lunes, 13 de enero de 2020

Los incendios en Australia podrían cambiar el clima en todo el planeta

Los científicos alertan de que no se trata de un problema local sino que tendrá consecuencias en el clima global.


Mezcladas con las imágenes de koalas heridos siendo trasladados a parques silvestres y las de cientos de hogares destruidos en una ciudad envuelta en llamas se encuentran las imágenes apocalípticas de fenómenos climáticos raros: neblina anaranjada cubriendo el cielo de la Isla Norte de Nueva Zelanda, tormentas de fuego en la atmósfera de Nueva Gales del Sur y humo llegando hasta América del Sur.


Los incendios forestales en Australia son tan masivos que provocan patrones climáticos generalizados y alteran el medio ambiente en todo el mundo, no solo emiten una gran cantidad de gases de efecto invernadero sino que además las partículas en el polvo y el humo resultantes pueden atrapar aún más el calor dentro de la atmósfera, calentando aún más el planeta.

Nubes Cumulonimbus


Uno de los tipos de nubes más llamativos son los cumulonimbus, nubes densas, potentes y gigantescas. Son creadas por el calor y el humo de los incendios forestales, formando enormes estructuras similares a chimeneas que tienen las mismas características violentas de una tormenta eléctrica.


En 2018, los científicos climáticos descubrieron que estas nubes pueden perturbar la atmósfera a niveles similares a las erupciones volcánicas, con el humo persistiendo incluso meses después de desaparecida la nube.

Cortinas de humo


Los incendios de Australia provocaron un gran volumen de dióxido de carbono, hollín, contaminación por partículas finas y gases de efecto invernadero, cubriendo no solo el cielo del sur australiano sino también partes de Nueva Zelanda y Sudamérica.


Se estima que los incendios forestales alrededor del mundo son responsables de aproximadamente el 5 a 10% de las emisiones totales de CO2 anualmente. 


Y mientras algunos de estos gases pueden provocar un enfriamiento temporal al volver a la atmósfera más reflectante otros atrapan el calor y conducen a aumentos en la temperatura atmosférica.


Por otra parte, el humo puede contaminar el aire amenazando nuestro bienestar e incluso, si llega a regiones como el Ártico, Alaska y Groenlandia, el hollín puede acelerar el derretimiento de las capas de hielo y los glaciares.


Y aunque la cobertura de los medios internacionales sobre esta crisis fue en aumento, algunos argumentan que no se está respondiendo adecuadamente a los incendios de Australia al tratarlos como "una noticia local aterradora, pero no apocalíptica".




 Los científicos alertan de que no se trata de un problema local sino que tendrá consecuencias en el clima global.  .






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