viernes, 19 de febrero de 2021

Si Conocemos A Sócrates, ¿Por Qué No Conocemos A Aspasia?

 

Si Conocemos A Sócrates, ¿Por Qué No Conocemos A Aspasia?

 

Atacada, ridiculizada y vilipendiada por su inteligencia y sus ideas avanzadas, la filósofa, científica y maestra de oratoria Aspasia tuvo gran influencia en el siglo de oro de la vida cultural y política de Atenas, en la Grecia antigua.

 

De su biografía solo existen fragmentos, por lo que gran parte de su vida sigue siendo un misterio. Nacida alrededor del año 470 a.C. en una familia adinerada de Mileto, desde muy joven recibió una buena educación, ya que tanto los niños como las niñas de las ciudades jónicas –como la suya– iban a la escuela pública y aprendían en igualdad de condiciones.

 

 Aspasia se sumergió de lleno en la lectura de poetas y filósofos, especialmente en la de Pitágoras, de quien aprendió sobre el perfecto orden del cosmos. Pronto la joven destacó entre todos sus compañeros por su gran sabiduría y también por su belleza.

 

A Aspasia se la considera una hetera, una clase de prostitutas distinguidas, única condición social que, siendo mujer en la Grecia clásica, le garantizaba la misma independencia económica, prestigio social, acceso a la educación e igualdad de derechos que tenían los hombres, para los que desempeñaba funciones de artista, contertulia y acompañante.

 

 Solía atender a un solo cliente distinguido en exclusiva durante largos períodos de tiempo; en estas atenciones, prevalecía la sabiduría por delante de la satisfacción sexual, para la que ya existía otro tipo de prostitución, que es con la que haría negocio y la que le llenaría las arcas.

 

En el burdel que regentaba, amasó una gran fortuna a una edad temprana. Allí conoció a un arconte griego que le habló de las maravillas de Atenas, la ciudad más avanzada de su tiempo. Aspasia aspiraba a ser libre, llegar a lo más alto de la sociedad y compartir las mismas inquietudes culturales y políticas que los hombres

 

Sobre el año 450, cuando tenía apenas 20 años, la que Plutarco definió como una “mujer sabia y astuta”, se trasladó a Atenas, donde fundó una escuela de filosofía y declamación para jóvenes, a la que llegaron a asistir personalidades como Sócrates y Eurípides.

 

 

Además, aunque menos conocida, Aspasia tenía también una faceta médica: la obstetricia, la ginecología y la cirugía fueron sus ámbitos de práctica e investigación.

 

 Se dice que fue capaz de detectar y prevenir embarazos de riesgo y desarrolló remedios naturales para el postparto.

 

La máxima autoridad política de Atenas, Pericles, intrigado por la creciente fama de esta experta en retórica, acudió a su academia para escucharla. Su belleza y sabiduría le enamoraron perdidamente y ambos se convirtieron en amantes, hasta que él se acabó divorciando de su mujer para vivir una vida pública con Aspasia. 

 

En contra de la ley que Pericles mismo había establecido y con la oposición de sus súbditos, formalizaron su unión, pese a ser ella extranjera.

 

Una ofensa a los dioses

 

Experta en política, filosofía y ciencia, Aspasia se rodeó de los más ilustres y reconocidos intelectuales de su época y ayudó al florecimiento de la vida cultural de Atenas y al nacimiento del movimiento de emancipación femenina.  

 

Muchos conservadores y celosos de su poder e influencia, la criticaron y se vio inmersa en intrigas políticas al ser acusada de ser quien movía los hilos en la toma las decisiones de estado de Pericles.


Después de ser enjuiciada por corrupción, impiedad y otros delitos, de los que salió impune, Aspasia acabó sometida a un juicio público por el delito de “ofensa a los dioses”, que podía ser castigado con la muerte, como le ocurriría a Sócrates más adelante.

 

 Tras enfrentarse ante un tribunal compuesto por 1.500 ciudadanos atenienses para responder a las acusaciones de corromper a las mujeres atenienses –y gracias a su elocuencia y a la defensa de Pericles– salió absuelta.

 

 

Es curioso que se desconocen con exactitud su fecha de nacimiento y la de su muerte y solo se tiene información precisa de los periodos de su vida comprendidos entre su unión con Pericles y la muerte de Lisicles, su segundo marido, en el año 427.

 

 Esto demuestra que se documentó su existencia únicamente como esposa de un hombre y nunca se le dio valor histórico por lo que ella, en sí misma, representaba, pese a haber sido una de las maestras de Sócrates, como el propio filósofo reconoció en su obra Menéxeno

 

Durante siglos, Aspasia será objeto de inspiración para artistas y escritores, pero tras la muerte de su segundo marido, se le perdió definitivamente la pista. Aspasia se retiró de la vida pública y se instaló en el campo, donde fundó la Academia de Elocuencia y Arte Amatorio, en la que enseñó todos sus secretos a sus discípulas.

 

 
 
 
 

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