que otra vez (…y van) constatemos la falta de ejemplaridad de a quienes todos y todas pagamos o hemos pagado sueldo mientras soportábamos sus privilegios.
El “amor a la patria” del que tanto blasonan les dura lo que tarda en apagarse el eco de su “Viva España” para ser sustituido por un “Sálvese quien pueda”.Una familia “ muy española y mucho española “como diría un tal M.Rajoy (¿ quién será?) pero muy poco edificante5
Eso sí con el aplauso de una densísima corte de pelotas siempre dispuesta a justificar cacerías, comisiones, amantes, doble moral, cuentas opacas en paraísos fiscales, regulaciones de Hacienda a la carta...porque en España puede que se nazca ciudadano/a pero los súbditos se cuecen a fuego lento siempre con el “ viva el rey” de jaculatoria.
Será que de tantos siglos tirando del carro de la Monarquía al grito de “ Vivan las cadenas” 6no sabrán distinguir cuando se es persona y cuando cabestro
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