Personal de un centro de pruebas de coronavirus en Chessington, Reino Unido, el 2 de abril de 2020
Se trata de 3.500.000 kits de prueba
fabricados en el país asiático y que han dado “muchos falsos negativos y
también vemos falsos positivos”, según indicaron autoridades británicas
El gobierno de Boris Johnson en el Reino Unido pedirá un reembolso por los 3,5 millones de kits de pruebas de coronavirus que compró en China el mes pasado y que un estudio determinó que no eran fiables para su uso con la mayoría de los pacientes.
El profesor John Bell, coordinador de las pruebas de coronavirus para
el Servicio de Salud Pública de Inglaterra, dijo el lunes que los tests adquiridos no son confiables cuando se usan en pacientes que no califican como enfermos graves, es decir, la mayoría de las personas que se someten a las pruebas de COVID-19.
Bell, académico de la Universidad de Oxford, explicó en una publicación
en internet: “Lamentablemente, las pruebas que hemos visto hasta la
fecha no han funcionado bien. Vemos muchos falsos negativos y también vemos falsos positivos... Esto no es un buen resultado para los proveedores de pruebas ni para nosotros”.
Sharon Peacock, directora del Servicio Nacional de Infecciones de la
Salud Pública de Inglaterra, había promocionado estos kits de análisis
de sangre como un “cambio de juego” en la respuesta al brote de
coronavirus.
Se esperaba que estas pruebas con pinchazos en dedos
permitieran al gobierno confirmar quién ya había desarrollado inmunidad
al COVID-19, permitiéndoles salir del aislamiento y volver al trabajo.
Peacock inicialmente dijo que los resultados de las pruebas se
obtendrían en pocos días, pero el aparente fracaso de los kits significa
que los británicos tendrán que esperar más tiempo. Aunque el asesor
médico del gobierno, Chris Whitty, dijo el lunes que confiaba en que una
prueba exitosa se desarrollaría eventualmente.
Según un artículo del diario The Telegraph, el gobierno de Boris Johnson ahora buscará reembolsos por el equipo inadecuado.
Según un artículo del diario The Telegraph, el gobierno de Boris Johnson ahora buscará reembolsos por el equipo inadecuado.
El Reino Unido es la última nación europea que se ha quejado de la
eficacia de los suministros médicos procedentes de Pekín. Países como
España, Holanda y la República Checa han rechazado miles de equipos
entregados por empresas chinas por ser defectuosos.
La salud del primer ministro británico, Boris Johnson, ha mejorado
aunque sigue ingresado en cuidados intensivos por COVID-19, mientras el
Reino Unido ha registrado este miércoles un nuevo récord de víctimas
mortales (938 más, hasta 7.097) y atraviesa el peor momento hasta ahora
de la pandemia.
Johnson, que dio positivo por el nuevo coronavirus el 27 de marzo, está
recibiendo “unos cuidados excelentes”, subrayó el ministro de Economía
Rishi Sunak, encargado este miércoles de informar desde Downing Street
sobre la evolución de la lucha contra la pandemia.
Aumentan los fallecidos
El número de víctimas mortales por COVID-19 parecía haber comenzado a
descender en el Reino Unido el fin de semana, tras comunicarse 621
muertes el domingo y 439 el lunes. El martes, sin embargo, la cifra se
elevó hasta 786, y hoy marcó un nuevo récord, 938, con lo que el número
total de fallecidos por el coronavirus alcanza los 7.097.
Con todo, los responsables del sistema sanitario han advertido de que
las cifras pueden no ofrecer una imagen a tiempo real del avance de la
enfermedad, dado que algunas muertes tardan varios días en comunicarse y ser añadidas al registro oficial.
Los datos que publica diariamente el Ministerio de Salud no reflejan
los fallecidos en residencias de ancianos, domicilios u otros lugares,
ni a los pacientes hospitalarios que no habían dado positivo en un test
antes de morir.
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