El filósofo alemán, Martin Heidegger, dijo una vez:
“hay un enorme sistema que piensa todo por nosotros ahorrándonos la terrible tarea de pensar”
Hace unas décadas creíamos que la ignorancia de la población se debía a la falta de información. Bajo el lema “la información es poder” considerabamos que cuanto más informado uno estuviera, mayores eran las posibilidades de auto-emanciparse.
Pero hoy vemos cuán equivocados estábamos, Resulta que el hecho de estar informándonos permanentemente es lo que dificulta el pensamiento.
Esto se da porque la información que nos llega es efímera y es solapada rápidamente por otra, que nos hace olvidar de inmediato las noticias importantes e indagar sobre el fondo de la cuestión.
La relevancia de los instrumentos de comunicación como mediadores de la “realidad”, ha generado un efecto de sumisión en la población, internalización del poder y la incapacidad, de concebir alternativas a los criterios impuestos por el sistema de dominación vigente.
Una de las claves más importantes para la progresiva idiotización y “adormecimiento” de la sociedad es el entretenimiento vacío. Las noticias de suma relevancia donde se juega el futuro de la sociedad, son transmitidos de puntillas por los medios; por el contrario, se procede a crear un debate ficticio de noticias sin importancia para manipular a los usuarios y que estos se enfrenten creyendo estar en posesión de la verdad absoluta, cuando no son más que peones del sistema.
El objetivo del entretenimiento vacío es abotagar nuestra sensibilidad social y mantenernos dormidos, volviéndonos incapaces de pensar, reflexionar e investigar, para poder alcanzar una conciencia critica de la realidad.
El entretenimiento vacío existe para ocultar la evidente relación entre el sistema económico capitalista y las catástrofes que asolan al mundo. Específicamente para que no nos cuestionemos nuestros modos de vivir ni cuestionemos al sistema en el cual nos vemos inmersos.
Es decir, que todo está pensado para que el individuo sea funcional y soporte estoicamente, el sistema establecido sin rechistar.
¿Cómo se consigue esto? La búsqueda del ‘no pensar‘ resulta clave para el éxito de la idiotización de la sociedad. Cuando la realidad resulta angustiante y durante todo el día eres explotado en tu trabajo, tienes una hipoteca que pagar y deudas que se acumulan en tu haber, se vuelve imperioso obtener divertimento ,satisfacción inmediata.
El filósofo Theodor Adorno sostiene que, “Con cada risa, el espectador está más cerca de seguir a las fuerzas totalitarias”
Así, el entretenimiento vacío se vuelve una especie de anestesia que nos permite soportar la realidad sin hacer nada para cambiarla. Y es que, de eso se trata: de convencernos de que nada puede hacerse para cambiar el mundo y que el capitalismo y el poder opresor del Estado, son algo natural y necesario para el correcto funcionamiento de la sociedad.
De esta manera, la violencia que consumimos a través de los medios y producciones culturales, tiene el fin de acostumbrar al consumidor a la violencia a la que es sometido en la sociedad con el fin de no darle jamás, la sensación de que es posible oponer resistencia.
La manera en que funciona es muy sutil. Cada noticia, programa o film, reune los valores del sistema establecido, y sin darnos cuenta, nos introducen sus valores en nuestras mentes; y, si seguimos permitiendo que el entretenimiento vacío continúe modelando nuestras conciencias -y por lo tanto, también el mundo a su antojo- terminará destruyéndonos.
Y es que lo que se busca, es evitar toda intención del pensamiento, todo esfuerzo intelectual, para crear una sociedad de hombres y mujeres que abandonen los ideales y aspiraciones que les hacen rebeldes, para conformarse con la satisfacción de unas necesidades inducidas por los intereses de las élites dominantes.
No obstante, si queremos revertir tal situación de enajenamiento a la que estamos sometidos, solo queda tomar desde lo personal una posición crítica, que consiga cuestionar lo dado y reflexionar sobre la sociedad que queremos construír.
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