domingo, 8 de marzo de 2020

Otro puto 8 de marzo

 

Otro puto 8 de marzo


Iros a cagar (¿se puede decir iros a estas horas?) con vuestros eslóganes y vuestras camisetas que huelen a naftalina. Iros a la mierda con vuestras declaraciones porque es otro puto 8 de marzo y toca.


 Pero vosotras también, con vuestras críticas al patriarcado que todo lo envuelve, como si fuera el celofán de un regalo de Navidad. Os podéis ir juntos al puto carajo.


Que se vayan a la mierda los jueces. Y que cojan de la mano a los mediadores judiciales y también, ay, señor, a las mediadoras, esas personas capaces de obligarte a reunirte “para intentar acercar posturas” con el capullo ese que te cogió del cuello, te aplastó contra la pared y te dijo que eras una puta. Esa tipa que dice que te haces la víctima.


 Que dice que te quedes a solas en una habitación con ese cabrón que amenaza con quitarte a tus hijos y aun con cosas peores que no, no quieres ni pensar. Porque si las piensas mucho tiempo serías capaz de coger una escopeta o un cuchillo jamonero e irte a buscar a ese depravado en cuanto cayera la noche. 


Esa hija de puta que dice que todo es por tu puta culpa. Por tu pelo rubio. Por tus ojos verdes. Por tus labios rojos.


Iros a la mierda los que escucháis palabras que se clavan como navajas, “vas a saber lo que es sufrir”, y hacen oídos sordos. Porque se las están diciendo a una mujer. Una de esas que lleva minifalda y el escote hasta el ombligo. ¿Qué se puede esperar de alguien así? Que la insulten. Que le peguen. Que la violen. Que la maten. Porque es una puta que enseña las bragas. Porque es una mujer.


Que se vayan a cagar los que piensan que las mujeres tenemos la obligación de ser dulces y que tenemos mucha sensibilidad, como si fuera un defecto que nos empequeñece y nos hace débiles. A la mierda los que creen que no podemos estar solas, sin un hombre que cuide de nosotras. 


Y que les acompañen los que nos critican porque no nos da la puta gana de cuidar a nadie más que a nosotras mismas.


A cagar los que aún creen que las mujeres que trabajan lo hacen para “ayudar en casa” como si esa casa fuera exclusiva de ellos, como todas las putas cosas de los hombres.


A la mierda los que cierran los ojos ante las grandes y pequeñas agresiones diarias, las palabras condescendientes; a la mierda los cobardes y los socializados, a cagar los que tienen tan interiorizados los estereotipos  que no son capaces de reconocer un comportamiento machista ni aunque se represente delante de sus narices. 


Y de paso, que se vayan a cagar los que creen que ser feminista es decir “matriarcado” y “nosotros y nosotras”.


Os podéis ir todos a la mierda porque nada salvará ya a las ¿14? mujeres muertas, ni a sus huérfanos. 


Porque los asesinos no solo las matan a ellas. Acuchillan también el futuro de sus hijos, asfixian sus recuerdos queridos, aniquilan sus esperanzas. Con la muerte  de ellas, ellos siegan, arruinan, destruyen, demuelen, devastan y destrozan a otras personas.


 Y a veces también asesinan otras vidas. Y todo por la puta circunstancia de ser mujer, joder.



http://www.gurbrevista.com/2020/03/otro-puto-8-de-marzo/






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