jueves, 3 de diciembre de 2020

Hospital Isabel Zendal: Una inauguración vergonzosa

 

Hospital Isabel Zendal: Una inauguración vergonzosa

 

La Sra. Ayuso y sus comparsas acaban de hacer el teatrillo de inauguración del denominado Hospital Isabel Zendal, a pesar de que las obras no se han acabado todavía, no hay personal ni tampoco puede atenderse a enfermos y además tal y como descubrió con cierta sorpresa el ingenuo Pablo Casado ¿quizás un socialcomunista infiltrado? tampoco tiene quirófanos. 

 

Convendría hacer algunas reflexiones al respecto:

 

Una. Si bien la Comunidad de Madrid tiene un gran déficit de camas en los hospitales públicos, en gran parte provocada por el propio gobierno de la misma (Esperanza Aguirre consiguió la casi increíble hazaña de abrir once hospitales disminuyendo el número de camas disponibles, y luego se cerraron 1.600 camas en centros públicos entre 2010 y 2018), la conveniencia de un nuevo hospital ubicado en la zona norte de Madrid es más que discutible, porque hubiera sido mucho menos costoso y más rápido recuperar parte de las camas cerradas y espacios no utilizados en los hospitales públicos de la región (por ejemplo una torre del hospital del Norte que además tiene instalaciones apropiadas para camas de UCI, la tercera planta del de Vallecas, etc.) e incluso haber acondicionado el antiguo hospital de Puerta de Hierro, ahora vacío y en estado de abandono.

 

Dos. La opción de construir un nuevo centro está más bien relacionada con los intereses económicos de los constructores y las posibilidades económicas y de corruptelas que ofrece toda obra nueva. Los costes como es bien conocido se han disparado (de los 49 millones € iniciales se ha pasado a los más de 100 actuales) sin ninguna transparencia y sin concurso público alguno.

 

Tres. Abrir un centro dedicado exclusivamente a las pandemias, a enfermedades infectocontagiosas es un despropósito en sí mismo.

 

 Primero porque la evolución de las pandemias se realiza por picos de agudización como es bien conocido (ahora estamos en una segunda ola y todo indica que es probable una tercera a principios de 2021), a veces con carácter estacional (como la gripe), también porque es una opción desaconsejada por todos los expertos nacionales e internacionales, y desde luego porque no tiene sentido tener unos recursos sanitarios tan costosos infrautilizados cuando no estemos en picos de infecciones, y que son tan necesarios para atender las otras patologías, que sufren desatención y grandes listas de espera, agravadas por la atención a los enfermos de la covid19. 

 

Aquí entra de nuevo la ausencia de quirófanos que no tiene sentido alguno porque si tienes un hospital con 1000 camas y se producen ingresos, es inevitable que algunos de ellos precisen intervenciones quirúrgicas urgentes, bien provocadas por la propia enfermedad o bien por otras enfermedades intercurrentes.

 

 De nuevo se desvela que la finalidad del hospital es meramente especulativa y propagandística y ajena a la resolución de los problemas de salud.

 

Cuatro. Los plazos se han incumplido de manera notoria, un hospital que iba a abrirse en octubre se va a inaugurar a primeros de diciembre y aún en parte inacabado. El hito en la historia de la Sanidad mundial que decía el Consejero de Sanidad se ha quedado en un fiasco, nada que ver con el hospital de 1.000 camas que se construyo en Wuhan en 10 días. 

 

 La Comunidad de Madrid de nuevo se especializa en éxitos de propaganda, que no de soluciones sanitarias.

 

Cinco. La guinda la han puesto con la inexistente dotación de personal.

 

 Ya en marzo cuando se anuncio su construcción señalamos desde la ADSPM la necesidad de comenzar a dimensionar y contratar la plantilla necesaria, y nada se hizo al respecto. 

 

Ahora pretenden abrirlo con personal desplazado desde otros hospitales públicos lo que evidentemente supondrá más cierres de camas en los mismos y/o perdida de calidad asistencial porque el personal de la Sanidad Pública esta cansado y sobrepasado, a lo que hay que unir el sistemático maltrato a que lo somete la Comunidad de Madrid (un buen ejemplo son los despidos al cerrar el hospital del IFEMA).

 

 Por supuesto los traslados voluntarios han sido insuficientes para las necesidades de personal de este nuevo centro y ahora se plantean los desplazamientos obligatorios de personal desde otros hospitales públicos de la región con el daño que ello provocara a la capacidad asistencial de los mismos. Se pretende desconocer que no es posible abrir un nuevo hospital sin ampliar la plantilla del SERMAS.

 

En resumen, se abre un nuevo hospital para mayor gloria de los propagandistas de la Comunidad de Madrid, con pocas camas, muy por debajo de las previstas inicialmente, sin personal, con un coste desproporcionado, con contratos adjudicados a dedo y sin transparencia.

 

 Una nueva prueba de que la Sra. Ayuso no se preocupa por la salud de la población y si por los actos de propaganda y los beneficios de los empresarios afines. Los tribunales en unos años tendrán mucho trabajo a costa de las maniobras de la Sra. Ayuso como ahora lo tienen con las privatizaciones de Esperanza Aguirre.

 

Marciano Sánchez Bayle, presidente de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid

 

 

 

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