El
número de máscaras desechables encontradas en las calles han aumentado
considerablemente, convirtiéndose en un problema sanitario.
En la nueva normalidad de los portugueses las mascarillas
son el nuevo accesorio imprescindible. Pero su uso y eficacia aún
levantan dudas. En el mayor centro de reciclaje de Portugal, ubicado en
Lisboa, se procesan unas 6 000 toneladas de reciclaje al mes.
Ahora los trabajadores del lugar deben lidiar con la presencia de guantes y mascarillas que al no ser tirados a la basura terminan en el lugar equivocado.
“Todavía hay muchos errores sobre dónde desechar las máscaras y
guantes.
No deben ser colocados en el contenedor de reciclaje.
Actualmente estos materiales están apareciendo con regularidad en el
centro de clasificación.
Hicimos una prueba durante dos horas y llenamos
tres bolsas llenas de máscaras y guantes”, dijo Ana Loureiro,
trabajadora del centro de reciclaje.
En las grandes ciudades francesas como París, la flexibilización de las medidas han venido acompañadas de incidentes. El
número de máscaras desechables encontradas en las calles han aumentado
considerablemente, convirtiéndose en un problema sanitario.
“Cuando estés en casa, lo mejor es poner las mascarillas en una bolsa
de plástico durante 20 horas.
Después de 24 horas, las tiras a la
basura.
De esa manera, expones a los agentes lo menos posible”, explicó
Paul Simondon, Encargado de la limpieza y la gestión de los desechos del
Ayuntamiento de París
Tirar máscaras y guantes en la calle multiplica el riesgo de un nuevo brote.
Las ONG también han criticado el material sanitario de un solo uso como
fuente de contaminación debido a su plástico difícilmente reciclable,
por lo que se suman a las amenazas para el planeta.
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