jueves, 16 de mayo de 2019

El Gobierno de Sánchez permite una vez más que un barco saudí cargue armas en Santander


El buque de carga saudí Bahri-Yanbu, a su salida del puerto de Santander. 


 El buque saudí Bahri Yanbu llegó este lunes en Santander, tras ser rechazado su ingreso en un puerto francés debido a un recurso judicial. El sábado la plataforma Armas Bajo Control solicitó por escrito a Exteriores que no lo permitiera. El ministerio respondió que trasladaba la cuestión a Fomento. La ONU calcula en 233.000 las muertes en Yemen, casi la mitad niños menores de 5 años.

 
Cargar armas no es problema en el Estado español. Ni siquiera cuando estas serán utilizadas para masacrar poblaciones civiles. El buque saudí Bahri Yanbu atracó este lunes en el puerto de Santander. 

Su carga: armamento que presumiblemente, denuncian distintas ONG, será utilizado por la monarquía absolutista de Salmán bin Abdulaziz para seguir atacando al pueblo de Yemen.


La llegada del buque se produjo este lunes a primera hora. Su estancia fue breve, con destino a Génova, desde donde zarpará hacia Yedá, el principal puerto de Arabia Saudí, a orillas del mar Rojo.


El buque Bahri Yanbu culminará así una travesía en a que recorrió Estados Unidos, luego Alemania, Bélgica y Gran Bretaña.


 Su itinerario incluía atracar el pasado viernes en el puerto francés de El Havre el pasado viernes. Sin embargo, fue rechazado a raíz de un recurso presentado ante la justicia francesa por el grupo defensor de los Derechos Humanos ACAT. La ONG denunció que el barco cargaría armas que posteriormente podrían ser utilizadas contra la población civil en Yemen.


“Se sabe que cargó armas en Amberes (Bélgica) a raíz de unas declaraciones oficiales de Aduanas de la autonomía de Valonia. Esto le sitúa en una posición de ilegalidad, porque se está enviando armas a un país en conflicto”, afirma al diario Público Luis Arbide, integrante de la comisión “La Guerra Empieza Aquí” creada por la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak (Bienvenidos Refugiados).


Arbide ha asegurado a Público que inicialmente no estaba previsto que el Bahri Yanbu atracase en Santander, puerto en el que desde noviembre pasado no se había registrado la presencia de ningún barco saudí.


Durante este período la plataforma Pasaje Seguro, con base en Santander, elevó un recurso a la Fiscalía para que se impidiese el envío de armas a Arabia Saudí, pero su denuncia fue desestimada.

La complicidad del Gobierno de Pedro Sánchez


Una vez sabido que el buque saudí se aproximaba al puerto cántabro, la plataforma Armas Bajo Control –compuesta por diversas organizaciones-, envió este sábado una carta al jefe de Gabinete del ministerio de Asuntos Exteriores, en la que advertían que el Bahri Yanbu “lleva a bordo, al menos, munición belga para armas pequeñas y ligeras, tras diversas escalas en varios países”.


“Solicitamos al gobierno español que no autorice el tránsito de este barco ni la eventual carga de armas en puertos españoles debido al riesgo sustancial de uso para cometer o facilitar la comisión de crímenes de derecho internacional en Yemen por parte de Arabia Saudí”, decía la nota enviada por la ONG, tras lo cual se enumeraban las distintas normativas que impiden este tipo de comercio.


En la misma nota, Armas Bajo Control solicitó al Gobierno español que “suspenda el suministro de armas, municiones y material de defensa asociado a Arabia Saudí mientras siga habiendo un riesgo sustancial de que podrían emplearse para cometer o facilitar violaciones graves del derecho internacional en el conflicto de Yemen o podrían ser objeto de desvío para esos fines”.


El domingo, 24 horas después de enviar esta carta, el ministerio de Exteriores respondió que trasladaba su petición al ministerio de Fomento. “No sabemos muy bien por qué. Además, no entran en el fondo de nuestra cuestión: por qué no adoptan medidas para impedir que continúe el envío de armamento a Arabia Saudí”, declaró a Público el portavoz de la plataforma Armas Bajo Control, Alberto Estévez.

Guerra en Yemen: a fines de 2019 ya serán 233.000 las muertes, según la ONU


Una reciente valoración de Naciones Unidas sobre el impacto de la guerra de Yemen calcula que al término de este año 233.000 personas habrán muerto por el conflicto, casi la mitad niños menores de 5 años.


El informe, encargado por la ONU al catedrático de la Universidad de Denver y experto de su Escuela de Estudios Internacionales, Josef Korbel, y desvelado a comienzos de este mes de mayo, augura la muerte violenta de 482.000 personas si la guerra se perpetúa hasta 2022.


Tras cuatro años de una ofensiva guerrerista iniciada en marzo de 2015 por Arabia Saudí, al frente de una coalición integrada por sus emiratos vecinos -con la excepción de Qatar-, el conflicto yemení se ha convertido en una masacre.


El bombardeo sistemático de la población civil, los permanentes ataques contra escuelas y hospitales, crímenes de guerra, torturas, violaciones, configuran un verdadero genocidio. Y esta barbarie transcurre bajo la mirada hipócrita o directamente cómplice de la llamada “comunidad internacional”.


Mientras la ONU denuncia la brutal crisis humanitaria que se vive en el país, EEUU continúa suministrando apoyo militar a la colación arábiga, incluido el abastecimiento de combustibles en vuelo a los cazas saudíes, mientras Bélgica y otros países imperialistas europeos continúa vendiendo armas al régimen ultra reaccionario de Salmán bin Abdulaziz.


Pero la complicidad no termina allí. El Gobierno “socialista” de Pedro Sánchez también es parte de ella, permitiendo que los buques saudíes carguen armas en puertos españoles y honrando contratos como el de la construcción de corbetas en Navantia, haciendo caso omiso de los más elementales principios de defensa de los derechos humanos.


Quienes hoy sostienen que el Gobierno del PSOE es garantía de progresismo, o incluso le piden a Pedro Sánchez formar un “gobierno de coalición”, como Unidas Podemos, no pueden callar ante este hecho. 


La única posición digna es condenar la venta de armas que está siendo utilizada por la monarquía saudí para masacrar a la población civil.


 Una monarquía que, además, actúa como gendarme del imperialismo norteamericano y europeo en Medio Oriente, financiadora del terrorismo yihadista y uno de los regímenes más reaccionarios del planeta. 




IzquierdaDiario.es






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